Mayo del 68 francés
No hay duda de que Mayo del 68 francés
constituye uno de los movimientos sociales más
destacados del siglo XX. Aunque no fue el único.
Cincuenta años atrás (1918), surgió en Córdoba,
Argentina, el movimiento estudiantil que
reclamaba una nueva universidad y una nueva
sociedad, logrando movilizar también, como en
París 68, a la sociedad de su país. El movimiento
de Córdoba como reforma universitaria
trascendió el espacio de la universidad y abrió
brechas para un cambio social en Latinoamérica.
¿Los protagonistas de Mayo del 68 francés
sabían de Córdoba 1918? Es posible que sí. Si
tenemos en cuenta la distinción entre historia y
memoria colectiva (Halbwachs, 1997)1 se asume
que la historia comienza en el punto en donde
termina la tradición, en donde se descompone la
memoria social. Al recordar y tratar de entender
las motivaciones de Córdoba (1918) y Mayo del
68 (1968) surge un pluralismo interpretativo.
Ver los hechos a distancia provoca una crisis
de lo vivido y concebido en el momento mismo
de los hechos. Eso lo podemos apreciar en la
entrevista que Michel Wieviorka le hace a Edgar
Morin alrededor de los hechos de Mayo del 68,
de la escritura (en coautoría) de la Brèche y en
la evaluación que él mismo hace de su propia
participación -e interpretación- en dichos hechos/
momentos, comparándolos con los de sus colegas
y contemporáneos. Uno de los intelectuales más
destacados del ámbito francés, Raymond Aron,
fue víctima de los ataques de los indignados y de aquellos que vieron en la manifestación de
Mayo, una revolución, un cambio, un vuelco
en la historia, cuando él, en declaraciones a la
prensa y en su libro La Révolution introuvable,
Réflexions sur les événements de Mai niega tal
revolución y califica la histeria colectiva de
‘psicodrama’2. Sartre entró también en escena
e hizo parte del ataque escribiendo un texto
incendiario: Les Bastilles de Raymond Aron, cuya
conclusión deslumbro a los indignados de la época: Il
faut, maintenant que la France entière a vu de Gaulle
tout un, que les étudiants puissent regarder Raymond
Aron tout un. On ne lui rendra ses vêtements que
s’il accepte la contestation. Los lectores verán en
el artículo de Alain Renaud una evaluación de
este caso.
Como parte de los actos del cincuentenario
de Mayo del 68 francés, la Universidad de Mans
organizó un coloquio (mayo 24 y 25 de 2018)
Mai 68: 50 ans! Mémoires, représentations, traces
& (ré)interpretations buscando confirmar si en
la Francia actual (y en la sociedad occidental)
queda una huella de Mayo del 68. Para tal
efecto, propuso considerar cuatro dimensiones:
(i) volver a interrogar a los actores y testigos.
¿Qué recuerdos conservan de ese momento
excepcional (véase por ejemplo el diálogo entre
Daniel Cohn-Bendit, Alain Geismar y Michel
Wieviorka en esta sección), ¿cómo se representan
ellos hoy en día Mayo del 68?, ¿de qué manera su
memoria filtró la experiencia? (ver la entrevista de Morin y el diálogo Cohn-Bendit, Geismar
& Wieviorka) (ii) Entender de la mejor manera
cómo las memorias individuales y colectivas
de los eventos evolucionaron a lo largo del
tiempo. Entre los procesos de desdibujamiento,
ocultamiento, sedimentación, cristalización,
¿cómo se fue transformando la representación
de Mayo del 68?, ¿Qué queda de estos tópicos?,
¿permanecen fieles al suceso o, por el contrario,
se han deformado por el paso del tiempo y
los cambios en la sociedad? (el análisis de las
imágenes ofrecidas por diarios y revistas es
objeto de análisis por parte de Audrey Leblanc)
(iii) identificar las huellas que se mantienen en la
consciencia colectiva actual (el hecho de recordar
es una prueba de ello)3. ¿Qué saben y sienten
las generaciones posteriores a Mayo del 68 de
algo que no vivieron?,¿se sienten herederos,
beneficiarios?, (iv) comprender mejor los lazos
que se establecen entre las interpretaciones de
Mayo del 68 y el contexto de su emergencia (a
este respecto, la reflexión de Ferry es más que
pertinente). ¿De qué forma ha fluctuado la
lectura de Mayo del 68 a través del tiempo? Hay
una respuesta a todas las preguntas: Pero ese es
un discurso nostálgico y viejo; pues la primera gran lección del mayo francés, inédita en su grandiosidad,
consiste en mostrarnos que la Revolución no es
una sino varias, y que no siempre es preciso que
ella se realice para sentir, no obstante, sus efectos.
La irrupción del feminismo, del homosexualismo
anticulpabilizante, de la ecología naturista, del
movimiento comunitario, antiautoritario, biopolítico,
el resquebrajamiento del estalinismo internacional,
el surgimiento de nuevas alternativas, de nuevas
necesidades, de nuevas capas sociales, son los efectos,
las ondas de ese inmenso oleaje del mayo del 68, del
otoño caliente italiano, del Tlatelolco mexicano, de los
sit-in californianos, de la primavera de Praga4.
O la respuesta viene de la poesía. Por eso está
presente notre cher pote Prévert de quien Yves
Courrière se ocupó5 para destacar cosas como:
On était le 24 avril 1968, et Prévert apprenait le
visage de Daniel Cohn-Bendit […] Pour manifester
sa sympathie au mouvement, il écrivit, á la suite de la
nuit des Barricades (du 10 au 11 mai 1968), un violent
poème pour stigmatiser la satisfaction du préfet de
police, Maurice Grimaud, qui se réjouissait du sangfroid
des policiers et déplorait l’irresponsabilité des
étudiants qu’il soupçonnait d’avoir volontairement
provoqué des affrontements avec la police.
Ranchada.
1 Maurice Halbwachs. 1997. La Mémoire collective. Paris: Albin Michel
2 El capítulo XVIII de las memorias de Raymond Aron titulado «Il ne Nous a pas compris» ou Mai 68 (pp. 471-497) describe con detalle un rostro de la polémica. El otro rostro es presentado por el trabajo de Renaud y las demás contribuciones. Esta sección de efemérides va dedicada exclusivamente a Raymond Aron por su postura personal, por haber sabido ser un “spectateur engagé” frente a Mayo del 68.
3 En 1986, la revista Pouvoirs dedica el número 39 a Mayo del 68. Es un número monográfico que tiene una nómina de lujo analizando en retrospectiva las causas y el valor del evento: «C’était quoi, Mai 68?» Ce numéro a d’abord pour ambition de confronter les réponses à cette question, posée maintes et maintes fois par les étudiants d’aujourd’hui, alors à peine nés. Ainsi n’y raconte-t-on pas les événements, préférant partir à la recherche de leur sens. Ainsi s’est-on soucié avant tout de la France, même si la vague fut multinationale, pour évoquer ce que l’on connaît, et parce que le mouvement étudiant a été accompagné d’une crise de la société sans équivalent ailleurs. […] Quoi qu’il en soit, l’entrelacs des désaccords politiques, divergences d’interprétation et affrontements de disciplines éclaire la signification de Mai 68. A cette fin, nous avons voulu confronter les interprétations des « savants » avec celles des « acteurs ». Et pour conclure sur des excuses, plutôt que de les adresser à tel courant ou tel groupe qui aurait pu espérer une reconnaissance plus explicite, on se tournera vers les historiens, délaissés par le principe directeur de ce numéro. Si ces mois de travail pour le réaliser ont confirmé une chose, c’est l’urgence d’un autre colloque, d’une autre publication sur « les événements de Mai 68 ». Olivier DUHAMEL.
4 Freddy Téllez, 1991. Revolución sin revolución o el mayo francés de 1968. Palimpsestos. Los rostros de la escritura. Bogotá: Universidad Nacional, pp. 109-113.
5 Yves Courrière. 2000. Jacques Prévert. En vérité. Paris: Gallimard, collection Folio.