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EXPERIENCIA DE ORGANIZACION CAMPESINA EN EL VALLE DEL CAUCA (1960-1980)

CRISTINA ESCOBAR Editores: Taller PRODESAL — Instituto Mayor Campesino Estudias Rurales Latinoamericanos

Reseña elaborada por ALEJO VARGAS V. /

No hay una “historia oficial” de la organización campesina; existen múltiples visiones de la " misma, es la primera precisión que nos plantea la autora en este libro que pretende, basándose en fuentes testimoniales, reviviendo el pasado en presente, conducimos por las principales manifestaciones de la organización campesina en el Valle del Cauca.

Una segunda precisión: la autora nos va a introducir en el analisis de las expresiones organizativas del campesinado valluno y por esto el énfasis lo coloca en los productores de economía campesina antes que en los asalariados de la caña. Tomando como base conceptual, de una parte la distinción de los diversos sectores campesinos acordes con su posición en la estructura agraria, de otra, las distintas estructuras agrarias existentes y las demandas principales predominantes en cada una de ellas y finalmente, la tipología de tas formas asociadas campesinas —políticas, sociales, gremiales y económicas—, nos transporta por el último cuarto de siglo de luchas agrarias en ei Valle del Cauca.

En el primer período de su análisis, se presenta con claridad el papel jugado por sectores de la Iglesia de ese entonces, promocionando la organización campesina a través de la conformación de Juntas de Acción Comunal, Sindicatos y Cooperativas Agrarias; es importante señalar m cómo la autora nos muestra con acierto, que organizaciones ligadas a la Iglesia logran darle un uso alternativo a prácticas tradicionalmente asistenciales, como la distribución de alimentos originarios de las ‘donaciones’ norteamericanas a través de la PL—480. La anterior intervención de la Iglesia dentro de la pol ítica de ‘pacificación’ a esos núcleos de violencia tardía presentes en el Valle del Cauca, en un primer momento y ligado luego esto con la campaña antl-comunista desatada en América Latina posterior al triunfo de la Revolución Cubana. Un elemento de vital importancia para la autora, es la derrota sufrida v por el sindicalismo de la caña en ese momento y que va a marcar el desarrollo futuro de las luchas agrarias en el Valle.

Igualmente, permite que los protagonistas de experiencias organizativas, oomo la de ASGRINOV en el Norte del Valle, nos relaten, con la visión de hoy, los hechos, sentimientos e ilusiones que dentro de la dinámica reformista agraria de ese momento los llevó a constituir su organización sindical.

El segundo período que nos presenta el libro, es el de la ANUC, la principal expresión organiza-^ tiva del campesinado colombiano y su manifestación regional en el Valle del Cauca, que como

en casi todo el país, copó todos los espacias organizativos y vehículo las luchas más Importantes. Dos aspectos sustantivos en esto acápite: que en el Valle del Cauca se realizaron tempranamente tomas campesinas de tierra (1963 y 1970), anteB que la ANUC a nivel nacional coordinara las importantes luchas del año 1971. En segundo lugar, nos recuerda algo de mucha actualidad cuando se vuelve a poner sobre el tapete la propuesta de Reforma Agraria en Colombia, que en el Valle del Cauca y alrededor de casos como el poder de los señores del azúcar y la parcelación de Jamundí, se selló de alguna manera la suerte de la Reforma Agraria, al quedar excluida de la misma el sector de la agroindustria cañera, porque según ellos, afectar la misma era ‘afectar los intereses del país’.

La autora nos retata los intentos de la organización campesina en el Valle, de darle cabida a intereses particulares de los productores de economía campesina, que no necesariamente tienen que ver con la lucha por la tierra, sino con otro tipo de reivindicaciones —vías de comunicación, crédito, mercadeo— y que tuvieron expresión en hechos como la toma’ de la Alcaldía de Riofrío y las luchas de los colonos de Trujlllo.

La división de la ANUC a nivel nacional en 1972. produjo igualmente el fraccionamiento regional y permitió de nuevo a los sectores campesinos del Norte del Valle —ASGRINOV—, retomar un papel protagónico, pero ahora dinamlzando su acción dentro de la ACC, organización campesina de orientación demócrata-cristiana.

El último período, el de los años ochenta, nos enfrenta con la confluencia de viejos y nuevos actores. Los primeros expresados en antiguos líderes campesinas que intentan reconstruir la organización con un tipo de práctica más cercana a los intereses inmediatos de los campesino y priorizando la organización de baBe. Los segundos, manifiestos de un lado en el protagonismo de las ONGD— Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo—, que por momentos entran a llenar el vacío dejado por el Estado al retirar su apoyo al movimiento campesino y que coinciden con los líderes campesinos en privilegiar las pequeñas organizaciones de base como punto de partida para reconstruir el tejido de la organización campesina. El otro actor que irrumpe en la reglón es la guerrilla, que entra a disputarle al Estado la legitimidad donde su presencia es débil, y su secuela lógica, el volcamiento del Estado sobre la región —sobretodo en las dos cordille-raí—, ya wa en iu versión reformista — DRI, PNH, CAP ACA— o en iu matilfcatación repre-«iva.

K-o sus conclusiones la autora retalla, romo el campesinado vallecaucano no tuvo propuwtu alternativas creíble* en la* organizaciones de Izquierda, y cómo lo que aparece en ti horizonte no h la cnstaiUación de un gran movimiento campesino, lino la construcrlón de •dUrnativa» d resistencia o obrerivencia del campesinado, tita* conclusiones personales de la autora llaman a la controvertía, en la medida en que parece darte un gran peto a loa factor** subjetivo*, las propuitlaa da lat organizaciones de izquierda tin valorar suficientemente el rol positivo que tita* también han jugaao in la dinamizacion del movimiento campetino- e igualmente fatioret obieiW que petaron uiudio en la cntlt dr la ANUC -el cambio de la política rnatal, el papH represivo del Estado, la poca experiencia organizativa del movimiento cam-petlno—. Igualmente podriamoa aventurar una hlpolatit «obre el futuro mát opiimltta, que a parar d» la articulación dt laa alterna >*■ micro di retinencia, u estructure un movimiento amplio no tolo de lucha por la tierra tino aún mu, de ‘retomo a la tierra

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Ette documentóte enmarca dentro de trabajo* mát amplio* que adelanta el Taller PRODESAL en el Valle det Cauca, con ONU Di y pupea productivo* de bas* aue pretenden combinar, ^ loa anál'tis hlstórico-económlcoa-pol ¡ticos de carácter mát académico, con metodologías participatívaa que permitan a organizaciones de bate reflexionar acerca de su propia experiencia y utilizarla para rilnamlzar tu* prácticas futura»

H trabajo de Cri'Una Eirobar es un buen ejem pío de loe estudio* regional»* del movimiento campesino, qur m- r*li »n mora de realizar para lograr una comprensión más justa dr loa disími lea procesos reponalri en que este te ha mant fritado.

Bogol* febrero de 1988

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