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Condiciones para generar empleo a partir de la Inversión Productiva

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^ENRIQUE PENA FORERO

Abordar el análisis de la variable empleo es una tarca de suyo complicada pero de la mayor importancia o ti virtud del papel trascendental que ella desempeña dentro del funcionamiento del sistema económico y social. Abundan - zones para demostrar cuán necesario es contar con políticas y estrategias apropiadas para generar empleo, pero en la misma medida en que <u> profundiza en este tópico surge con claridad la enorme influencia de otra variable no menos destacada cual es la inversión, toda vez que la relación que las liga muestra cómo ésta es la causa en tanto que aquélla es la consecuencia. Por tal motivo juzgo pertinente centrar las consideraciones siguientes entorno de la inversión antes que en el empleo y de manera especial en los prerrequisitos para que la inversión pueda llevarse a cabo.

I. Fundamentos Teóricos

La macroeconomía del desequilibrio encuentra en la Teoría General de Keynes su punto de partida habida cuenta que en ella aparece por vez primera el problema del desempleo involuntario analizado a la luz de una óptica bien distinta a la que por entonces se encontraba en boga, como quiera que las expectativas y el dinero emergen con características propias en calidad de variables ^plicativas de primer orden1 y la inversión privada como un proceso dinámico por excelencia.3

Los planteamientos de la Teoría General entran de inmediato en conflicto con la teoría clásica y bien pronto la realidad circundante se encarga de confirmar el gran poder explii ativo de la nueva teoría, la cual se constituye en uno de los pilares del actual saber económico, en asocio con las ideas de Michael Kalecki.3

Los efectos de la inversión sobre el sistema económico se manifiestan en aumentos del nivel de empleo y de la producción de bienes cuya dem»nda efectiva genera ingresos en forma de salarios y beneficios; de otra parte hace posible la aparición del ahorro, puesto que éste es resultado y no causa de la inversión, tal como lo indicara Keynes con toda claridad4, planteamiento que, por lo demás, ha sido considerado como una de las ideas más originales de la llamada “revolución Keynesiana”6. En igual dirección y con idéntico propósito debe entenderse el mecanismo de financiamiento de la inversión a través de la creación de poder adquisitivo adicional, sugerido por Kalecki6, puesto que de él se deriva el crucial papel que desempeña el crédito, y el dinero como variable endógena1, dentro del sistema económico.

Sociedad Huilense da E conomistas Ponencia presentada en el I Foro Departamental de Empleo Organizado por SE NAL DE

Es Indispensable resai tai la importancia de este último aspecto, toda vez que por su intermedio es posible comprender la naturaleza dinámica de la macroeconomía del desequilibrio y el carácter intrínsecamente monetario de la economía, a diferencia de las interpretaciones de la Escuela de Chicago para la cual el dinero es una variable exógena y las expectativas son racionales de tal modo que no implican incertidumbre ni inestabilidad para el sistema como un todo. La interpretación de Kalecki sirve, además, para explicar el por qué la inestabilidad financiera se siente por igual en el sector bancario y en el industrial.

Cabe señalar, así mismo, cómo los planteamientos anteriores conducen al descarte de la idea de que para generar ahorro es necesaria la abstención de consumo ya que el papel que desempeña este último es vital en la medida en que sin demanda efectiva no existen Incentivos válidos para la inversión, de lo cual se deduce que las políticas económicas deben encaminarse a estimular la inversión productiva y el consumo antes que a fomentar el ahorro.8 Los resultados de las investigaciones adelantadas en el país confirman este punto de vista si se tiene en cuenta que ellos demuestran cómo la demanda es el principal determinante de la inversión privada en tanto que el crédito externo y las decisiones de política económica lo son de la inversión pública.9

2. Los Prerrequisitos

Los prerrequisitos de la inversión son todas aquellas condiciones apropiadas para generar expectativas capaces de inducir auténticos procesos de crecimiento económico, expresados en la producción creciente de bienes y servicios en ios distintos sectores de actividad económica, sean éstos del orden nacional, regional, departamental o municipal. Los prerrequisitos de la inversión, de otra parte, pueden considerarse como manifestaciones concretas de la "lógica de largo plazo del capital’’, según la cual la acumulación sólo es posible en presencia de un conjunto de circunstancias favorables que permiten el incremento de los beneficios en la medida en que preservan principios vitales del tenor de la propiedad privada, la libre empresa y la apropiación individual de excedentes monetarios generados en los procesos productivos y realizados en la esfera de la comercialización. Se entiende, entonces, que el nivel de análisis para abordar el tema planteado es de orden agregado-polifacético, toda vez que el proceso de la inversión rebasa ei simple

ámbito de la firma y los aspectos economico£ en estricto sentido.

En primer término cabe señalar que las políticas explícitas de crecimiento y desarrollo regional, departamental o municipal desempeñan un papel principal en la generación de expectativas favorables, como quiera que por este medio es posible incidir de manera directa sobre la demanda efectiva la cual, según se indicó antes, constituye el más Importante de los factores que determinan la inversión privada en el país. En este punto, sinembargo, es preciso indicar que de ningún modo ¡as políticas pueden circunscribirse al simple dominio de lo económico pues si bien esciertJP que está presente como factor explicativo no es el único ni el más importante. Sobre la demanda efectiva ejerce influencia un conjunto de factores que puede compendiarse, sin agotarlo,fu los términos siguientes:

a.    Política tributaria de gravámenes progresivos y a bienes no esenciales para la reproducción de la fuerza de trabajo, pues de este modo se libera capacidad de compra de bienes esenciales (alimentos en especial)lo cual redunda, en el largo plazo, en incrementos de productividad con susefectos bien conocidos de mayor acervo de bienes y de ingresos más altos, capaces de adquirir un conjunto más amplia bienes y servicios.

b.    Política de servicios públicos encaminada a mejorar calidad de vida y por su conducto a generar en el trabajador mayor potencial productivo así como a disminuir incapacidades y gastos en atención de enfermedades originadas en la deficiente calidad y cobertura de servicios tales como acueducto, alcantarillado y luz (diarreas, enteritis, infecciones, pérdida de agudeza visual, etc.)

c.    Política de vivienda dirigida a expandir el porcentaje de propietarios de manera que los arrendamientos dejen de ser gastos corrientesíl se conviertan en amortizaciones de empréstitos de largo plazo, lo cual tiene la virtud de liberar, paulatinamente, ingresos con destino a la adquisición de bienes y servicios.

d.    Política de seguridad y bienestar social orientada a disminuir la proporción que del ingreso corriente se destina a la atención médica especializada y al tratamiento de enfermedades profesionales puesto que ello se traduce en ia mayor capacidad de compra de otros bienes y servicios.

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e.    Política tecnológica intensiva en la utilización de maquinaria, insumas y materias primas de origen local para generar de este modo multiplicadores endógenos en la actividad

^■económica; de otra parte realizar consideraciones de orden social en la selección de la relación cap i tal/trabajo (composición orgánica del capital) evita la agudización de problemas tales como el desempleo y la inseguridad, cuya solución puede verse entorpecida cuando sólo se toman en cuenta criterios de eficiencia económica reflejados en índices de productividad por unidad de capital invertida.

f.    Política de comercialización eficiente en la cual las ganancias estén en función de los volúmenes comercializados y no en función de altos márgenes de ganancia (que se reflejan en precios también altos), porque por esta vía es

l posible preservar, y aún aumentar, la capacidad de compra, es decir, la demanda efectiva.

g.    Política de crédito y de asistencia técnica a la producción lo cual implica que a nivel del llamado consumo intermedio la capacidad de compra se Incrementa y ello contribuye a dinam¡zar la actividad económica; implica esta política la modificación del mercado de capitales en el sentido de incrementar la captación de recursos de largo plazo destinados, precisamente, a financiar actividades de largo plazo de manera integral.

h.    Política de incentivos fiscales a la mversión con alto potencial de empleo puesto

■"íjue por este camino se crean condiciones favorables para la mayor generación de ingresos y de consumo agregado.

i.    En el caso particular del Huila es pertinente indicar cómo la política de inversión de regalías debe orientarse hacia la “siembra" y no hacia el '‘enterramiento" de las miañas (al decir del colega Miguel Hernández), es decir debe realizarse un esfuerzo mas intenso para identificar alternativas de Inversión con alto multiplicador de la actividad económica antes de darle prelación a la simple construcción de

nfraes truc tur a física, sin desconocer, desde 'niego, la importancia que ésta tiene como soporte de los procesos de crecimiento económico y de desarrollo social.

En segunda instancia vale decir que el crecimiento y el desarrollo integral de los sectores rurales y urbanos constituye un prerrequisito de primer orden para el florecimiento de la inversión productiva porque de no mediar una adecuada proporción en el ritmo de evolución relativa de estos sectores surgen desequilibrios que afectan por igual tanto al uno como al otro; el crecimiento y desarrollo tecnológico del sector rural es una condición indi^tensabie para garantizar el proceso similar en la esfera de lo urbano, como quiera que para que este último se presente es menester contar con un abastecimiento oportuno y suficiente tamo de alimentos como de materias primas indispensables en los procesos industriales, los cuales, a su tumo, deben estar en capacidad de producir la maquinaria, las herramientas y los insumos requeridos para el progreso del sector rural, de tal modo que sin los elementos que garanticen esta reciproca retroalimentación es difícil pensar en procesos dinámicos y de efectos duraderos a nivel de la inversión productiva. Las recientes normas sobre reforma agraria y sobre reforma urbana parecen corroborar, en principio, este punto de vista.

En tercer lugar surge la articulación del sector público con el sector privado, mediante la planeación indicativa y la acción concertada, como un prerrequisito en cuya ausencia los factores políticos frenan las posibilidades reales de expansión de la inversión privada y, por este medio, del empleo y de la producción. Ejemplos lastimosos como la desaparición de la actividad hípica en el país ponen de manifiesto el peligro que para la iniciativa privada representa una legislación que antes que apoyarla tienda a deprimiría a través de inadecuadas exigencias que terminan por socavar la viabilidad económica de los proyectos de inversión, cuya desaparición trae aparejados altos costos económicos y sociales expresados en costos de oportunidad irreversibles, lucros cesantes en continuo aumento, desempleo abierto y franco desestímulo para darle al capital una función social y no especulativa o abiertamente ilegal.

En calidad de cuarto prerrequisito figura el grado de integración de ¡a economía regional, departamental o municipal pues la articulación físico-espacial, socioeconómica y político-administrativa dentro de una entidad territorial llega a constituir, de por sí, un importante factor multiplicador de la inversión si se tiene en cuenta la incidencia sobre los niveles de rentabilidad que pueden originarse en costos unitarios en descenso o en la eficiencia de los procesos de comercialización de materias primas, productos terminado!, subproductos y derivados. Desdo este punto de vista debe considerarse además que los (lujos de información y de servicios de apoyo tanto a la producción como a la gestión empresarial desempatan un papel cuya importancia es inocultable a la luz de las crecientes presiones y exigencias de orden tecnológico y competitivo que el incesante avance de la ciencia y de la técnica impone a los sectores productivos del país, ya no sólo pars asegurar beneficios dentro de rangos aceptables sino para asegurar la permanencia misma de las distintas actividades productivas en sus mercados respectivos.

Como quinto prerrequisito surge la necesidad de estimular sociedades mercantiles con capacidad de generar amplios procesos particípateos a nivel de la comunidad y, entonces, se antoja deseable la promoción de las sociedades anónimas y el fomento de la acción comunitaria pues mientras que las primeras representan un excelente medio pra democratizar la propiedad empresarial la segunda es una estrategia para obtener montos mínimos de recursos que hagan posible inversiones de Ínteres comunitario que de otro modo quedarían al mareen de toda posibilidad real de convertirse en proyectos concretos. Debe destacarse, de igual modo, que la sociedad anónima presenta ventajas en lo que a consecución de financiamiento hace referencia si se considera que fuera de la capitalización mediante la emisión de accione1 dispone de alternativas tales como la reinversión de utilidades, el manejo discrecional de precios de venta y el crédito bancario. Es menester, sinembargo, reconocer que el mercado de acciones ha perdido en gran medida su espíritu original y se ha convertido en escenario de complejas transacciones en las cuales el objetivo fundamental es lograr el control de empresas consideradas estratégicas desde diversos puntos de vista.

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El aprovechamiento del potencial profe- ® sional presente en la región bien puede considerarse como un prerrequisito adicional pues a nadie escapa que la misión del recurso humano más capacitado es la de contribuir positivamente al progreso del conglomerado social al cual pertenece. Con todo, para que ello sea cada vez más una realidad antes que una simple posibilidad es preciso que desde las aulas universitarias se oriente la formación hacia el logro de una mentalidad emprendedora y creativa, que con el apoyo de conocimientos apropiados pueda afrontar con resolución los retos y riesgos que acompañan a una actividad p tan importante como es la creación de fuentes de empleo a través de la Inversión productiva. Esta vital orientación requiere de medidas complementarias en lo tocante a capacitación técnica de carácter especifico y de respaldo financiero eficaz pues vale la pena recordar que en esta matoria aún queda mucho por hacer como quiera que la inmensa mayoría de profesionales carecen de este tipo de estímulo institucional. Huelga advertir que no se trata de “paternalismo estatal" sino de una real aproximación a lo que puede llamarse un “capital de riesgo ’ cuya principal contrapartida es la idoneidad profesional de quien se compromete a llevar adelante la inversión, la V conclusión que se deriva no puede ser otra distinta a la de señalar que el sistema universitario debe ser exigente y riguroso en la formación que imparte pues sólo en la medida en que ello sea cierto será igualmente válida la contrapartida que configura cada uno de los egresados de este nivel de formación.

De alguna manera vinculado con el anterior aparece como prerrequisito de la inversión la necesidad de capacitar el personal directivo de las empresas para que sea cada vez más eficiente| en el desempeño de sus funciones, de las cuales depende, en alto grado, la prosperidad o el atraso que una sociedad exhiba en un momento determinado, ij excelencia directiva permite identificar promisorias alternativas de inversión, planear de modo conveniente el sendero de las empresas en funcionamiento y promover estilos de trabajo que contribuyan a crear compromiso recíproco entre el trabajador y la empresa, todo ello en favor de la comunidad que se beneficia de múltiples formas, de entre las cuales vale señalar, por ejemplo, la adecuada utilización de recursos, la generación permanente de empleos^ e ingresos, la diversificación de las opciones de compra y la calidad y precios controlados en bienes y servicios.

A todo nivel es indispensable que los v proyectos de inversión correspondan a formulaciones objetivas, producto de reflexiones y estudios cuidadosos, que consulten la realidad circundante y busquen solucionar problemas prioritarios o aprovechar potencialidades ciertas, de modo que al convertirse en proyectos lo hagan sobre premisas probadas con suficiente posibilidad de éxito, toda vez que sólo así tendrán plena justificación económica y social; de esta manera es claro que la inversión tiene en la planeación un prerrequisito cuya trascendencia es preciso resaltar en una oportunidad como la presente. La planeación macroeconó-mica lejos de ser un ejercicio estéril es una ^ metodología capaz de convertir en realidad lo que en un momento dado parece una utopía, pero requiere, de otra parte, de un trabajo interdisciplinario e interinstitucional que debe plasmarse en estrategias de acción encaminadas a forjar de entre todos los futuros posibles alternativos el que luzca como el más deseable, de acuerdo con las circunstancias, recursos y aspiraciones de la comunidad comprometida en el empeño; no es gratuita, entonces, la coincidencia del Ínteres di> COLCIENCIAS por impulsar la metodología prospectiva como parte principal del Año de la Ciencia y la Tecnología con el nuevo impulso que está >» adquiriendo en el país la planeación expresada en la obligación que timen los municipios colombianos de presentar en este año planes simplificados o integrales de desarrollo. En el fondo existe la convicción que aún en condiciones de ¡ncertidumbre es preferible ligar el futuro a ciertos desarrollos posibles ant^s que depender por completo de los avalares del destino,

Por ultimo cabe hacer mención de los aspectos ecológicos como prerrequisitos de la inversión de largo plazo pues ¡m un modelo armónico entre los procesos de crecimiento **- económico y las políticas de protección ambiental, la factibilidad técnica, económica y social de la inversión simplemente tiende a desaparecer por sustracción física de materia. ¿Qué sustento real puede tener en el futuro la inversión si los suelos que otrora fueron cultivables se convierten en desiertos, si los recursos forestales son devastados, si el aire es contaminado, si los ríos, mares y océanos r<on envenenados, si la fauna es aniquilada y la flora arrasada sin piedad?. Una pregunta de estas dimensiones sólo admite una respuesta obvia pero que, por lo mismo, llama a la reflexión y al ' cambio de rumbo.


Notas

^OBRFtiON DIAZ, CirLoi J- tuerteo. fvVy'ii'j La ínacroccunorHta di’J    uilibrta.

Editorial Trilla». Móxlvo DE 1983 p. 18

2KUMO l)t URgniA. Rifuc]. Vl#encli de Keynei y lo K *■ v neil anoEn: RUBIO DF LIRQCIA Rafael y otroi. La Herencia de Kr\net, Alianza Editorial. Madrid 1980 p 31

^EICIINER. Alírod S.1Introducción” En: ElCHNFR, Allred S. (Editor). Economía Poitkcyntñiana. Hinninn Blume 1984. p. 26

*K EY N ES, John Maynard. Teorta General de Ja Ocupación, el Inter#i y ti Dinero, Fondo de Cultura Económica. México [),P. 1 A*4. Octava reiiriprerián. d.3 04

^PARKER FOSTER. Glmdyi. "El Flninci»-miento de la Inventón". Coyuntura A Uro pecuaria No. IT Bogotá, DE. Abrtl de 1088. p,49 Traducción de Luli Loren te

®KALECKI, Micha!. KnM\o§ Etcaaldoa *obrt> Dinámico de la Economía Ca¡n talista, Fondo de CuJtura Eeorftmlct México D.F. IflTJ. la. Edición en e«t>añol4 p.44

^PARKER. E.G., Op cit p.64

®!.ORENTEH Luí l. “Lai Premíaaa del Análió* Eco nfimico1 \ Coyuntura A gropc cuarta. No. 18. Bogotá D,E. 1 u Slo-c ctubre de 1 p.lGT

®OCAMPQ, Joaé Antonia, et. al. uCompor-(amiento del Ahorro y la Inverdófi: Evolución Hiiubrica y De terminante*". En: LORA. Eduaido (Editor) Lecturas de Macroeconomta Colombiana Tercer Mundo Editores. Bogotá, D,E. 1988 p. 86

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