Fragmento del ensayo

"El Pensamiento Político de Mario Vargas Llosa"

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MIGUEL A. GOMEZ M. 1 '

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DE LA REVOLUCION A LA REFORMA

La* opiniones políticas. Mano Vareas Llosa, las publica sobre todo en artículos de periódico y columnas. Cuando escribe novelas, sr aleja del campo de los programa* políticos. Como escritor, debe Intentar abrir todas las puertas dr par en par. Incluso el irracional iflno -también para un autor realista como él- tiene su justificación, toda vez que hay elemento* de un pensamiento Intuitivo y espontáneo que pueden guiar al autor *n el descubrimiento de la formulación dp su tema. La composición de una novela —para el escritor peruano— es un proceso intimo que a veces lo hace deprenderse de su contexto y lo sumerge en un mundo imaginario enteramente eviritualizado

Iaí opiniones sobre literatura y el trabajo literario »!e Mario Vargas Ilesa, no han cambiado fundamentalmente, en csmblo en el transcurso de los últimos anos sus opiniones acerca de la política har rspenmentado serias y profundas mutaciones. Hubo una época en quise encontraba muy cerca del análisis marxista. Le pancia que éste era el que mejior espiaba la realidad latinoamericana creía entonces en la revolución en el cambio violento de las

estructuras de los países subdesarrollados, para podet resolver nuestros problemas, hoy en día se confiesa más reformista que volucíonario1.

La anterior tesis, podrá ser sustentada y argumentada si nos remitimos a la vida del escritor peruano y a sus relaciones con el socialismo. La ciudad en la que nació, Arequipa, en 1936, situada en el sur del Perú, en un valle de los Andes ha sido célebre por su espíritu clerical y revoltoso, por sus juristas y sus volcanes, la limpieza de su cielo, lo sabroso de sus camarones y su regionalismo. Vivió de Uno a diez años en Cochabamba (1936-1946), Bolivia; de esa ciudad, donde fue inocente y feliz, recuerda más que las cosas que hizo y las personas que conoció, las de los libros que leyó: Sandokan, Nostradamus, Los Mosqueteros, Tom Sawyer, Simbad. Las historias de piratas, exploradores y bandidos, los amores románticos y también los versos que su madre escondía, y que leía sin entender, sólo porque tenían el encanto de lo prohibido. En 1948, la familia se trasladó de Cochabamba a Piura, allí se enamoró de la costa peruana, a primera vista le impresionaron esos tres mil kilómetros de desiertos, apenas interrumpidos por breves valles surgidos a las márgenes de los ríos que bujan de los Andes y contra los que rompen las aguas del Pacífico. Piura, rodeada de arenales fue su primera experiencia peruana, En el colegio Salesiano, sus compañeros se burlaban de él, porque hablaba coma serrano —haciendo sonar las erres y las eses— y porque creía que a los bebés los traían las cigüeñas de París. Ellos le explicaron que las cosas sucedían de manera menos aérea. El gran pueblo que era Piura, estaba lleno de sucesos que encendían la imaginación. Había la Mangacheria, de cabañas de barro y de caña brava, donde estaban las mejores chicherías y !a Gallinacera, entre el río y el canal. Ambos barrios se odiaban y surgían a veces batallas campales entre “magaches” y “gallinazos”, y había una “casa verde", el

prostíbulo de la ciudad, levantado en pleno desierto, del que en las noches salían luces, ruidos y siluetas inquietantes. Ese sitio contra el que tronaban los padres salesianos, lo asustaba y le fascinaba, y pasaba horas hablando de él, e^iándoto y fantaseando sobre lo que ocurriría en su interior. De ese recuerdo sugestivo de su infancia nació LA CASA VERDE, publicada en 19662, unB novela en la que, a través de los trastornos que en la vida y en la fantasía de los piuranos causa la instalación del prostíbulo, y de las hazañas e infortunios de un grupo de aventureros en la amazonia, trató de unir en una ficción a dos regiones del Perú —tan distantes como distantes— el desierto y la m jungla. Su primer libro de varías historias3, también se debe a recuerdos piuranos: LOS JEFES, escrito en 1959. Los peruanos de su edad, crecieron en medio de esa tierna violencia o ternura violenta, que intentó recrear en sus primeros cuentos. Conoció Lima cuando empezaba a dejar de ser niño, a la edad de trece años, es una ciudad que odió desde el primer momento que la vió en 1949, porque fue en ella bastante desdichado. Sus padres habían estado separados y, luego de diez años volvieron a juntarse. Vivir con su padre significó separarse de sus abuelos y líos y someterse a la disciplina de un hombre severísimo que era para él un hombre desconocido. Sus primeros recuerdos ^’ de Lima están asociados a esa difícil experiencia. Vivía en Magdalena, un típico distrito de clase media, pero él iba a pasar los fines de semana cuando sacaba buenas notas —fue su primer premio— donde unos tíos, en Miraflores, barrio más próspero, vecino al mar.

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Allí conoció a un grupo de muchachos y muchachas de su edad con los que compartió los ritos de la adolescencia. A eso era lo que se llamaba entonces un “barrio”: una familia paralela, cuyo hogar era una esquina y cor quienes jugaba al fótbol, fumaba a escondidas, se aprendía a bailar Mambo y a declararse a las chicas. Comparados con las generaciones que les han seguido, eran angelicales. Los jóvenes limeños de nuestros días, hacen el amor al mismo tiempo que la primera comunión y fuman su primer “pito” de marihuana cuando aún están cambiando de voz. Ellos no sabían que las drogas existían. Sus metaperradas no Iban más allá de colarse en las películas **" prohibidas que la censura eclesiástica calificaba de “impropias para señoritas”— tomarse “un capitán” —venenosa mezcla de vermouth y pise 07

' Recuerda una discusión muy seria que tuvieron los varones del barrio —serían de 14 a 15 años— para determinar la manera de besara la enamorada en el mantineé del domingo. Lo que Giacomo Casanova -llamada chauvinistí-camente el “estilo italiano” o beso lingii ístico— fue unánimemente descartado como pecado mortal.

El año de 1950, fue un verdadero drama. Su ^ padre descubrió que escribía poemas, tembló por ei futuro de su hijo —un poeta— exclamó —está condenado a morirse de hambre— y por su “hombría” (la creencia de que los poetas son todos un poco maricas, está en cierto medio aún muy extendida) y, para precaverse contra estos peligros, pensó que el antídoto ideal era el colegio militar Leoncio Prado. Permaneció hasta el ano 52 en dicho internado. El Leoncio Prado, era un microcosmos de la sociedad peruana. Entraban a él muchachos de clases medias que adraban a seguir las carreras militares, y también jóvenes de los sectores V humildes, pues el colegio tenía un sistema de becas que abría sus puertas a los hijos de las familias mas pobres. Era una de las pocas

Vargai Llosa

instituciones del Perú donde convivían ricos, pobres y medianos; blancos, cholos, indios, negros y chinos; limeños y provincianos. El encierro y la disciplina fueron para el insoportables, así como la atmósfera de brutalidad y matonería. Pero cree que en esos dos años aprendió a conocer la verdadera sociedad peruana, esos contrastes, tensiones, prejuicios, abusos, resentimientos que un muchacho del barrio Miraflores no llegaba a sospechar que existían. Está agradecido al Leoncio Prado, también por otra cosa: le dió la experiencia que fue la materia prima de su primera novela, escrita a la edad de los 23 años y publicada en 1963: La ciudad y los perros4, ella recrea c.on muchas invenciones por supuesto, la vida en ese microcosmos peruano.

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Entró a la Universidad de San Marcos en 1953, era la época de la dictadura del General Manuel Apolinario Odria, que duró de 1948 a 1956, época en que los peruanos de su edad pasaban de niños a hombres, con el general Qdria, la barbarie volvió a instalarse en el Perú, la corrupción, la mentira, la delación, el abuso, adquirieron carácter de instituciones púbpcasy contaminaron la vida del país. Entró a estudiar derecho y letras. San Marcos, Universidad laica y nacional tenía una tradición de inconformismo que le atraía tanto como sus posibilidades académicas, ya había perdido la fn entre los catorce y los quince años, y quería dejar de ser “un nino bien” de una “familia decente”. Aprislas y comunistas estaban en la clandestinidad, entonces comenzó a militar en CAHUIDE, nombre con el que se trataba de resucitar al partido comunista, muy golpeado por la dictadura, era la época del reinado de estalinismo, del dogmatismo en el partido comunista, y en el campo literario, la estética oficial para el realismo socialista. Aquí empezó su decepción y desencanto con la izquierda que se iría haciendo más fuerte a medida que pasaba el tiempo. Un camarada sectario, le dijo que era un subhombre, pues en un debate afirmó que la novela “Así se templó el acero” de NikoUi Ostrovski, era una novela anestésica y defendió “Los alimentos terrestres” del entonces decadente André Gide .

Decíamos, que cuando tenía quince años, «9 Vargas Llosa, descubrió la política, la descubrió asociada al socialismo, quedó inmediatamente convencido de que lo único que se podía oponer al horror del odrismo (que era decir el horror del subdesarrolio, la ignorancia, la explotación, la desigualdad que son aún la realidad de un país como el Perú y la mayor parte de los países latinoamericanos) era el socialismo. Que sólo el social i ano podía sacara estos países de esa forma de vida aberrante e injustificable. Entonces en un primer momento, el socialismo para él, era la respuesta única y, también una especie de llave mágica para resolver todos estos problemas, desde los * culturales hasta los económicos y sociales. La realidad te irá diciendo que las cosas no eran tan fáciles, que no se trataba sólo de optar por el socialismo como una solución mágica y automática de todos los problemas, para ese entonces la revolución cubana fue para él —y para muchísima gente— una respuesta maravillosa a ese problema, y pensó que ella venía a demostrar no solamente que era posible romper con el Imperialismo, con el latifundio, con la explotación y las desigualdades sociales en nombre del socialismo, sino que era también posible romper con el dogmatismo, Instalar un socialismo que pudiera realmente reconciliar el ¿ término de justicia y el de libertad y democracia. Eso fue lo que despertó su entusiasmo inicial por la revolución cubana. Desde la prlmtra vez que fue a Cuba6, vió que tampoco las cosas eran claras y tan simples, que la revolución cubana tenía unos síntomas internos de autoritarismo bastante grandes.

Pero indudablemente ese aspecto negativo era allí mínimo comparado con el aspecto positivo, con el cambio gigantesco que se estaba operando en unas condiciones dificilísimas y terribles como las que se debían enfrentar. Entonces, para vargas Llosa, esas pequeñas . discrepancias u objeciones que podía tener con ^ Cuba quedaron acalladas o silenciadas teniendo en cuenta el aspecto positivo de la revolución y lo que Cuba significaba en ese momento para América Latina.

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En un artículo, escrito en 1962, Vajeas Llosa manifestaba que acababa de pasar dos semanas en Cuba, en momentos que parecían críticos para la isla, y vuelve convencido de dos hechos que le parecen fundamentales: la revolución esté sólidamente establecida y su liquidación sólo podría llevarse a cabo mediante una invasión directa y masiva de Estados Unidos, operación que tendría consecuencias incalculables, y en segundo lugar el socialismo cubano es singular, muestra diferencias flagrantes con el resto de países del bloque soviético y este fenómeno puede tener repercusiones de primer orden en el porvenir ♦ del socialismo mundial7. Además afirma que no existe una censura destinada a preservar la pureza ideológica de las publicaciones, cuenta que hace poco apareció en Cuba un ensayo pintoresco e inverosímil titulado: El esplritualismo y la santería a la luz del marxismo. Una vendedora de tienda le recomendó el libro con las siguientes palabras: “es un ensayo muy interesante, compañero, de materialismo esotérico"8.


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Escribe que el reconocimiento del marxismo como filosofía oficial de la revolución, no m impide, al menos por ahora, la existencia de otras corrientes ideológicas y que éstas puedan expresarse libremente. La afirmación de Fidel Castro ante el Congreso de Escritores Cubanos:

“dentro de la revolución todo; contra la revolución nada", se cumple rigurosamente en el arte y la literatura, ésto salta a la vista, para el escritor peruano; no hay una estética oficial, durante su estadía en la Habana, el Consejo Nacional de Cultura, donde se halla uno de los mejores escritores contemporáneos de lengua española, Alejo Carpentier, auspiciaba una retrospectiva del subrealista Wilfredo Lam y una exposición colectiva de pintores jóvenes, que eran todos abstractos. En las publicaciones literarias, se rendía homenaje a William Kaulkner, se elogiaba a Saint-John Perse y se discutía con pasión a los novelistas objetivos. Inclusive en tres de los mejores escritores jóvenes de Cuba, Ambrosio Fornet, Edmundo Desnees y Jaime Sarusky, es innegable la influencia de Jean Paul Sartre®, Pero en Vargas Liosa, al cabo de los años, y en la medida en que Cuba fue conquistando su derecho a la supervivencia, a un precio que a su juicio es muy alto, es decir el de la adopción de una línea prosoviética y la asunción de un socialismo de características también soviéticas, o si se quiere ortodoxas, rechazando y renegando el socialismo un poco libertario, origina!, democrático y bastante abierto que Darecía ser el socialisno cubano de los comienzos; se fue creando un distanciamiento creciente, una actitud cada vez más crítica.

NOTAS

^ El escritor tiene “Que abrirse de P>j en par trida i las puertas”. F n travísta con Mario Vir|U Llosa En: ft'ilafú Humbaldt, Munich. 25<fll1. p.71, 1984.

2Véaie VARGAS LLOSA. Marta “C6mo naee una novela”. En: Re unta Américas, Washington 31<3), p.3-8. mano 1979 Fate artículo reproduce un relato Informal y revelador que eJ autor da de cu creación y mi descubrimientos entorno a ella, Vaiifai Llou dice: “EJ viaje (a la región amazónica del Perú en 1958. Nota MGM) fue importantísimo en mi vida. porque di él salieren dos libios mío*. La Casa Verde y Pantaleán y las Visitado ras'*,

A ce fe a de la novela La Casa Verrfí*. publicada en 15M5G. véase también:

SH1VERS, Georje A. “La dualidad y unidad en La Cata Verde de Mario Vardil Llosa". En: Arbor. Madrid. 07 (378). púginaa 89-96, junio de 1977.

SABOGAL WIESSE. José R. “La Casa Verde de Mario Vargu Llosa*. En’ Churmichasun, Huancaya, Peru(2), p 13-17. junio de 1976.

GOMEZ MEJl A, Fianclaco Eladio “En torno a la Caaa Verde". En1 Balettn CuIfuraJ y Bibliográfico. Banco de la República. Vol. IX, No. 6.. p, 12201228. Bogotá. 19fi6

SOREL. Andrea “Vargas Llou, Mario. La Caaa Verde. En: Cuaderno* Hispana americanas, Madrid. No. 205, p. 186, enero de 1967.

Sobre la nivela Pan taleón y loé visitad a ras, publicada en 1973. véase:

CANO GAVIR1A, Ricardos "Vargaa Llosa. Mario. Pantaleón y las Vi di adoras’ En: ECO. Revista de la cultura de accidente, Bogotá, Tomo 26. No. 163. p. 108-113, 1972

3 Vé*te VARGAS LLOSA. Mario. Lo i Jefe*. Relatas, Sel* Barral. Barcelona. 1980 Edición definitiva junto aJ relato “Los cachorroa M

4Váue VARGAS LLOSA. Mario. La Ciudad y las Perro*. Selx Barra]. Barcelona 1963. Además:

CAMACHO GUIZADG, Eduardo La Ciudad y los Ferros. Poi Mario Vargas Llosa. En.floJsíin Cultural y Bi blia gráfica del Banca de la República Bogotá. VoL X1L No. 4. p. 048 64 9. 19fl4

SILVA CACERES, Raúl H Mario Vargai Llosa: La Ciudad y loa Perros, Ed: Cuadernal    Hispanoamericano!.

Madrid, No. 173. p.416-422. mayo de 1964.

BATILLO, José: Mailn Vargas Llosa. L¿i Ciudad y los Perras, En: Cuaderno* Hispanoamericanos, Madrid. No. 178. p.199-203, octubre de 1964

VALENCIA, Goelkel. H. “La Ciudad y los Perros",En:    Cultural y Bi

bUográfica del Banca de la R.epü-büca, Bogotá. Vol. Vil, No. 6. p. 1014 1017. 19fl4

'Para la elaboración He la biografía intelectual de Mario Vargas Llosa noi apnyamoi en loa dguientea materiales:

TORRES FIERRO. Danubio. “Varga» Llosa Hiitoria de una sedición”. Entrevdita, En: Lecturas Dominicales de El Tiempo, Bogotá, 1 2 de junio de 1977, p. 1 1 y siguientes,

VARGAS LLOSA. Mario “Años de aprendí aje. En: Lectura* Dommi calet de El Tiempo, Bogotá, 5 de febrero de 1984, p 12 y siguientes.

"Personaje de su propia novela". En: Lecturas Dom fn leales de El Tiempo, BngútA, 13 de febrero de 1977. p.lfi y riguientes.

Un libro fundamental para comprender la obra y la actividad del escritor peruano es el del critico peruano José Miguel Oviedo. Mario Vargas Llosa. La invención de uno realidad, Barra! Editores, Barcelona. 1970. Aquí se presenta ]a vida y la obla del escritor peruana desde una triple perspectiva: biográfica, t&rtrics y crítica; comprende el análida de todas Isa obras literarias de Var^ai Llosa publicadas hasta 1969. así mi amo anuncia la aparición de la novela Pantaleári y las Visitadoras para 1973. Es necesario anotar la ausencia de eatudioi críticos como el de J M. Oviedo Que ic ocupan de la obra literaria del narrador peruano de 1969 hasta boy. esta anotación es, can mayor ratón válida, para el estudio del pensamiento político de! escritor en cuestión.

MIRANDA, Julio E, "Sobre Vaigai Llosa un libro necearlo (a propósito del libro de José Miguel Oviedo)**, En: Cuadernos    Htifianoüméricano s,

Madrid, Noa 253-354, p 314. ene ro-íebrero de 1 97 I.

Veaie también la elogiosa reseña de] libro de J. M. Oviedo, hecha poi Juan Gustavo Cobo Barda, En: ECO, fteuitta d** lo cultura de accidenté. Bogotá. No 140. Tomo XXIV.

2 de diciembre de 1971, p.107-111.

®Váiie: A Cuba en état de stége. En Cuba país Aliado1 “Durante todo el bloqueo de Cuba —cerca de un mea— las escasas noticias procedentes de la isla no permitían hacerse una idea de las reacciones del público. El periodista peruano Mario Vargas Llosa, que ae hallaba en La Habana, acaba de regresar a París y describe lo que vió en las calles de la capital: la presencia continua de aviones norteamericanos sobre Cuba era de todoi modos agobiante. Por doi días seguidos vi a los aabrei volar, en pleno día, a trescientos metroi de altura, sobre el malecón, donde se babía Instalado muchas bat erias antiaéreaa.. **, Ed: Vargas LIomo. JH. Con ira uifnío y maree. I <1962-1972).

Sel» Barral. Biblioteca breve, Barcelona, 1986. p. 21-29. Este artículo ae publicó por primera ver en el periódico Le Monde de Paría el 23 de noviembre de 1942. con el título de "A Cuba en étst de riáge”

^VARGAS LLOSA. M. “Crónica de una revolución1', p 30. En: Contra viento y marea l. Seis Barra!. Barcelona, 1986

®Ibi¿. p.32

■VARGAS LLOSA. Op. CU., p.32.

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Prvfetor Departamento icopedmgogia Univtnídad Surcolomb<ana