Erasmus Semilleros de Investigación

e-ISSN 2590 - 759X


Ensayo Académico
Revista Erasmus Semilleros de Investigacion

Enero-Diciembre 2017;2(1): 56-58



LA ALTERIDAD COMO BASE FUNDAMENTAL DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA SOCIEDAD



Cristian David Camacho Rodríguez



El ser humano desde múltiples facetas de su vida se ha visto marcado por experiencias nada comunes, o poco similares a los entornos en los cuales creció, asociándolo aalgo nuevo, novedoso, extraño, diferente para él y su concepto de normalidad. He aquí el primer encuentro con un término que nos enseña a unirnos más a lo nuevo, a lo diferente, conocido como la Alteridad.


Normalmente se habla del termino alteridad como la condición de ser otro (RAE, 2016). Este concepto hace referencia a lo extraño, a lo que se nos hace desconocido y nuevo para nosotros, es decir, al cambio que existe entre mi cultura y la del otro, mi especie y la del otro, mis costumbres y las de los demás. Todo esto nos da un reflejo de lo que es la alteridad que busca siempre mirar desde aquel sentido diferente. Por tanto la alteridad implica ponerse en el lugar de ese “otro”, alternando la perspectiva propia con la ajena e identificando aquellas diferencias que nos hacen únicos, diferencias que nos dan el toque de originalidad entre los demás, pues aprendiendo, conociendo y planteándonos los diversos puntos de vista acerca de lo extraño, la humanidad ha avanzado en la creación de la ética, las bases constitucionales, los derechos humanos, o sea, ha logrado consolidar una sociedad al reconocer al otro como un ser que merece ser escuchado y que tiene las mismas oportunidades para salir adelante.


Aplicando este concepto al entorno científico nos damos cuenta de que en cualquier diferencia biológica aplica la alteridad, por ejemplo la diferencia entre dos especies: la de los seres humanos con los chimpancés, es sólo de un 1% a nivel del ADN. Neil deGrasse Tyson nos expone este ejemplo de manera más detallada en sus charlas:


“Si miramos al más cercano de los parientes del ser humano, sería el chimpancé, compartimos cerca del 98, 99 % de idéntico ADN, somos más inteligentes que el chimpancé, así que inventemos una medición de inteligencia que haga a los humanos únicos, digamos que tu inteligencia es tu habilidad para crear poesía, sinfonías, arte, matemáticas y ciencia (es una definición arbitraria), los chimpancés no pueden hacer nada de eso, sin embargo compartimos cerca del 98, 99 % de idéntico ADN, el másbrillante de los chimpancés que hubo jamás, tal vez pueda hacer algo de lenguaje gestual, bueno nuestros bebes pueden hacer eso....entonces todo lo que somos que nos distingue de los chimpancés emerge de ese 1 % de diferencia en el ADN, ... tal vez esta diferencia no es tan formidable como creemos, nos decimos que es mucho, pero tal vez es nada”


Cualquier rasgo diferente, en este caso aquello que denominamos la inteligencia cabe en ese 1% que nos hace únicos como especie, y son esas pequeñas diferencias las que nos llevan a construir, diferenciar, mirar perspectivas controversiales y entender cada una de ellas como parte de nuestro ser, nuestro conocimiento. Aquella diferencia biológica es la que nos da una identidad, una relación con una especie en donde todos somos un conjunto de individuos. Pero si nos enfocamos en nuestras diferencias de manera negativa cometemos un grave error, porque despreciamos la diversidad y tratamos de homogeneizarla en vez de entenderla y crear nuestro punto de vista, debemos por tanto resaltar lo que nos hace iguales, y también lo que nos une y nos define. No podemos comparar como bueno o malo aquello extraño a nuestro ser sin argumentos teóricos convincentes. Debemos esforzamos por entender a fondo aquel pensamiento, ideología, cultura, costumbre o definición diferente, para así poder dar nuestro veredicto final, nuestra postura acerca de aquello que nos incomoda. Y para esto debemos estar familiarizados y conocer primero nuestros ideales, pues por ejemplo no podemos decir que el islamismo es malo sin ni siquiera tener claras las bases de esta religión, o porque yo no la práctico. Aquí nos encontramos con un punto fundamental para construir sociedad: conociéndonos a nosotros mismos podremos dialogar y entender lo ajeno, haciéndolo parte de nuestro ser.


De forma más entendible lo que estamos haciendo cuando hablamos de alteridad es aplicar el valor de la tolerancia, un valor que se ha perdido últimamente y que ha traído como consecuencias guerras y todo tipo de violencias. Es por estevalor que se guio Estanislao Zuleta para decir que el conjunto de los 109 derechos políticos, sociales, culturales, etc, se resume en un solo derecho, el derecho a ser distinto.


Y reconocer que una persona es distinta es saber que tengo diferencias con ella, que posee formas nuevas de ver el mundo y tiene una visión distinta de las cosas que a mí me rodean y que pienso que son de aquella manera, sin cambio alguno. Pero si nos acercamos a esa persona atraídos por conocer su opinión, su punto de vista, lograremos hacer consenso, creceremos como humanos, empezaremos a tolerar a esa persona y nos daremos cuenta de nuestras falencias o nuestras exactitudes en nuestro punto de vista, siempre aplicando la tolerancia como norma de la alteridad. Es decir replantearemos nuestro pensamiento al conocer y entender al otro, estableciendo relaciones sociales que son la base de toda civilización. Y es en este mismo sentido que Gandhi lo tomó al decirnos que “las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo se acabarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista”. La alteridad, de hecho, sigue este principio y nos invita a conocer a ese otro, sus costumbres, su pensamiento , pasando de ser personas individualistas, en un mundo donde reina el egoísmo, a tener una mente más abierta alejada de cualquier apego a alguna teoría, pasando a pertenecer a una comunidad basada en el respeto por las ideologías de los demás, una comunidad que trabaje en pro de toda la comunidad, que no siga un solo ideal al considerarlo verdadero, sino que respete el derecho a ser distinto y se esfuerce por crear escenarios donde todos tengan las mismas oportunidades. Este principio actualmente está relatado en la mayoría de partes del mundo, lo podemos encontrar en su Constitución Política, aunque son muy pocos quienes la siguen de forma eficiente.


Por lo tanto podemos decir que para construir sociedad no basta sólo con hablar y establecer lazos económicos entre las personas, no, debemos hacer uso de la alteridad, que se encuentra basada en tres pilares fundamentales:


Conocer nuestro punto de vista: el que nos da una identidad, una originalidad, no podemos criticar algo si no conocemos bien sobre nuestra perspectiva.


Comparar nuestra visión de las cosas con los demás puntos de vista: aceptando que el otro tiene una visión diferente de las cosas, que piensa distinto por su cultura o ideología, entre otras. Y para comparar la mejor forma es el dialogo, el consenso.


Tolerar: a esta última llegamos cuando estemos seguros de nuestro punto de vista y hayamos conocido el de los demás, así sabremos qué opina él, por qué lo dice, y nos sentiremos parte de una comunidad basada en el respeto a lo diferente.


Todos estos factores nos llevarían a ser una sociedad más humanizada en que prevalezca el respeto por los otros, por las minorías, por las especies, por nuestra cultura, religión y otros factores sociales. Y este principio es aquel que debemos practicar en una sociedad donde el ego está destruyendo nuestra humanidad, donde el individualismo se impone como una nueva ideología y el bienestar común ya no es tenido en cuenta, una sociedad envuelta en problemas sin unión entre las culturas.


Referencias bibliográficas


  • De Grasse Tyson, Neil.2010, ¿Qué tan inteligente es el ser humano?, video de youtube disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=7YaADFObiTk.

  • Pérez Porto, Julián y Merino, María. 2012, Definición de alteridad. Disponible en: http://definicion.de/alteridad/

  • RAE, 2016. Diccionario de la real academia española, Concepto de Alteridad. Disponible en: http://dle.rae.es/?id=26jwiNv.


  • Recibido: 10/08/2017 Aceptado: 09/11/2017