Entrevista
Revista Erasmus Semilleros de Investigacion

Enero-Diciembre 2018;2(1): 93-96



ENTREVISTA A LA PROFESORA MARTHA MOSQUERA


La siguiente entrevista fue realizada por Alix Dayanna Quiroga León.1

La entrevistada fue la profesora Martha Cecilia Mosquera Urrutia.2



Alix Quiroga (AQ): Buenas tardes, profesora Martha Mosquera, es un gusto poder compartir este espacio con usted. El propósito de la entrevista es reconocer su trabajo, y toda la trayectoria que ha tenido con relación a los semilleros de investigación. Para empezar, me gustaría preguntarle ¿Cuál ha sido su trayectoria académica en investigación?


Martha Mosquera (MM): Yo estudie la Licenciatura en Matemáticas en la Universidad Pedagógica Nacional y ahí, creo, empezó todo. Uno de mis maestros, el profesor Carlos Luke, tuvo la idea de hacer un Encuentro de Geometría. Hoy, ese encuentro es uno de los más reconocidos, a nivel departamental, que realiza la Licenciatura. El profesor nos asignaba exposiciones incluso cuando, en ese entonces, yo me encontraba en el primer semestre. En el encuentro asistían ponentes de talla internacional y nos correspondía exponer cosas de la clase del profesor.


Después, cuando empecé a trabajar en el colegio, Colciencias no existía como departamento todavía, pero sí existían algunas iniciativas, como la del profesor Marco Raúl Mejía, que se llamaba Expedición Pedagógica. Decidí participar mientras aún me encontraba vinculada a la Universidad y trabajaba en el colegio. Lo que hacíamos era conocer el contexto, trabajar con los profesores, realizábamos actividades de actualización, y ayudábamos a fortalecer el desarrollo de las competencias científicas de los profesores, a partir de peque˜nas investigaciones que ellos hacían con los niños.


Más tarde, trabajé en un programa que se llamaba Coclí-Coclí. Era una idea en la que se realizaban investigaciones en el aula, y se socializaban con los niños. Iban un poquito más allá de hacer una feria de la Ciencia, pues la idea era que los chicos hicieran pequeños escritos, que guardaran sus experiencias y propusieran temas que quisieran conocer, pero había mucha resistencia de parte de muchos compañeros porque, como pasa hoy en día con Ondas, los niños hacían preguntas que, por alguna razón nosotros, los profesores no podíamos contestar. Como respuesta, optábamos por decir (y no de la manera m´as agradable), eso no es de la clase, o eso no está en el tema-. Cosas así


Más tarde, en la Universidad de Caldas se empezó hablar de Semilleros de Investigación. Esto surgió como una forma de protestar porque, en ese tiempo, había un grupo de estudiantes, sobre todo de Matemáticas y de Física, que salieron a realizar estudios en Doctorado. En nuestra época, no encontrabas doctores jóvenes. Si acababas la maestría, era muy complicado hacer un doctorado porque, aquí en el país, estaba el de la Nacional, pero solo ofrecía tres cupos para diez o doce mil profesores.


A raíz de esto, empezaron a surgir muchos programas de becas, y muchos estudiantes iban a estudiar en Alemania o Estados Unidos. El problema era que, cuando esas personas volvían al país, eran muy reconocidos, y se les veía como personas superiores.


Cuando surgió el movimiento, los estudiantes de las universidades queríamos demostrar que teníamos posibilidades de investigar y que ellos los “científicos” “como se catalogaban en esa época, no eran los dueños de todo el conocimiento. Así surgió el movimiento de Semillero de investigación, con el Profesor Restrepo al mando.


Para esas fechas entré a hacer la maestría en Educación en la Universidad de la Sabana. En ese tiempo, no existían los énfasis, pero la fortuna que uno tenía residía en que el tema de trabajo se puede escoger. Así, yo trabajé los Círculos de Calidad. Se parecen mucho a la organización de los semilleros de investigación, pero, en realidad, tenía la idea de estudiar los Círculos de Calidad porque, en ese momento, se empezaba hablar de educación, de calidad de la educación, de la cobertura, y de servicio al cliente.


Después, trabajé en el colegio Rafael Bernal Jiménez. Allí no hubo posibilidad de implementar programas, pero allí los niños perdían y, como no les gustaba perder, creé mi Primer Club de Matemáticas. Lo creamos con unas reglas que todavía tienen, y a los niños, aunque todavía les iba mal, les gustaban las matemáticas y tenían la posibilidad de asistir. Al principio, decidimos que asistieran en la jornada contraria.


Empezaron como cuatro o cinco niños. Cuando menos lo pensamos teníamos como sesenta.Yo, sola, no podía por lo que hablamos con la Pedagógica, para que nos apoyaran con practicantes. Para que ellos no trabajaran en la institución educativa con un grado especifico, sino que trabajaran con los chiquillos y organizaran el club.


En el 2000, empecé a trabajar en la Universidad Distrital. Cuando empecé allá, mi vida cambió. Ahí comencé mi primer semillero, pues ya existía la Red de Semilleros, ya existía COLCIENCIAS. Trabajé con algunos doctores en el DIDACQUIM (Grupo Didáctica de la Química) y, ese año, participé con un alumno en el concurso Leamos la Ciencia para todos, en el que ganó mi alumno. Nos ganamos un viaje a México durante una semana a conocer el autor que escogiéramos. Allí, en la Distrital, trabajé casi diez años y, de ahí, llegué a la Universidad Surcolombiana.


Hice, más tarde, el doctorado en Didáctica de la Matemática en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, pero, cuando llegué aquí (a la Universidad Surcolombiana), agradecí a Dios por todo el conocimiento adquirido, porque gracias a él he tenido la oportunidad de proponer, de meter la cabeza y sacar las cosas. Por ejemplo, fui Coordinadora de Semilleros de Investigación, cosa que no existía cuando llegué aquí. Existían los semilleros administrativos, estaban muy organizados, y los más productivos del momento eran los de la Facultad de Salud, que incluía el programa de Psicología.


Para ese momento, el Vicerrector Académico, con quién había mantenido una relacion cordial, fue nombrado Vicerrector de Investigación. Cuando lo nombraron me llamó diciendo -Profesora, venga que la necesito-. Desde ahí, empecé a coordinar los semilleros de investigación de la Universidad, propusimos varias cosas que hoy en día son realidad, como que los estudiantes se puedan graduar después de un proceso de semillero o que un estudiante pueda ser Joven Investigador.


Luego, durante uno o dos años, lideré Ondas Huila, porque Ondas ha sido un organismo adscrito a la Vicerrectoría de Investigación. La coordinación fue muy interesante, porque tuvimos la oportunidad de centralizar muchas cosas, que el profesor Nelson López ha sido muy cuidadoso en mantener. El logró traer a la universidad esa representación y la ha mantenido, cosa que tenemos que agradecerle.


uego, mi trabajo fue en la facultad, allí había la posibilidad de fortalecer iniciativas como son las experiencias Pedagógicas Significativas. Allí, los profesores realizan sus investigaciones, reconociendo experiencias que hacen los profesores en el aula. He trabajado, además, con el profesor Giovanni Córdoba, programas para ayudar a estudiantes sordos en la Escuela Normal Superior y, hace dos años, dentro del Club, surgió un proyecto relacionado con los problemas de las matemáticas. Se llama “Las voces de la matemática”, y allí tratamos la enseñanza con los niños sordos. Así continuamos trabajando


AQ: ¿Consideras la investigación como una estrategia pedagógica para la participación activa de los estudiantes en la construcción del conocimiento?


MM: Si claro, se busca fortalecer esas capacidades de investigación que tiene el profesor de aula, y que su estrategia sea la investigación. Eso tiene una connotación, y es cómo a partir de una pregunta, yo logro desarrollar todo mi discurso. En eso hay que trabajar bastante porque, a veces, en las Instituciones Educativas, la investigación se vuelve activismo. Una ventaja que tiene el proceso es que está bien estructurado desde Colciencias, que tiene cuatro momentos en donde el profesor aprende de preguntas como cuál es la importancia de la pregunta a la hora de desarrollar la clase. El papel que tiene la redacción del informe es otro punto muy importante, pues el profesor debe producir y publicar. El tercer momento es el papel del maestro como acompañante con el estudiante, y así se continúa. Aclaremos que todas estas cosas son importantes en la ruta metodológica y, pensando en el programa de prácticas, podemos seguir esa ruta ya que tiene unos lineamientos bastante claros y le da el lugar al profesor, al alumno, a la institución, al objeto de conocimiento.


AQ: ¿Cuál considera que son los aspectos más formativos que un egresado puede tener al pertenecer en un semillero de investigación?


MM: Varios, por ejemplo:


1. Que un estudiante sea capaz de hacer una lectura del contexto de su realidad, que le permita como reconocer una problemática, y saber qué elementos de su formación, o de su materia, le sirven para ayudar a resolver esa problemática.


2. Saber escribir, redactar un informe, tomar datos, cómo organizarlos, como clasificarlos, cómo considerar cuáles son los más importantes y cómo saber cuándo ya resolví mi pregunta.


AQ: ¿Cuáles son los retos que tiene ahora la Universidad Surcolombiana con relación a los semilleros de investigación?


MM: Al ser una Universidad acreditada, la idea es que los semilleros se posesionen y sean pilares de desarrollo para los grupos de investigación, para que, a su vez, estos sean los pilares del crecimiento de la Universidad.


• Que los estudiantes de los semilleros participen de manera activa dentro de la comunidad científica o dentro de la comunidad académica.


• Acercar a profesores que están cerca del aula, y lejos de los procesos de actualización. Estos profesores no conocen lo que se hace en la Universidad, y ahí hay una ruptura que sería muy interesante resolver. Las cuestiones que se hacen en la universidad deberían ser transmitidas por medio de los semilleros. Hay que proponer una práctica de investigación que sea diferente a la otra, con el fin de que los semilleros hagan algo más que dictar temáticas.


AQ: ¿Cuáles han sido las dificultades que ha presentado hasta ahora el desarrollo de las actividades dentro de los semilleros de investigación?


MM: El trabajo que hay que hacer es mucho y, a veces, los estudiantes entran muy relajados, inconscientes que para investigar hay que leer, preguntar, asistir ir, responder a las diferentes actividades.


Otro problema es el dinero, cuando hay una práctica, una salida, los estudiantes quieren ir y, como la universidad puede apoyar solo con una parte, hay que solventar los otros gastos, y el grupo tampoco tiene. Eso es complejo.


Para investigar en la institución se necesita mucha disposición, conocimiento y equipos que no hay. Todo esto se convierte en obstáculos, retos que, de alguna manera, van desmotivando al estudiante. Pienso que esos obstáculos se pueden ir mejorando en la medida que, desde los grupos, se identifiquen esas problemáticas y, desde los centros, se realice algo para mejorarlas.


AQ: ¿Cuál sería la invitación que les harías a los Profesores de la Universidad Surcolombiana y a los Estudiantes que aún no se han vinculado a un Semillero de Investigación?


MM: Yo creo que las cuestiones de la investigación a uno le tienen que gustar, así se hace el esfuerzo para que le funcione. Invito a los colegas para que tomen alumnos, uno, dos, tres, para los inviten a mirar, al menos, cosas suyas; una lectura, un artículo, que lo convide a leer, a discutir


Aunque, a veces, los estudiantes no tengan gusto por la lectura, ellos puedan desarrollarlo. Se puede motivarlos a asistir a encuentros, primero como asistentes, creo que eso es muy importante porque, cuando tú asistes a un encuentro es una experiencia muy bonita, en el marco de las practicas extramuros.


Les invito a hacer partícipes a los estudiantes en monitorías, seminarios o cualquier evento que les de experiencia, al final, eso es lo que le queda al estudiante para su futuro como profesional. Las experiencias son lo que más cuenta.