Erasmus Semilleros de Investigación

e-ISSN 2590 - 759x


Entrevista
Revista Erasmus Semilleros de Investigacion

Enero-Diciembre 2019;4(1): 161-163



Entrevista al profesor Carlos Harvey Salamanca



Entrevista realizada por el asistente editorial de Erasmus: Juan David Trujillo



Juan David Trujillo (JDT): Buenos días, profesor. Desde la revista Erasmus agradecemos su disposición para esta entrevista, que busca exaltar la labor investigativa de alto nivel de los docentes Surcolombianos, dentro de los cuales figura usted de manera meritoria.

Para empezar, queremos preguntarle, ¿cuál es su trayectoria académica y profesional?


Carlos Harvey Salamanca (CHS): Muy buenos días. Mi nombre es Carlos Harvey Salamanca Falla. Nací en 1971, en el municipio de Pitalito, Huila. Soy hijo de una mujer maestra, y de un hombre periodista. Parte de mi bachillerato lo cursé en el colegio Santa Librada de Neiva, culminándolo en el Claretiano, en esta misma ciudad. Estudié Administración de Empresas en la Universidad Externado de Colombia, de la cual me gradué en el año noventa y cuatro.

Posteriormente realicé una especialización en la misma universidad, en el área de finanzas, y tuve la oportunidad de acceder a una beca del gobierno británico, para realizar una maestría en una escuela de negocios llamada Westminster Business, parte de la universidad Westminster en Londres. Dentro de ese mismo proceso formativo, pude estudiar en Francia, en la ciudad de Sophia Antípolis, para culminar mis estudios de maestría en finanzas internacionales.

Como profesional, soy docente de planta tiempo completo en la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Surcolombiana, director del Centro de Emprendimiento e Innovación de la casa de estudios, y director del Centro de Investigaciones Económicas, Sociales, Políticas y Organizacionales del Sur (CESPOSUR).


JDT: ¿A qué grupos y semilleros de investigación pertenece?


CHS: Yo pertenezco al grupo CREA, uno de los cuatro grupos de la Facultad de Economía, junto con el grupo PYMES, el grupo ESINSUR, y el grupo Iguaque. Todos están liderados por docentes de la Facultad, y cuentan con 61 semilleros activos, trabajando en áreas de Administración, Finanzas, Economía Pública, entre otras.

Yo, particularmente, trabajo con un semillero llamado Kairos, que desarrolla sus funciones específicamente en la ciudad de Neiva. Considero importante mencionarlo porque tuve la oportunidad de trabajar con un semillero en Garzón, pero mis ocupaciones me mantienen aquí el tiempo suficiente como para dedicarme enteramente a Kairos.

Este semillero investiga las cadenas de valor de todos los productos que se generan en el departamento, es decir, desde sus apuestas productivas, las cuales fueron formuladas desde la academia en la región, con una visión al 2020. Son cinco apuestas productivas que, con el tiempo, evolucionaron a seis: Agroindustria, minería, energía, piscicultura, turismo y, recientemente, la economía naranja.


JDT: ¿Cuál es la dinámica de los semilleros, y de los grupos de investigación?


CHS: Como semillero, investigamos los productos que se generan en el departamento, especialmente los que se determinaron como prioritarios, para hacer el departamento uno de mayor trascendencia. Analizamos, por lo tanto, la cadena de valor del aguacate, por ejemplo, o de las achiras, de las pasifloras, del café, del cacao, de la piscicultura, de todo lo que sea una fortaleza del departamento.


Y todo esto lo hacemos porque el valor agregado de nuestros productos va más allá de lo básico. Si sacamos cacao, posiblemente estamos entregando chocolate, pero entendemos que en la cadena de valor hay otros productos que pueden ser más rentables y eficientes para la producción, y con mayor beneficio para el campesino. La cosmética, la chocolatería de alto costo, por ejemplo, son productos que le otorgarán mayor riqueza al campesino, no solo riqueza económica, sino riqueza social y emocional, porque queremos que la ciudadanía del departamento tenga seres humanos valiosos e íntegros, y si logramos también que posean beneficios económicos, sería maravilloso.


Nos interesa encontrar el equilibrio entre la economía y el bienestar, lo cual sustenta nuestra otra línea de trabajo que es la de finanzas personales. Una persona que tenga un plan de vida estructurado y lo que quiere en el futuro, a la par que hace algo todos los días por alcanzarlo, es una mejor persona. Las finanzas personales son un eje fundamental de la vida de los individuos.


Hicimos un estudio sobre ese tema en la facultad, y los pertenecientes a nuestra Facultad no fueron los primeros, es decir, no fueron los que mostraron mejores capacidades de manejo en las finanzas personales. Ese lugar les corresponde a los de Ingeniería, y el lugar más bajo, al de Ciencias de la Salud. Estamos educando a personas que manejan el dinero de otros, pero no el suyo.


Proponemos, a partir de entonces, una formación institucional para que los estudiantes salgan sabiendo manejar sus propias finanzas. Así como a la persona se le solicita un curso prematrimonial antes de casarse, deberían solicitarle un certificado de Data Crédito, porque indica los hábitos de consumo y manejo de finanzas de esa persona, sus gastos. No nos interesa solo lo económico, sino lo humano.


Por eso me enorgullece dirigir el Centro de Emprendimiento, porque es un complemento perfecto en mi vida profesional y laboral. Porque no debemos seguir educando para el empleo, aunque muchos no gusten de educarse en emprendimiento, porque no todos quieren emprender. Pensamos que la persona que entre aquí debe ser distinta a la que sale, al menos en el proyecto de vida.


Algo más que han hecho los grupos de investigación, volviendo al tema principal, es participar en las convocatorias de Colciencias, sobre todo en las del Bicentenario, cosa que en la somos pioneros. Lo que buscamos siempre, en las dos oportunidades que hemos aprovechado para participar, es lograr uniones entre las universidades de la región. En ambas tuvimos acompañamiento de la Universidad de la Amazonia.


Otro logro que ha obtenido el semillero Kairós es el de presentar una propuesta en la ciudad de Córdoba, en Argentina, en un congreso internacional de finanzas, sobre cómo las pruebas de Estado aportan a los estudiantes de Economía. Fue gratificante ver que ellos tuvieran nuevas oportunidades y experiencias, porque es claro que el trabajo en red es de suma importancia, y en eso somos fuertes hoy.


Todo esto se evidencia en que somos parte de la RUAM, (Red de Universidades del Alto Magdalena), que nos une a universidades de Huila, Tolima, y parte del sur de Cundinamarca. Somos 20 instituciones, que unimos esfuerzos en 4 nodos, investigación, emprendimiento, empleabilidad y bienestar universitario. Estos cuatro elementos nos fortalecen porque tenemos similitudes en las características de los estudiantes, y en las problemáticas presentadas, y aunamos esfuerzos para fortalecer esos requerimientos.


Por otro lado, somos fundadores, y aún hacemos parte, del Centro Nacional del Pensamiento del Territorio, que fue fundado en mayo de 2019, y nos componemos de doce universidades públicas de varios puntos del país, y dialogamos sobre las problemáticas del territorio, desde el territorio, por medio de algo que llamamos Antenas Regionales. Somos el observatorio de los observatorios.


JDT: Muchas gracias, profesor. Su información es inspiradora, al igual que su ejemplo y trayectoria. Como última pregunta, ya que usted es un investigador consumado, y experimentado, queremos saber, ¿cómo extendería la invitación a las Facultades, los estudiantes, la universidad en general, al desarrollo de la investigación a partir de los semilleros?


CHS: Nosotros proponemos que todos los procesos que le he comentado sean formados desde la educación primaria. Tenemos muy claro que los niños tienen mucha capacidad de sueños, y es cuando más preguntas tienen. Es una metodología de Investigación, pero no se valora. El niño encuentra respuestas a todo, a su manera.

Y los adultos coartamos esa capacidad de indagación. No fomentamos la investigación. Y el muchacho que viene a la Universidad, o ya viene motivado a investigar, o hay formar su espíritu de investigador después de quince, o dieciséis años de pérdida. Por otro lado, si un niño ya nos llega motivado, de seguro va a ser un buen investigador. La Universidad apoya eso a través del proyecto Ondas. Y los docentes a mi alrededor decían algo muy curioso, que hab´ıa que problematizar el conocimiento. Yo entiendo, después, por qué. Porque si problematizo mi conocimiento, me veo obligado a investigar para generar soluciones.