EDUCACIÓN, PEDAGOGÍ A Y MODELOS PEDAGÓGICOS

Por

Aura Elena Bernal de Rojas

Profesora Departamento de Psicopedagogia Universidad Surcolombiana

EDUCACION: OPCIÓN ES* TRATÉGICA FRENTE AL DESARROLLO HUMANO Y SOCIAL

m a educación es la mejor herramienta

* para construir la sociedad, puesto que es el enlace que articula a las colectividades con la cultura, el medio por el que se recrean y avanzan las civilizaciones y el mecanismo mediante el cual se prepara a los individuos para su desenvolvimiento autónomo y social. Por ello, la educación ha sido tema de interés en todos los tiempos y resulta ser un elemento indispensable cuando se trata de perfilar el futuro.

Hoy a nivel mundial la educación tiene una posición estratégica en un nuevo milenio caracterizado por la revolución del conocimiento, el desarrollo de las comunicaciones, la globalización de la economía y el despliegue de la dinámica social.

La incorporación masiva del conocimiento en la producción económica está generando una revolución que se traduce en cambios en los niveles de vida con el acceso a bienes y servicios que están a disposición de la sociedad, que proporcionan algunas comodidades, pero crean también nuevos problemas sobre todo en países con poco desarrollo que tienen que pagar un alto costo por su consumo, aumentando las condiciones de dependencia y el descontento de la población por la imposibilidad de acceder a ellos.

La revolución de la información y la versatilidad e influencia de las comunicaciones, si bien están llevando hacia el pluralismo planetario, también están desdibujando las culturas propias. La democratización conducido a la exigencia de mayores grad«We participación en un medio en el que no*stáp: claros los canales y mecanismos para hactrloV en donde aún existen luchas poT mantener la hegemonía. Los conflictos son crecientes p4r las desigualdades sociales que cada vez se acenr\in y polarizan.

En la encrucijada en que vivimos, se tienp la esperanza de que a través de la educación se aporte en la superación de estas dificultades, en la perspectiva de la formación del talento humano, en lo científico técnico, creativo, espiritual, sensible y solidario. La Misión Ciencia,. Educación y Desarrollo puso a la eaucación como elemento mediador para el avance científico, social y cultural.

La dinámica global mundial y las situqájones del conflicto interno en nuestro pannos obligan a dar respuestas nuevas. CoiSo lo afirman los sabios de la Misión de CAacia, Educación y Desarrollo, «se requie e una educación que ayude a alcanzar un fulj<ro más promisorio».


La educación debe ser un compromiso de todos los ciudadanos, pero sobre todo de los que han asumido la responsabilidad de guiar la sociedad. Trasciende el ámbito de las instituciones y se permea a través de diferentes redes que articulan a los individuos con la sociedad. La educación acontece mediante múltiples influjos que tienen lugar en distintos escenarios: familia, comunidad, instituciones, organizaciones, estructuras de poder, medios de comunicación,... Conformando un complejo entramado en que se van tejiendo las múltiples visiones y formas de asumir la vida.

Las instituciones educativas cumplen una misión específica, pues la organización social les ha encomendado la formación humana para sus ^.opósitos individuales y colectivos.

Lmcultura y el conocimiento, son el conteikido para el desarrollo del intelecto, la form^< üpn de la personalidad, las aptitudes y los valles. Así la educación que acontece en las instMjciones como escenarios especialmente destinados para ello, con estructuras organiAivas, currículos, medios de apoyo y person^Medicado a hacer esa formación, que e realiz^^ediante prácticas de socialización y campos específicos del saber, requiere de elevados niveles de especialización y de adaptación en los contextos, que exigen del maestro cualidades especiales y una permanente formación.

É

La educación en las instituciones, se ofrece iigún edades y niveles de apropiación de los dividuos, quienes de manera explícita eptan la orientación de personas de mayor

periencia y conocimiento, calificadas por la si ¡eiedad como maestros que optan como plofesión la misión de enseñar, labor c< npleja ya que en ella confluyen múltiples faotóres que son objeto de estudio de la ciencia pedagógica.

PEDAGOGÍA Y MODELOS PEDAGÓGICOS

La Pedagogía saber del maestro

La Pedagogía es la ciencia sobre la enseñanza, el quehacer del maestro, ha desarrollado un campo intelectual de objetos, conceptos y métodos que trascienden la concepción instrumental, para ubicarla no solo como saber y como práctica sino como elemento integrador entre conocimiento, sociedad y cultura, y sus relaciones con los otros saberes, con la persona humana y sus formas de conocer. Según Olga Lucía Zuluaga, la Pedagogía como Saber, se refiere al pasado y al presente, cubre la cotidianidad de la enseñanza, del maestro y de la institución educativa; explora las relaciones con la práctica en dos sentidos: l)De la Práctica Pedagógica con la Educación, la vida cotidiana de la institución educativa y el entorno socio cultural que la rodea, pasando por las relaciones con la práctica política; 2) De la Pedagogía con la Didáctica, su campo de aplicación y de articulación con los saberes enseñados. Como práctica, la Pedagogía constituye el campo del acontecimiento cultural y social de la enseñanza y el espacio de saber en el cual unas regiones de conceptos de una disciplina o teoría tienen una forma de existencia en las instituciones. Los procesos de institucionalización del saber pedagógico, las particularidades que optan los sujetos y los saberes constituyen la Práctica Pedagógica.

Así, la Pedagogía constituye el saber del maestro y le confiere identidad, lo afirma y diferencia de otros actores sociales. La Pedagogía le posibilita al maestro ser el soporte del saber sobre la enseñanza y las múltiples relaciones que confluyen en'ella. Relaciones institución-Sociedad; Enseñanza-Ciencia; Enseñanza-Cultura; Formación del Hombre-Conocimiento-Cultura; Formación del Hombre-Conocimiento-Sociedad.


La Pedagogía, apareció en el siglo XVII en el momento en que la enseñanza se miró como un sistema planeado, intencional y especializado con la Didáctica Magna de Comenio, pero sólo a comienzos del siglo XX se desprendió de la reflexión sobre la Educación de la Filosofía y empezó a abrirse como espacio disciplinario propio con pretensiones de ciencia a partir de los clásicos promotores del Movimiento de Escuela Nueva, creadores de principios que todavía hoy inspiran los paradigmas o teorías pedagógicas contemporáneas, y en la perspectiva ya no de reproducir la sociedad en la escuela sino de definirse a sí misma su propia misión y sus propias metas de formación. El desarrollo de la teoría Pedagógica, en el presente siglo, se ha caracterizado por el surgimiento de diversos corrientes que han tratado de dar respuesta desde varias perspectivas a las distintas dimensiones que adquiere la enseñanza, constituyéndose en herramientas conceptuales para su comprensión. Las Corrientes Pedagógicas están constituidas por aportes de grupos de pedagogos con ideas y conceptos semejantes. La búsqueda de los puntos comunes en las corrientes pedagógicas y las divergencias que ellas presentan por su énfasis y orientación, han permitido a los pedagogos diferenciar los principales Modelos en la Pedagogía actual.

PARÁMETROS DE LA PEDAGOGÍA Y MODELOS PEDAGÓGICOS

Los Modelos Pedagógicos son las representaciones sintéticas de las corrientes pedagógicas que coexisten como paradigmas dentro del campo disciplinario de la Pedagogía.

El paradigma en el sentido de Thomas Kuhn, es el conjunto de teorías, métodos, problemas y objetos de estudio, técnicas y patrones de solución que caracterizan el trabajo investigativo de una comunidad científica en determinada época. El modelo es un instrumento analítico para describir, organizar e inteligir la multiplicidad, la diversidad, contingencias y estructuras que presenta una corriente pedagógica. Para ello, se tienen unos parámetros de comparación sobre los cuales existe consenso en la comunidad científica, por cuánto consideran deben ser resueltos en toda teoría pedagógica

Los parámetros de los Modelos Pedagógicos hacen referencia a los interrogantes que pedagogos clásicos y modernos se han planteado: ¿qué tipo de hombre formar, para qué sociedad?, ¿quién es el alumno, cómo aprende?, a través de ¿qué contenidos y qué aspectos deben incorporarse en la educación?, ¿cómo o con qué estrategias técnico-metodológicas y en que espacios o ambientes?. Las respuestas a estos interrogantes varían en cada obra pedagógica y asumen diferentes valores según el énfasis y el sentido de la orientación que tome en el espacio socio-histórico y cultural de la Práctica Pedagógica.

Los parámetros que determinan los Modelos pedagógicos, para Rafael Florez son los puntos de coincidencia que deben estar presentes en toda corriente y modelo pedagógico para ser reconocido como tal y para Eloísa Vasco son los elementos básicos del saber pedagógico del maestro. Posiciones complementarias, puesto constituyen categorías de análisis fundamentales tanto desde las construcciones rigurosas de la disciplina pedagógica como desde el espacio del saber y la práctica pedagógica.

Acogiendo aportes de estos autores y la preocupación reciente de otros investigadores en relación con los entornos educativos, se identifican como parámetros los siguientes:

- Las Metas -responden a la pregunta de ¿qué tipo de hombre formar y para qué ?, es decir, cuáles son las intencionalidades. Interroga sobre el sentido que el maestro le confiere a su actividad, la cual puede darse en función de la instrucción o la formación del alumno, o de la orientación que opte el proceso: hacia el desarrollo del individuo, la ciencia, o la sociedad.


En cuanto a la instrucción, se orienta a la asimilación de conceptos y destrezas referentes a los contenidos (áreas del conocimiento, disciplinas, asignaturas que constituyen un currículo), que se relacionan con los conceptos de saber y de ciencia del maestro.

Respecto a la formación, se refiere también a los contenidos pero incluye elementos que tienen que ver con las diversas dimensiones de la persona, teniendo en cuenta el desarrollo intelectual, el afectivo y valorativo. Rafael Florez define la formación como el proceso de humanización que va caracterizando el desarrollo individual según las propias posibilidades, hacia la realización personal y la cualificación de lo que cada uno tiene de humano para potenciarse como ser racional, autónomo y solidario. Este concepto de formación humana, apoyado en Kant de formar para la mayoría de edad, reconoce que el hombre se desarrolla y se forja no por un moldeamiento exterior, sino mediante el enriquecimiento que se produce desde el interior del mismo sujeto como un despliegue libre y expresivo de su propia espiritualidad que se va construyendo desde el interior en la cultura de la razón y de la sensibilidad en contacto con la cultura propia y universal, la filosofía, las ciencias, las artes y el lenguaje.

- Los contenidos, responden al interrogante sobre los elementos de la ciencia y la cultura con los cuales formar, qué conocimientos seleccionar acordes con el contexto y las características de los alumnos, labor compleja que tiene que analizarse desde diferentes perspectivas: desde el campo de la ciencia, desde la comprensión del saber por parte del maestro y desde la forma como el saber es transformado en la práctica de la enseñanza en la interacción maestro-alumno.

El saber que se produce en el campo de la disciplina propia de la asignatura u área objeto de estudio, se genera al interior de las comunidades científicas, (y en los círculos de la Filosofía y las Artes), saber en continuo desarrollo cuyas formas de trabajo son propias de estas comunidades.

Según Eloísa Vasco, la comprensión que el maestro hace del saber, sus formas particulares de pensamiento, de trabajo y de investigación, y la manera como se relaciona con ese saber determinan la selección de los contenidos para enseñar y la forma como los enseña. El saber enseñado es transformado, diferenciándose del saber que circula en las comunidades científicas. El maestro realiza un proceso conceptual que lo lleva a seleccionar determinados temas para enseñar o para darle mayor importancia, hace una reducción terminológica para facilitar su comprensión, para que estén al alcance y capacidad de los alumnos. Luego, los enseña desde su propia concepción de la disciplina y de la ciencia.

- Del alumno, debe responderse al interrogante sobre quién y cómo es, el ritmo en que debe adelantarse la formación y el modo como trabajan juntos maestro y alumno, hecho que implica la apropiación tanto de las teorías del desarrollo cognitivo como de los aspectos afectivos y desde lo sociocultural.

En la vida escolar la forma más inmediata de relación es con los alumnos. Estos establecen relaciones con el saber, con el maestro y entre ellos. Para Rafael Porlán los alumnos son transformadores activos del conocimiento y constructores de sus propios esquemas conceptuales producto de sus experiencias y relaciones con el entorno, tienen opiniones y puntos de vista acerca de una variedad de temas científicos desde una edad temprana y antes del aprendizaje formal de la ciencia, con puntos de vista a menudo diferentes de las visiones de los científicos y de los maestros. Al ser los alumnos los interlocutores cotidianos en torno al saber, hace que el conocerlos sea de primordial importancia y que ese conocimiento influya en la manera de enseñar.


Desde el punto de vista psicológico y social, es preciso reconocer las características de los alumnos y los procesos de desarrollo, también la manera afectiva como se relacionan con el saber, con el maestro y con sus compañeros. Tanto el pensamiento como la praxis de alumnos y maestros están condicionados y mediatizados por los intercambios de poder, actuación, regulación y comunicación.

En lo sociocultural, lo socioeconómico y familiar, influyen en la vida institucional y afectan la forma de enseñar. Los alumnos se desenvuelven fuera de la institución en un medio específico que lleva a que sea necesario su conocimiento y comprensión, así como de las nociones y saberes que los alumnos adquieren y elaboran de su vida cotidiana.

- El método, responde al interrogante cómo o con qué estrategias, tomando aquí papel importante la Didáctica, disciplina instrumental de la Pedagogía, que se refiere a los métodos, técnicas, medios y ambientes que permiten enseñar.

La Didáctica trata sobre los procedimientos de enseñanza de un área del conocimiento o disciplina, desde una perspectiva más amplia dada por una Corriente Pedagógica. Cada corriente define de manera diferente su propia Didáctica.

Socialmente el método identifica directamente al maestro, como alguien que sabe enseñar. Se sostiene que la característica que define al maestro es la práctica del saber desde la enseñanza.

La forma como enseña un maestro refleja la respuesta a la pregunta sobre los contenidos, es decir, cómo los adecúa desde la perspectiva de la ciencia de donde proceden, sus formas de producción y exposición, en relación con los métodos propios del saber pedagógico; también a la manera como concibe la formación del alumno, es decir, cómo asume el conocimiento que tiene de sus alumnos para desarrollar los procedimientos que permitan la apropiación del nuevo conocimiento; la respuesta que da el maestro sobre el tipo de hombre a formar, afecta inevitablemente su forma de enseñar, pues hace referencia a la dimensión formativa, a los fines y propósitos que persigue el maestro.

Los espacios en donde se realiza la enseñanza, las instalaciones, los materiales y las mismas regulaciones a las que se somete la actividad educativa, forman los ambientes pedagógicos. La connotación de aula o salón de clase trasciende los limites físicos de la institución y hace también referencia al clima organizacional y las interrelaciones humanas que acontecen en el escenario de la clase.

Con respecto al ambiente organizacional y a la interacción humana, la enseñanza adquiere connotaciones especiales en los procesos de institucionalización. La clase es un sistema complejo formado por elementos humanos y materiales que mantienen entre sí y con los sistemas adyacentes un continuo intercambio de materia y energía muy particularmente de información. El flujo permanente de información que se da por las múltiples interacciones comunicativas le aportan una determinada organización de la que emergen cualidades, características y potencialidades propias y constituye la comunicación una red de emisores, receptores y canales por los que fluye todo tipo de información a través de mensajes utilizando diferentes códigos y formas de expresión que manifiestan las estructuras semánticas de los individuos (alumnos y


maestro), los esquemas del conocimiento, las representaciones, las creencias sobre el mundo físico, material f y social, las estrategias de i procesamiento de la información, las motivaciones e intereses.

Los espacios físicos por su parte, constituyen fuente de bienestar en la medida en que guardan estética y funcionalidad, combinan lo artificial con lo natural y se corresponden con las actividades de los alumnos, las metas y propósitos de formación. Las acciones no ocurren en el vacío, sólo se pueden entender en relación con el sitio en que acontecen y las razones de las personas para que estas se den. Según Pablo Páramo, los lugares no son simplemente observados sino experimentados. Así el entorno educativo no es solamente una edificación con mobiliario sino un conjunto de interacciones que se dan entre las condiciones físicas, los patrones de comportamiento, las conceptualizaciones que tienen las directivas, los maestros y los alumnos, los comportamientos, el flujo de información y los cambios que genera el convivir en un periodo determinado en esta clase de lugar.

Los valores que asumen los parámetros en cada construcción teórico-práctica, dan origen a múltiples combinaciones dinámicas que para Rafael Florez, constituyen los Modelos Pedagógicos. El autor establece que en la actualidad existen cinco (5) Modelos Pedagógicos bien diferenciados: El Modelo Tradicional, el Conductista, el Romántico, el Desarrollista y el

Socialista, los cuales se caracterizan por los siguientes rasgos relevantes:

Modelo Tradicional: Enfatiza en la formación del carácter de los alumnos a través de la voluntad, la virtud y el rigor de la disciplina, el ideal humanista y ético de la tradición medieval. El método y el contenido se funden en la emulación y la imitación del buen ejemplo, del ideal propuesto como patrón y cuya encarnación más profunda se manifiesta en el maestro. Se preconizan las facultades del alma. El método básico de aprendizaje es academicista y verbalista, que dicta sus clases bajo un régimen de disciplina a unos estudiantes que son básicamente receptores. Esto modelo recoge la tradición religiosa de la educación y las propuestas de Comenio y Herbart.

• Modelo Conductista: Se propone en moldeamiento meticuloso de la conducta «productiva» de los alumnos. El método básicamente es la fijación y el control de los objetivos «instruccionales» formulados con precisión y reforzados minuciosamente a través de paquetes instruccionales diseñados por expertos y administrados por el maestro. Los paquetes pueden presentarse en forma escrita, a través de otros medios o mediante software. Adquirir conocimientos, destrezas y competencias bajo la forma de conductas observables, es equivalente al desarrollo intelectual de los alumnos. Se trata de una transmisión parcelada de saberes técnicos mediante un adiestramiento experimental que utiliza la Tecnología Educativa. Se apoya este modelo en la Psicología conductista de Skinner, y en los desarrollos de Bloom, Gagné y Dick.

- Modelo Romántico: Su meta es el alcance de la libertad, la felicidad y la autenticidad del alumno. No existen contendidos predeterminados, sólo se ofrecen aquellos que el alumno solicite. El contenido más importante del desarrollo del alumno es lo que procede de su interior, por consiguiente el centro, el eje de la educación es ese interior. El ambiente pedagógico, en posible en contacto con la naturaleza, debe ser flexible para que el alumno despliegue su interioridad, sus cualidades y habilidades innatas y se proteja de lo inhibidor e inautèntico que proviene del exterior. El desarrollo natural del alumno se convierte en la meta y a la vez en el método de educación. El maestro debe liberarse de los contenidos, de la disciplina y ser sólo un auxiliar o un amigo de la expresión libre, original y espontánea de los alumnos. Se ubican en este modelo Rousseau y las propuestas apoyadas en sus postulados del Psicoanálisis y la Terapia Centrada en el Cliente de Neill y Rogers.


- Modelo Desarrollista: La meta educativa es que el alumno acceda, progresiva y secuencialmente a la etapa superior de desarrollo intelectual, de acuerdo con sus necesidades y condiciones. El maestro debe crear un ambiente estimulante de experiencias que faciliten en el alumno el acceso a las estructuras cognoscitivas de la etapa inmediatamente superior. El contenido en dichas experiencias es secundario, no importa que el alumno lo domine siempre y cuando contribuya al afianzamiento y desarrollo de sus estructuras mentales. Son representantes de este modelo los pedagogos del Movimiento de la Escuela Nueva (Montessori, Decroly, Dewey, Claparede, Ferriere, Cousinet...), Piaget, Ausubel, NovaK y las tendencias del Constructivismo humano.

- Modelo Socialista: Propone el desarrollo multifacético, politécnico y polivalente del alumno. Tal desarrollo está determinado por la sociedad, por la colectividad en la cual el trabajo productivo y la educación están íntimamente unidos para garantizar el desarrollo del espíritu colectivo para la construcción del socialismo y la superación de las desigualdades sociales. Exige del maestro y de los alumnos la renuncia de los intereses personales y la asunción de un compromiso político y social.

En los desarrollos de los últimos tiempos este modelo se ubica en la opción de la educación popular basada en la teoría de la acción comunicativa, la emancipación, la reconstrucción de los tejidos sociales y el fortalecimiento de la sociedad civil. Son representantes de este Modelo Makarenko, Freire y Freinet.


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