RAID! 16
Andrey Rubliov II camino espiritual del artista en nn periodo de transición y croeldad.
Rubén Darío Flórez Arcila Profesor de Semiótica Universidad Nacional rubendarioflorez@gmail.com
El film o "kartina", del director ruso Tarkovsky, es una obra maestra. La integración perfecta entre formas visuales y contenido abre la secuencia de imágenes a múltiples significados y provoca profundas experiencias éticas y estéticas. El espectador puede coiitemplar las alternancias con secuencias de franjas de oscuridad, penumbra, planos iluminados y deleitarse con el virtuosismo formal del director y el director de fotografía. La contemplación de la estructura narrativa que comienza con escenas de la cultura popular de los vagabundos rusos campesinos y termina con el triunfo del improvisado fundidor de campanas, en una afirmación del poder de la nueva creencia religiosa que da paso al hallazgo de sí mismo por parte del monje Andrey Rubliov. Esta contemplación de la maestría compositiva del director a lo mejor sea suficiente. |
Sin embargo, el film presenta una multiplicidad de temas y cuestiones que provocan la imaginación del espectador. Se trata de una película que es al mismo tiempo la narración sobre las fuerzas interiores que se disputan el alma del principal protagonista pero es también la interpretación no ortodoxa del director, acerca de los resortes interiores que impulsan las acciones de las fuerzas y sujetos representados en la película. La belleza espiritual del paisaje, de los cuerpos, de las miradas, de los objetos y los animales más cotidianos, traen a la mente del espectador la idea de un mundo animado por poderosas fuerzas espirituales en lucha con la ambición del dominio. Pero esta dominación, de manera paradójica, origina un impulso de creación de belleza con capacidad de transformación ética e interior. El pintor de iconos Andrey Rubliov, es mostrado durante el transcurso de los casi últimos veintitrés años de sú vida. No es un personaje de ficción. Vivió en la Rusia Medieval entre 1360 y 1430. Pintó las catedrales del Kremlin y de Vladimir-, cuyo templo ocupa un lugar central al comienzo de la película. La historia muestra los años de búsqueda de sí mismo por el pintor monje errante en medio de la violencia. Tres grandes conflictos son mostrados: la lucha del poder de los príncipes rusos que han abrazado la religión cristiana oriental como religión estatal, contra las creencias paganas. El combate entre los tártaros y los mismos príncipes rusos por el dominio político y finalmente la estrategia de la iglesia ortodoxa por erradicar las costumbres y las creencias paganas del pueblo raso. En esta época la religión es instrumento político de control brutal, como cuando los enviados del zar arrancan con un puñal los ojos a los artesanos pintores ayudantes de Rubliov, que han incumplido el contrato de pintar los frescos de la catedral. Aunque se trata de la imposición de nuevas creencias, el director muestra el conflicto de Rubliov. Se niega a pintar escenas que atemoricen. El tiene una interpretación particular del cristianismo. Podría decirse que él establece una simbiosis entre el júbilo del amor pagano que lo marcó durante la noche que vivió los extraños ritos y la orgía de primavera, con su propia interpretación del amor cristiano. Si tengo sabiduría y no tengo amor, nada valgo. La decisión de no pintar un juicio final madura en él después de la noche en el bosque. Allí vivió la experiencia de un amor físico en profunda conexión con los ritos colectivos al inicio de la primavera. |
A través de Rubliov, Tarkovsky propone una vivencia del cristianismo, como acciones con otros, religados a través del dolor y la experiencia de la belleza como irradiación de la armonía que se alcanza a través de un camino de fracasos. A diferencia de los filmes occidentales los sujetos están vinculados entre ellos por medio de acciones físicas y espirituales. Los objetos no existen como mediadores entre ellos. |
El director se detiene en los movimientos de los cuerpos, en su plasticidad, en los sentidos intangibles que crean las miradas y su comunicación extrema. El cristianismo de Rubliov, es un cristianismo que cuestiona la erudición y la sabiduría de los letrados "Las personas de libros son falsas". Lo acompañan siempre jóvenes aprendices sin muchas letras, una mujer que parece estúpida, el artesano que lo impulsa a pintar es un joven que obedece a su propio instinto espiritual y a su sentido innato de la materia. La gran revelación sobre el amor carnal y espiritual o pagano se la proporciona una mujer de pocas palabras. Esta espiritualidad encarnada en lo simple; esta belleza de los sencillos y elementales impregna la estructura formal, que consigue sin perderla un solo momento, una capacidad de expresión deslumbrante. Los protagonistas. En la historia se cuentan las historias de personajes que ingresarán unos minutos a la narración o permanecerán. Aunque el cristianismo es divulgado por personas letradas, aquí se trata de monjes con un modo de vida casi vagabundo. Los monjes pintores que permanecían en monasterios, llevan una existencia errante. Son tan pobres como los campesinos, juglares y aprendices vagabundos. Este modo de vida señala a un tipo de cultura popular. Se mezclan en ella creencias paganas y fragmentos de las escrituras. Andrey Rubliov tiene su mente y sus emociones influidas por las lecturas del Eclesiastés, algunos de cuyos fragmentos sabe de memoria. Aunque siempre están acompañados de amigos monjes y de vagabundos, cada uno conserva una individualidad. Nadie está solo, aunque como en el caso de Rubliov y el joven artesano de campanas atraviesen por crisis espirituales que los atormentan. Tal vez aquí el director muestre un vínculo afectivo arraigado con la cultura popular y con este cristianismo medieval. |
Los caballos. Hacen parte del folklore ruso. Tarkovsky hace uso de su fuerza plástica para otorgarle realismo poético a las escenas en las que se discuten temas religiosos. Funcionan como puentes entre el mundo del sueño, del misticismo del pintor de iconos y el mundo de la vida. Pero más que caballos son signos del lenguaje del director que enfatiza el movimiento del paisaje. Conflictos u oposiciones de temas y personajes La primera oposición estructural es la del color. El film se desenvuelve en blanco y negro. Al final de repente se muestra un segmento de cinco minutos en color. Simboliza el hallazgo del pintor de iconos de su condición de maestro espiritual y de la culminación de su búsqueda. Logra plasmar en los colores de los iconos pintados sobre madera su propia comprensión de la espiritualidad cristiana. Hay una oposición o contraste, que es una clave de comprensión de las ideas de Rubliov. El joven que ignora los secretos del arte de fundir campanas impulsado por el deseo de celebridad, con una ambición sin erudición funde la campana que culmina la búsqueda de Rubliov. A partir de allí el monje pintor encuentra dentro de sí las fuerzas y la voluntad para pintar lo que le ha costado una vida de búsqueda. Es la oposición entre el conocimiento y la intuición. Las creencias se oponen. Los cristianos se enfrentan a los paganos. Los emisarios del príncipe destruyen los instrumentos, las costumbres y las creencias de los campesinos rusos. Pero los tártaros invasores se burlan de las creencias de los cristianos: ¿Cómo puede ser virgen María si dio a luz a un niño? Profanan los templos ortodoxos. |
El genio del director se manifiesta en el virtuosismo para estructurar en oposiciones de arriba y abajo los espacios de la película. En el aspecto cromático exhibe un total dominio de las posibilidades expresivas de los contrastes de claroscuros, sombras, penumbras tenebrosas, iluminación deslumbrante y transiciones de la oscuridad a las franjas lóbregas o tenuemente iluminadas. Esto transmite emociones y estados de ánimo luego de un conflicto o previo al enfrentamiento de fuerzas interiores. La maestría de Tarkovsky consiste en que estas oposiciones y contrastes nunca son un puro juego formal. El espectador a veces "mira" desde adentro, junto con los personajes, a través de las hendiduras y ventanas que constantemente muestran el paisaje y anticipan las acciones que vendrán. Esto permite al espectador tener una especie de intimidad visual y apreciar el carácter de experiencia onírica de la narración cinematográfica. El espectador redescubre los sonidos básicos. Los de la lluvia, la madera, las voces de los vagabundos, los cantos y voces emitidos por los animales y los pájaros. El chapoteo sobre la greda de la lluvia. Esta música elemental subraya el carácter esencial y espiritual de la película. Es la precisión en los detalles de la vida cotidiana en el medioevo ruso. ¿Cuándo no había tecnología como la que hoy hace parte de nuestra vida, cuáles eran los sonidos habituales para el oído? En la película la respuesta a esta pregunta le da un realismo poético a las escenas, como si esta precisión del director de elegir sonidos básicos, el trote de los caballos, los sonidos secos de la madera, el chirriar de la plata fundiéndose, el sonido quebrado de las puertas, el silbar del viento y el canto de la lluvia nos transmitiera el mensaje de unos personajes orgánicamente vinculados con los elementos del paisaje. Pero este paisaje tiene una calidad espiritual. Es el hombre con sus acciones que implican una búsqueda mística y estética, el que convierte los elementos y las cosas en signos que hablan de su alma. |