SIGNIFICADO DEL ARTE EN LA EDUCACION

El niño al realizar un dibujo, construir un objeto, o al pintar algo, proporciona algo más que el simple dibujo, nos proporciona una parte de sí mismo: cómo piensa, cómo siente, cómo ve. ¿Tenemos en cuenta realmente en nuestro sistema educativo los valores humanos?

Nuestro actual sistema de educación, asigna mucha importancia al aprendizaje de la correcta información acerca de hechos. En gran medida, el aprobar o no un examen o un curso, pasar al próximo, o incluso permanecer en la escuela, dependen del dominio o de la memorización de ciertos fragmentos de información, que ya conoce el maestro. De esta manera, la función de la enseñanza parecería reducirse a formar gente capaz de coleccionar partes de información y repetirla a una señal dada.

Una vez que el estudiante ha logrado cierta competencia para pro-

JOSE ANTONIO ARDI LA A.

Profesor Matemáticas y Física

porcionar los fragmentos de información apropiados en el momento oportuno, se le considera apto para graduarse en esa escuela. Lo más molesto de esta situación es que esa habilidad para repetir información puede tener muy poca relación con aquello de “miembro útil y bien adaptado” que creíamos estar formando.

Cada vez que hay más gente que reconoce que la aptitud para aprender difiere de una edad a otra y de un individuo a otro y que esta aptitud para aprender implica no solamente la capacidad intelectual, sino también factores sociales, emocionales, perceptivos, físicos y sicológicos. Además, el aprendizaje es un proceso complejo, por lo tanto, probablemente no existe un méto-


do “mejor” de enseñanza. Nuestra tendencia a desarrollar la capacidad de repetir fragmentos de información, puede estar acentuando indebidamente en un determinado factor del desarrollo humano, aquel que actualmente se mide por medio de los test de inteligencia.

La inteligencia tal como actualmente la medimos, no abarca todo el amplio rango de aptitudes intelectuales, que son necesarias para la supervivencia humana.

La capacidad de preguntar, de hallar respuestas, de descubrir, de volver a pensar, reestructurar y encontrar nuevas relaciones, son cualidades que generalmente no se enseñan en realidad, parece que no se toman en cuenta en nuestro sistema educativo.

Probablemente, una de las habilidades básicas, que se debería enseñar en nuestras escuelas, sea la capacidad de descubrir y buscar respuestas, en lugar de esperar pasivamente las contestaciones e indicaciones del maestro.

La acción del niño sobre los objetos o hechos o el ambiente, proporciona los medios para el desarrollo del pensamiento, mediante esta acción el nino crea algo, con el poco nivel de conocimiento que tenga al respecto, pero esta creación le permite ampliar su radio de conocimiento y nuevos enfoques para una futura creación.

Darle al niño la oportunidad de crear constantemente con sus conocimientos actuales, es la mejor preparación para su futura acción creadora.

El ser humano aprende a través de los sentidos. La capacidad de ver, sentir, oir, oler y gustar proporciona los medios para establecer una interacción del hombre y el medio.

Los programas de las escuelas tienden a descuidar el simple hecho de que el ser humano, aprende a través de sus sentidos. El desarrollo de la sensibilidad perceptiva debería, pues, convertirse en una de las partes más importantes del proceso educativo.

Sabemos que el aprendizaje y la memorización de hechos, si no pueden ser utilizados por una mente libre y flexible, no beneficiarán ni al individuo ni a la sociedad.

El maestro debe reconocer que sus propias experiencias acerca del aprendizaje no le sirven al niño, pues lo que importa en el proceso educacional es el aprendizaje del niño. No es la respuesta del adulto, sino el esfuerzo del niño para lograr su respuesta, lo que resulta crucial.

“El arte se halla unido al desarrollo mental y creativo del niño”


El profesor ANTONIO ARDILA incursiona en el fenómeno del aprendizaje en relación los niños y el maestro.

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