Revista Proyección Social

ISSN 1657 - 6799 | e-ISSN 2539 - 52XX

Revista Proyección Social Universidad Surcolombiana Agosto (2019).
Volumen 3, Número 1. ISSN-2619-5860. Web page: www.journalusco.edu.co

Vínculo Docente- Estudiante

Student-Teacher Relationship

María Natalia Duque Higuera*

Ensayo Académico

Recibido el 18/05/2020; aceptado el 03/08/2020



“No hay oveja que no busque al pastor, ni muchacho que no busque al maestro"


Simón Rodríguez


La relación entre el profesor y el alumno no se establece sobre la base de simpatía mutua, afinidad de caracteres o de intereses comunes. Más bien, se funda en una cierta ‘imposición’: están ahí sin consulta o consentimiento previos, lo cual genera -sobre todo en los comienzos de cada periodo lectivo -expectativas mutuas que se confirman o no con arreglo al desempeño del profesor y del alumno como tales.


Es una relación -bipolar de ida y vuelta- que se establece entre personas de diferente edad y grado de madurez. A la intensidad, variedad e irracionalidad de las reacciones, de los comportamientos, de las actitudes y de las motivaciones de los alumnos, el profesor debe responder con paciencia, ecuanimidad, prudencia y exigencia en su actuar, en sus juicios y en las manifestaciones de su carácter.


La relación de docencia es una relación interpersonal pero no amical. Primero, porque la relación amistosa se establece entre dos personas en su concreta individualidad, es decir, conociéndose mutuamente. Segundo, esa relación estrictamente personal consiste en un mutuo querer y procurar, cada uno, los fines personales e individuales del otro.


Edistio Cámere


Introducción


Trataré en etas líneas de relacionar lo que he entendido por vínculo docente estudiante, desde los conceptos de la psicología y de la propia experiencia citando algunos autores y como un primer ejercicio escritural de la Escuela de Formación Pedagógica. Muy posiblemente no queden plasmadas las ideas aprendidas de la misma pero será una aproximación o explicación de lo caracteriza la relación vinculo docente estudiante en el marco de los ambientes de aprendizaje.


A título personal inicio preguntando ¿Se puede concebir la educación sin el educador y el educando? Respondo No. Nunca, porque ella es, en todos los casos, una relación, una actividad fundamentalmente social y creadora de vínculos. La frase de entrada a este escrito de Simón Rodríguez me da un sencillo ejemplo de cuán grande en educación es la relación docente estudiante. En cambio, el aprendizaje, puede ser realizado con otros o no, pero es una actividad, en última instancia, individual.


La palabra “vínculo” proviene del latín y significa atar, ligar, unir a personas u objetos. Los vínculos entre las personas se crean en el proceso de convivir, de vivir juntos. La interacción reiterada que se produce al compartir un tiempo y un espacio comunes genera lazos entre las personas, que pueden tener matices afectivos de distinto tipo: amor, odio, temor, respeto, rivalidad etc. Hay dos componentes implicados en el vínculo el cognitivo y el afectivo. En el primero reconozco y conozco al otro y en el segundo creo lazos de confianza. Así se fundamenta el sistema vincular en un sinnúmero de subsistemas vinculares. Esto aunque concierne a la rama de la psicología aplica para todas las ciencias y por ende para todas las relaciones existentes como la de profesor-estudiante.


Desarrollo Argumentativo


Desde una mirada constructivista y de acuerdo con la corriente socio-cultural vigoskiana, la educación es una de las fuentes más importantes del desarrollo ontogenético en los miembros de la especie humana. El desarrollo que experimentan los seres humanos desde el nacimiento hasta la muerte es producto de las interacciones que se establecen entre el sujeto que aprende y los sujetos mediadores de la cultura, entre los cuales destacamos los educadores padres y compañeros, así como los códigos, mensajes simbólicos, propagandas, programas de medios de comunicación y maneras y modos de expresión cultural política y económica de las personas que forman parte de la sociedad.


El aprendizaje se logra cuando se da una influencia recíproca entre el sujeto y el medio social. Uno de los conceptos más importantes de Vigosky es el de la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) la cual la definió como: La distancia entre el nivel de desarrollo efectivo o real, determinado por la capacidad de resolver un problema independientemente, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz.


¿Podemos decir o pensar que los docentes estamos en algún lado de esta zona? ¿O creemos que estamos en la zona de desarrollo potencial? Muchas veces lo pensamos pero es que no sabemos todo en esta vida. Los estudiantes a veces saben o conocen más que nosotros mismos, o sea es relativo. Pero en esa zona de desarrollo en todo caso se crean vínculos fuertes y débiles, posibles e imposibles porque no es fácil compartir no es tan simple. Hay que lidiar con el otro y su mundo.


Jiménez Murillo y Hernández Yáñez, (2002) (s.a), señalan que es primordial que el maestro sienta empatía por el alumno, de tal manera que le pueda auxiliar en todos los problemas que se le presenten en relación con el aprendizaje, con el fin de poder auxiliar, tomando en cuenta la libertad para que el alumno cree, innove, aplique y critique, de manera general, la relación entre ellos deberá ser de respeto mutuo.


La formación del docente implica, además de la preparación académica, una formación humana que le permita tener relaciones satisfactorias y produciendo un ambiente que implique el diálogo, el intercambio, la aceptación y la ayuda mutua


La historia del “huevo hijo” H.H.


En un curioso caso pedagógico realizado con los estudiantes de Enfermería (2010-2012), surgió la idea del proyecto H.H. el cual tuvo sus pretensiones en la preparación y motivación integral de los estudiantes a través de un simple ejercicio: cuidar un huevo de gallina como si fuera un hijo (o un paciente). Estaba el ánimo como docente de crear en los estudiantes empatía por la carrera de Enfermería, ya que desertaban o se trasladaban a Medicina (cosa que aun sucede), de confrontarlos con su vocación de enfermeros y de replantear las didácticas, trabajando paralelamente con los temas establecidos en el curso de Comportamiento Humano. Poco a poco los ánimos se fueron forjando y se crearon entre los tres actores, estudiante-huevo- profesora, vínculos mediados por la extrañeza y la admiración. Cada quien ponía de su parte en el cuidado del huevo pues era literal su cuidado en forma individual o en parejas; muy parecido al de un hijo de real. Debían sentir y pensar como ofrecerle a ese huevo y a esa relación una familia, un nombre, una apariencia y una funcionalidad. Con esto se desarrolló la imaginación, la sensibilidad y la creatividad en los estudiantes, creando en los más entusiastas un impacto cognitivo-emotivo y conductual. En otros el nivel fue más rítmico y pausado pero la idea quedó sonando en sus cabezas: CUIDAR. Y en la mía: MOTIVAR.


De este tipo de proyectos en aula, se pueden desarrollar sentido de vida, valor del cuidado, sensibilización por el trato humano, visualización de otros aprendizajes y reencontrar potencialidades para ejercer una docencia, por profesión y por convicción; se dinamizan las prácticas académicas, se fortalecen las relaciones interpersonales y reestructura las funciones mentales. Fue una experiencia muy particular y enriquecedora con muchas anécdotas guardados en la memoria siendo la “profe del huevo.”



Figura 1. Estudiantes de enfermería
participantes del proyecto HH.

Fuente: Elaboración propia, 2018.



Figura 2. Estudiantes de enfermería
participantes del proyecto HH.

Fuente: Elaboración propia, 2018.


La educación por proyectos constituye un modelo de instrucción auténtico en el que los estudiantes planean, implementan y evalúan su proyecto y lo aplican en el mundo real más allá del aula de clase (Blank, 1997; Dickinson, et al, 1998; Harwell, 1997).


Desde una concepción de ser humano biopsicosocial-cultural y espiritual los docentes pueden conectar sus relaciones escolares con los estudiantes de la siguiente forma, escribiendo algunas ideas sueltas tratando de buscar ese ideal de vínculo D-E, de la siguiente forma pero dándole al docente una fuerza de compromiso y responsabilidad mayor, siendo así el docente en ese vínculo con el estudiante…






• Es el que tiene una mente flexible a las condiciones cambiantes del entorno, la criticidad constructiva y reflexiva frente a normas y saberes de una disciplina, cuando se fomenta la capacidad de auto actualizarse permanentemente, cuando se recrea el conocimiento al servicio de la sociedad, cuando el estudiante es respetuoso y solidario con el desarrollo social y cultural. Todo lo anterior conduce a la formación de individuos comprometidos con el bienestar de la sociedad y el entorno y con una actitud de respeto al otro y de democrática.


• Es el que dialoga. El diálogo entendido como intercambio activo entre locutores es básico en el aprendizaje; desde esta perspectiva, el estudio colaborativo en grupos y equipos de trabajo debe fomentarse; es importante proporcionar a los alumnos oportunidades de participación en discusiones de alto nivel sobre el contenido de la asignatura, de la vida misma a manera de catarsis.


• Es el que deja espacio al error. El aprendizaje es un proceso activo en el que se experimenta, se cometen errores, se buscan soluciones; la información es importante, pero es más la forma en que se presenta y la función que juega la experiencia del alumno y del estudiante. El que pueda también reír y aceptar sus propios errores y no se crea más que el estudiante.


• Es el que induce a la investigación. En el aprendizaje o la construcción de los conocimientos, la búsqueda, la indagación, la exploración, la investigación y la solución de problemas pueden jugar un papel importante. Abre la mente, permite encantar y que se maravillen por el mundo que los rodea. Pero el que también permite que operen otras ciencias en su lógica. Lee un lenguaje no lineal con esto de las nuevas tecnologías. No tanta teoría cuadrada en su mente sino que ojala reconozca o produzca una propia y comparta con sus estudiantes.


• Es el que ama y sueña. Permite las expresiones de afecto, los toques significativos, más no abusivos y, la experimentación en clase con ideas a veces absurdas y que reflejan los anhelos, la lúdica y sueños sin ridiculizar al estudiante. Porque comprende que ese estudiante se va a convertir en su futuro colega.


• El que respeta creencias y cultura. Infinidad de creencias sobre el origen de la vida, del hombre y del universo pero que pueden converger en un mismo sentido porque dignifica al estudiante y lo acepta como es, con logros y aciertos lógicos y desaciertos. Con convicciones extrañas o muy fundamentadas sobre Dios y la creación. Porque tiene unos valores humanos y principios de vida que cree y vive.


• El que se actualiza con las nuevas tecnologías y contextualiza sus conocimientos abriendo espacio a la modernidad, no satanizando los artefactos sino empoderándose con ellos. Se involucra a la lectura de otros lenguajes no lineales y se proyecta a un mundo globalizado y moderno donde nos educamos en una sociedad cambiante y compleja. Lo sistemas educativos se transforman y operan de diferente formas: nuevos currículos, modelos pedagógicos…


• Precisamente el proceso de Bolonia, pese a no ser un tratado vinculante, condujo a la creación del Espacio Europeo de Educación Superior EEES1 un ámbito al que se incorporaron países y que serviría de marco de referencia a las reformas educativas que muchos países habrían de iniciar en los primeros años del siglo XXI. Con esto el EEES implica la instauración de nuevas metodologías docentes, en detrimento de las tradicionales clases magistrales:


• Evaluación continua: Seguimiento diario al trabajo personal del alumno mediante evaluaciones continuas. Para llevar a cabo la evaluación continua se proponen principalmente dos herramientas: el uso de todas las posibilidades que ofrece Internet y las nuevas tecnologías TIC y las tutorías personales.


• Enseñanza práctica: Intervención activa del alumno a través de ejercicios, trabajo en grupo, prácticas profesionales, etc.


En el mundo actual, la empatía pedagógica tiene sus fuentes en la actuación consecuente entre la práctica y la teoría, la capacidad moral, la reflexión, la bondad, el respeto y la claridad del proyecto que persigue el acto educativo. También es innegable el papel de la preparación intelectual del maestro que genera el respeto de sus estudiantes y provoca en ellos, sentimientos de aceptación que se traducen en atención hacia los temas de estudio2.


Veamos ahora un poco de la historia de lo pedagogía y lo que decían algunos importantes pedagogos sobre vínculo docente estudiante:


Rousseau en el Emilio dijo: “Hay contrato pedagógico en la medida en que dos partes se comprometen a establecer y, luego, a vivir una relación educativa, es decir, un recíproco compromiso de educación” (Jouvenet. 1989, Pág. 31). Las condiciones que posibilitan el contrato son básicamente dos: ser el maestro y ser el estudiante. Así, la influencia y el control son recíprocos e internos. En otras palabras, dos siglos antes del planteamiento de los llamados ambientes educativos y formativos, Rousseau ya aseguraba que la formación se vive en la relación educativa a través de la vivencia y la práctica y que la democracia se aprende en la cotidianidad, pues la política es intrínseca a la humanidad. En la relación pedagógica, el maestro debe poseer autoridad, a fin de evitar los conflictos de poder. Pero ésta depende de la adhesión del estudiante, o sea, del reconocimiento. La autoridad es necesaria y significa ser amado y respetado por el alumno, a condición de que el maestro se entregue y ame a los demás.


Pestalozzi (1982), plantea que la individualidad de los niños es sagrada, por ello el desarrollo espiritual y del carácter es la meta de los profesores. La propuesta del entorno como formador lleva a Pestalozzi a creer que el trato amoroso de los maestros es esencial para lograr la disciplina y el aprendizaje. El juego, un trato amable, compartir espacios académicos y no académicos, reunirse alrededor de actividades festivas, artísticas o deportivas genera vínculos que permiten al estudiante y maestro establecer conocimientos personales y vínculos afectivos, cruciales para la enseñanza.


García Morante profesa que: “la ejemplaridad constituye un elemento esencial en la profesión del magisterio. En las otras profesiones no hay ejemplaridad, sino pura y simple eficiencia. En cambio, en el docente la eficiencia de la misma profesión viene condicionada por la ejemplaridad, porque la acción del docente sobre el educando no se cumpliría correctamente si el educando -que es sujeto percipiente- descubriera en el docente los mismos defectos o vicios contra los cuales el docente predica”.3


Maturana, al igual que Vigotsky y Bruner (2004), reconocerá el lenguaje como el vehículo del aprendizaje y del proceso mismo de humanización. Aprender a emocionar a través de la palabra, que tiene poder en sí misma, implica entonces una práctica profesoral centrada en los aspectos conversacionales del enseñar. El profesor tiene, desde esta perspectiva, un compromiso con la elaboración de una relación lingüística transparente, clara y respetuosa que facilite la participación y enseñe, por sí misma, una valoración desprejuiciada del mundo.4


Conclusiones


Pueden surgir más ideas sobre esta propuesta en el vínculo docente estudiante. Como por ejemplo el que es orgulloso de su trabajo, de su profesión de su misión. En conclusión se puede decir que el docente que busca compaginar y encontrar en el estudiante su complemento de vida es aquel que utiliza en su vínculo con el estudiante de manera saludable su potencial humano y su capacidad cognitiva. Además conoce la historia de vida de sus estudiantes. Logra dar seguridad indispensable para el buen desarrollo de la personalidad. Y su mente se abre a otros horizontes, educando en el amor y con el ejemplo.


La relación pedagógica está compuesta por la voluntad del estudiante quien se inclina favorablemente hacia las sugerencias de su maestro. Esta afirmación tiene una implicación inmediata en la formación de los futuros docentes quienes, además de tener una formación sólida en el área teórica de su desempeño, necesitan una formación muy fuerte que les ayude a entender el valor afectivo de su rol y comprender que el vínculo afectivo es un elemento más de los procesos de enseñar y aprender. Igualmente, se observa que todas las teorías reconocen el papel de la comunicación verbal y no verbal y del currículo oculto como condicionantes del proceso de enseñanza.


Ya finalizando este texto concluyamos así toda esta historia para explicar eso de vinculo docente estudiante: los griegos mencionan al Pathos, 5Rousseau la actitud, Pestalozzi la bondad, y Vigotsky y Maturana el lenguaje y el lenguajear como formadores sutiles y poderosos. Y resalto que es esencial en la formación del maestro propiciar espacios de conocimiento de sí y de preparación para el diálogo como herramienta pedagógica. El lenguaje no verbal debe ser un tema presente en la preparación del maestro ya que éste es determinante en la formación de valores como lo anota Maturana. Desde esta perspectiva, el cuerpo del maestro también educa y habla y él debe ser consciente de todo el potencial que maneja su corporalidad en un aula de clase. Así y seguramente con más características cierro este escrito aquí para buscar más sobre el tema.


Referencias Bibliográficas


Arceo, F. D. B., Rojas, G. H., & González, E. L. G. (2010). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo: una interpretación constructivista. McGraw-Hill Interamericana.


Blank, R. M. (1997). What causes public assistance caseloads to grow? (No. w6343). National Bureau of Economic Research.


Cámere, E. (2013). Educación. Más allá de las aulas. Mar Adentro.


Fajardo, M. (2007). El profesor y el estudiante: Un panorama histórico del vínculo.


Gil, C. A. P. (2016). El acompañamiento educativo como estrategia de cercanía impulsadora del aprendizaje del estudiante. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, (49), 1-6.


Jiménez Murillo, José Alfredo y Ma. Aleida Hernández Yánez (s.a) (2005). El aprendizaje de las ciencias.


Jouvenet, L. P., & Dion, L. (1989). Rousseau: pedagogía y política.


Pestalozzi, J. H., & Cabanas, J. M. Q. (1982). Cartas sobre educación infantil. Humanitas.


Vygotskiĭ, L. S., & Bruner, J. S. (2004). The essential Vygotsky. Springer Science & Business Media.





* Docente Catedrática USCO, Email: manadelpi@hotmail.com, Escuela de formación Pedagógica, Universidad Surcolombiana.


1 https://es.wikipedia.org/wiki/Proceso_de_Bolonia#Nuevas_metodolog.C3.ADas_docentes


2 Artículo “El profesor y el estudiante: Un panorama histórico del vínculo”, escrito por Martha Fajardo Valbuena. licenciada en Español Principal de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia. Especialista en enseñanza de literatura de la Universidad del Quindío, especialista en docencia universitaria de la universidad de la Habana y profesora del Programa de Humanidades de la Universidad de Ibagué. Es miembro del grupo de investigación EDAFCO del programa de Psicología de la misma universidad.


3 La relación profesor-alumno en el aula, Publicado el 1 agosto 2009 por entre educadores Articulo por Por Edistio Cámere


4 Ibid. Artículo “El profesor y el estudiante: Un panorama histórico del vínculo”, escrito por Martha Fajardo Valbuena.pág 26.


5 El pathos está asociado con la emoción, apelando a simpatizar con la audiencia y a la imaginación. Una forma común de llamar la atención patética es a través de una narrativa o una historia que comunique una lección abstracta o un significado a través de una experiencia concreta. Los valores, las creencias y la comprensión del argumentador se involucran y se comunican a la audiencia a través de esa historia. http://www.ehowenespanol.com/significado-logos-pathos-ethos-sobre_168617/