Proceso de producción de una teoría lingüística y semiológica
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Una ojeada a la ciencia del lenguaje permite observar que ésta se reconoce como tal en un proceso teórico operativo que, manejando las lenguas naturales, instaura modelos de análisis de sistemas significantes (lingüísticos) a partir de un primer; deslinde de campos o niveles de estudio (fonológico, morfológico, sintáctico, léxico). En esta delimitación que realiza la lingüística para describir la lengua operan fundamentalmente dos perspectivas de análisis: el estudio de la organización de las unidades sobre la base de sus relaciones sistemáticas de oposición (paradigmático) y el de las reglas de combinación de dichas unidades en las frases y el discurso (sintagmático). Se establecen así los mecanismos que subyacen a la utilización del lenguaje por los individuos. Se constituyen sistemas de representaciones lingüísticas que varían de una escuela a otra, pero que tienen como rasgo común el pasaje de lo sustancial y manifiesto, a las estructuras que se delimitan a partir del sistema a que pertenecen. Posteriormente, y coincidiendo Con nuevos, avances teóricos de la lingüística, se produce un desplazamiento científico: muchas ciencias sociales integran los aportes de la lingüística y, en una nueva perspectiva, comienzan a interpretarse a partir de las relaciones significantes de su objeto. Estos diversos campos sociológico, antropológico, psicoanalítico, literario, etc.–, se consideran series estructuradas como lenguajes, emparentadas con los modelos originados en las lenguas naturales, pero practicando a su vez un enfoque translingüístico, que implica un manejo de elementos que difieren de los propiamente lingüísticos