Revista Paideia Surcolombiana

ISSN 0124 - 0307 | e-ISSN 2538 - 9572



Artículo de Investigación

Recibido: 18 marzo de 2020 / Aceptado: 10 mayo de 2020

La sensibilización musical como fuente de aprendizaje en un mundo poco sonoro

Musical awareness as a source of learning in a world with little sound

Sensibilização musical como fonte de aprendizagem, em um mundo pouco sonoro



Sandra Milena Martínez Romero

Magister en Educación para la Inclusión

Universidad Surcolombiana

milena.martinez@yahoo.es


Julio César Vivas Tamayo

Magister en Educación para la Inclusión

Universidad Surcolombiana

juliocvivas@gmail.com



Resumen


La presente investigación tuvo como finalidad el diseño de una propuesta pedagógica que contribuya a la sensibilización musical de la población con limitación auditiva de la Institución Educativa Normal Superior de la ciudad de Neiva. Es un aporte a la didáctica de la educación musical inclusiva, aplicando un enfoque metodológico de investigación cualitativo, con un diseño exploratorio, descriptivo y participativo, utilizando como instrumentos de recolección de información el análisis documental, la observación participante y la entrevista. La muestra de la población en estudio estuvo constituida por 12 niños y niñas sordos de 48 en total que existen en la jornada de la tarde, con diversidad en su discapacidad auditiva, con los cuales se realizó una serie de talleres de percepción musical, exponiéndolos a las vibraciones y cualidades de la música. Se encontró que la población sorda en estudio tiene una gran afinidad con la música, pero poco se acercan debido a que no se les ha brindado la oportunidad de acceder a ella y mucho menos incluirla dentro de su currículo, vulnerando el derecho de asistir a clase de música con sus compañeros oyentes. En general se concluye que en el arte no hay barreras y que, sin duda, no existen formas mejores o peores de percibir la música, sino simplemente diferentes e igualmente válidas para todos, generando una búsqueda de acciones que permita la aceptación de la persona sorda como un individuo, que, por su diferencia lingüística, necesita de apoyos adicionales y especializados.


Palabras clave: Música, sordos, sensibilización, aprendizaje, educación inclusiva, estrategias didácticas.


Abstract


This research purpose was the design of a pedagogical proposal that contributes to the musical awareness of the hearing impaired population of the Institución Educativa Normal Superior in Neiva city, as a way to contribute in the didactics of inclusive music education, applying a qualitative research methodological approach, with an exploratory, descriptive and participatory design, using documentary analysis, participant observation and interview as instruments for data collection. The sample of the study population considered 12 deaf children, out of 48 in total that exists in the afternoon session, with diversity in their hearing impairment, with whom a series of musical perception workshops were conducted, exposing them to the vibrations and qualities of music. It was found that the deaf population under study, has a great affinity with music, but little approach, because they have not been allowed to access it, much less include it in their curriculum, violating the right to attend music class with their hearing peers. In general, it is concluded that in art there are no barriers and that, undoubtedly, there are no better or worse ways of perceiving music, but simply different and equally valid for everyone, generating a search for actions that allow the acceptance of the deaf person as an individual, who, because of their linguistic difference, needs additional and specialized support.


Keywords: Music, awareness raising, deaf, inclusive education, teaching strategies.


Resumo


A pesquisa teve como objetivo traçar uma proposta pedagógica que contribua para a sensibilização musical da população com deficiência auditiva da Institución Educativa Normal Superior da cidade de Neiva, como uma contribuição à didática da educação musical inclusiva, a partir de uma abordagem de pesquisa qualitativa a traves de um desenho exploratório, descritivo e participativo, utilizou a análise documental, a observação participante e a entrevista como instrumentos de recolecção de dados. A amostra do estudo se compõe de 12 crianças surdas, de um total de 48 da turma vespertina, com diversidade na deficiência auditiva, foi realizado com elas uma série de oficinas de percepção musical, expondo-as crianças às vibrações e as qualidades da música. Constatou-se que a população surda do estudo possui grande afinidade com a música, mas não são próximos a ela, pois não tiveram a oportunidade de acessá-la, muito menos de incluí-la em seu currículo, estão vulnerando seu direito de assistir as aulas de música com outras crianças ouvintes. Em geral, conclui-se que na arte não existem barreiras e que, sem dúvida, não existem formas melhores ou piores de perceber a música, simplesmente diferentes e igualmente válidas para todos, gerando uma busca por ações que permitam a aceitação dos surdos como indivíduo que, devido as diferenças linguísticas, necessita de apoio adicional especializado.


Palavras-chave: Música, surdos, sensibilização, aprendizagem, educação inclusiva, estratégias didáticas.



Introducción


Construir una educación inclusiva que sea capaz de acoger y ofrecer una respuesta educativa y de calidad, exige transformaciones a nivel personal, cultural, político y educativo, con la promoción de iniciativas que busquen la igualdad en las poblaciones vulnerables. La principal aspiración de todo proyecto educativo es desarrollar la capacidad de participación y el máximo aprendizaje de todos sus estudiantes. Ello requiere no solo compartir los principios de inclusión y diversidad, como oportunidad para el aprendizaje de cada persona, sino el derecho a hacerlo en igualdad de condiciones. La educación inclusiva es, por tanto, un componente del derecho a la educación.


La diversidad que existe hoy entre los estudiantes de una institución educativa es innegable. Entre ellos hay variedad de ideas, actitudes, estilos y ritmos de aprendizaje, comprendidos como el tiempo que cada persona necesita para apropiarse del conocimiento, así como diversidad de capacidades, diversidad lingüística y diversidad cultural.


Según sus aptitudes y gustos naturales que son diversos desde su nacimiento, los niños no sacan el mismo provecho de los recursos educativos colectivos e incluso pueden verse en situaciones de fracaso debido a la inadaptación de la escuela, a sus talentos y aspiraciones. (Delors, 1996)


El reconocimiento de la diversidad ha permitido que en la educación y en la pedagogía se deban reconocer los diferentes estilos y ritmos de aprendizajes de los estudiantes, para reconocer que existen en ellos capacidades excepcionales en todas las áreas o en una específica. Además, hay estudiantes con dificultades, algunas de éstas debidas a un déficit en una estructura o en una función corporal, pero este dato no debe servir para rotularlos sino para determinar las necesidades educativas que cada uno tiene. Bajo esta mirada, es necesario sugerir lo que ha de ser la práctica docente y pedagógica en el marco de una escuela integradora (Soto, 2003). Esta denotación, entonces, recoge lo que a la educación y a la pedagogía le corresponde: la diversidad en el aprendizaje de sus estudiantes y en las estrategias didácticas que deben utilizar los docentes.


La educación de las personas sordas se ha visto trazada por variedad de transformaciones, algunas de ellas positivas para su formación y otras no tan significativas, afectando directamente su escolaridad y truncando la culminación de sus estudios. Como maestros es importante tener una concepción de la persona sorda desde un enfoque socio-antropológico. Esto implica romper paradigmas que imposibilitan las relaciones con dicha comunidad y cierran los espacios para una inclusión social, que dignifique la persona por su ser. Por ello, el reto para los educadores y para la educación en general es adoptar estrategias que potencien las capacidades y habilidades de esta población, transformando procesos de enseñanza con ambientes y apoyos comunicativos que se requieran.


Contexto general de la población sorda en Colombia


Caracterización socioeconómica


A nivel general, según datos censales, en Colombia hay más de 2 millones de personas con algún tipo de limitación, de las cuales 450.000 refieren tener una limitación para oír: 6,3% del total de colombianos, tiene alguna limitación: más de 2 millones 600 mil; del total de habitantes; 1.1% tiene una limitación auditiva para oír: más de 450 mil del total de habitantes.


El RLCPD (Registro para la locali- zación y caracterización de personas con discapacidad), a corte de agosto de 2016, identifica un acumulado de 144.446 personas sordas, teniendo en cuenta la población identificada a partir del cruce de las variables: alteraciones permanentes en los oídos y dificultades diarias para oír. De este total un 52% son hombres y el 48% son mujeres.


Panorama educativo


Matrícula de la población sorda en Colombia


Según el contexto general de la población sorda en el país, publicada por el Instituto Nacional para Sordos (INSOR) y el Ministerio de Educación Nacional en el año 2016, de un total general de 7212 matrículas reportadas a nivel nacional el 90% corresponde a la matricula oficial y el 10% a la matricula privada. La distribución de estudiantes sordos a nivel nacional parte de una frecuencia baja en preescolar, mostrando la frecuencia más alta en el nivel de básica primaria y decreciendo en su orden en secundaria y media (incluyendo normal superior y aceleración del aprendizaje con frecuencias muy bajas). Estos datos evidencian que la permanencia de los estudiantes sordos en el sistema declina significativamente antes de dar alcance a los logros educativos importantes para la transición a la educación superior. El incremento posterior en el ciclo de adultos en estos dos territorios sugiere una tendencia hacia la formación muy seguramente para mejorar las condiciones en la vinculación laboral.


Al hablar específicamente de los educandos con diversidad funcional auditiva, se considera que el obstáculo más grande es el establecimiento de diálogos con ellos, pues esta población mantiene diferencias comunicativas con respecto a la mayoría de las personas. Algunos de ellos tal vez no se comunican con la voz, pero sí son capaces de comunicarse con su cuerpo. Ellos están en la capacidad de mostrar sus sentimientos y emociones a través de una risa, una lágrima o un movimiento corporal, lo que significa que como maestros debemos estar dispuestos a ofrecerle los espacios y las experiencias necesarias para que, siendo cercanos en la observación y el conocimiento, ellos puedan acceder y disfrutar de un aprendizaje, que en variadas ocasiones les es vulnerado.


Una de las cosas que más llama la atención con los alumnos en situación de discapacidad auditiva es el interés que muestran hacia la educación musical. Esto se debe tal vez por la curiosidad que les produce encontrarse con las sensaciones o la indescriptible satisfacción que les produce en todo su cuerpo cuando interpretan algún instrumento.


No es desacertado pensar que una persona con diversidad funcional auditiva pueda realizar una apreciación musical con todo su cuerpo, ya que el sonido al ser una vibración que tiene la virtud de cristalizarse en la piel trasciende la sensación auditiva. Para sustentar lo anterior, Infante (2005) afirma:


En el silencio, la persona Sorda siente las vibraciones internas, por lo que el sonido de la música puede hacer que su cuerpo vibre constantemente, como si alguien le tocara delicada y profundamente, o como si alguien estuviera dentro del cuerpo golpeando el estómago, intestinos, pulmones y hasta los huesos.


Resulta claro comprender que el ser humano percibe el mundo que lo rodea sirviéndose de las experiencias sensoriales. De todos los sentidos es fundamentalmente el oído el que facilita la comunicación y promueve la interacción social, lo que nos permite establecer relaciones, participar en las actividades cotidianas, ser alertados de peligros y percatarnos de nuestras propias vivencias. La audición es esencial para aprender a hablar, tener buenos resultados escolares y participar en la vida social. De ahí que la pérdida de audición suponga un obstáculo para la educación y la integración social.


Cuando la pérdida auditiva es inevitable se precisan intervenciones que aseguren a los sordos el logro pleno de sus potencialidades, recurriendo a la rehabilitación y la educación, donde las condiciones de igualdad y equidad sean la prioridad. Con base en lo anterior, surge la necesidad de adelantar una investigación para analizar conocimientos, actitudes y prácticas educativas, en la manera como los estudiantes de una institución educativa les son vulnerado el derecho de asistir a clase de música con sus compañeros oyentes.


Este estudio resulta pertinente por el impacto personal, educativo, familiar, social y por la importancia que el docente debe darle a la discapacidad, apoyándose en el marco legal que se tiene, pero no se cumple, invisibilizando así el derecho que se debe salvaguardar.


Método


Este trabajo de investigación es de carácter cualitativo si se tiene en cuenta que es recomendable cuando el tema del estudio ha sido poco explorado como en este caso, o no se ha hecho investigación al respecto en ningún grupo social específico (Hernández, Collado y Baptista, 2014). Precisamente esta pretendió abordar un campo poco explorado en la región, y más en la educación musical, con personas en condición de discapacidad auditiva. Por lo tanto, el diseño planteado para su desarrollo tomó referentes de los métodos de investigación exploratorio, descriptivo y participativo.


En cuanto a lo exploratorio, se plantea de acuerdo al concepto de Hernández et al. (2014) que “los estudios exploratorios se emplean cuando el objetivo consiste en examinar un tema poco estudiado o novedoso” (pág. 91). Y es precisamente lo que esta investigación persigue: ser los representantes en uno de los primeros acercamientos a nivel regional. Por otra parte, la investigación sigue una lógica descriptiva que, según Hernández et al. (2014), “con los estudios descriptivos se busca especificar las propiedades, las características y los perfiles de personas, grupos, comunidades, procesos, objetos o cualquier otro fenómeno que se someta a un análisis” (pág. 92).


Asimismo, esta investigación es participativa porque, según los argumentos que plantea de Shutter (1983), “es una propuesta metodológica, insertada en una estrategia de acción definida, que involucra a los beneficiarios de la misma en la producción de conocimientos. De manera muy sintética, investigación participativa es una combinación de investigación, educación-aprendizaje y acción” (pág. 146). En efecto, se pretende conocer aspectos o componentes de la representación social del discapacitado auditivo, posibili- tando un acercamiento a la realidad de los niños y niñas sordas de la I.E. Normal Superior de Neiva, desde su propia perspectiva en el aprovechamiento de sus capacidades y aptitudes musicales.


En esta investigación es necesario hacer un mapeo general mediante la observación participante que se realiza con base a diez (10) talleres de música realizados con catorce (14) estudiantes sordos, y así tener un conocimiento más claro de la población objeto de estudio frente a su realidad y contexto. Es de aclarar que cada una de las acciones realizadas en el proceso investigativo buscó resolver los objetivos diseñados para resolver el problema planteado.


Entre los instrumentos utilizados se destaca la entrevista, que permitió establecer un contacto más directo con la población, develando antecedentes más concretos frente a sus condiciones sociales y económicas de los participantes. Además, es importante destacar dentro del proceso el trabajo de campo, que permitió una exploración musical con los participantes. Este se registró a través de medios audiovisuales (videocámara y celular) para permitir mayor confiabilidad en la recolección de la información. Es importante, por otro lado, realizar un cruce o confrontación de la información recolectada para identificar con mayor claridad los hallazgos obtenidos mediante la utilización de los ya mencionados instrumentos de recolección, con una revisión de la literatura sistemática.


Muestra


La muestra en la población de nuestro estudio estuvo constituida por 12 niños sordos de 48 en total que existen en la jornada de la tarde, encontrando diversidad en su discapacidad, como lo son: hipoacúsicos neurosensoriales, hipoacúsicos bilaterales y sordos profundos, comprendidos entre los 10 y 17 años, según registro del SIMAT.


La institución educativa está ubicada en la zona urbana, sector centro oriente de la ciudad de Neiva, la cual está proyectada a ser un establecimiento de alta calidad humana, pedagógica e investigativa, líder en procesos de innovación curricular y siendo apoyo para mejorar la calidad educativa y de vida de la población rural, urbano-marginal y con limitación auditiva. La gran mayoría de jóvenes provienen de familias con muy bajos recursos.


Las familias fueron seleccionadas aleatoriamente y dieron la aprobación y el consentimiento para que sus hijos asistieran dentro de la institución educativa a los talleres de Sensibilización musical ofrecidos por los estudiantes de la Maestría en Educación para la Inclusión y que darán la oportunidad de comprobar y reconocer que la música aparte de ser escuchada por el oyente, es sentida por el sordo.


Procedimiento


La información se recolectó a través de fuentes primarias, como el PEI de la I.E., relacionada con nuestra población estudio y fuentes secundarias, como estudiantes sordos, modelos lingüísticos, intérpretes, docentes de inclusión y docentes que han tenido la experiencia de aprender y enseñar música a los sordos. Los instrumentos utilizados para la recolección de información fueron el análisis documental, la observación participante, talleres a la población sorda y entrevista estructurada a estudiantes sordos, oyentes, intérprete, modelos lingüísticos, docentes que han tenido acercamientos al trabajo musical con la población sorda, personal que trabaja procesos de educación inclusiva y padres de familia de estudiantes sordos.


Para organizar, analizar y desarrollar el procesamiento adecuado de la información recolectada se utiliza a Strauss y Corbin (2002): “por medio del escrutinio cuidadoso de los datos, línea por línea, los investigadores descubren nuevos conceptos y relaciones novedosas, y construyen de manera sistemática las categorías en términos de sus propiedades y dimensiones” (pág. 79). El escrutinio de los datos se lleva a cabo mediante las transcripciones escritas de todas las observaciones, entrevistas, grabaciones y en general toda la indagación realizada mediante las técnicas e instrumentos de recolección de información, sin perder detalle alguno de la información suministrada por los participantes que intervienen en la investigación.


El procesamiento de la información se realiza de forma manual utilizando Microsoft Excel, por ser una experiencia tan sensorial, personal y que además el volumen de información no amerita la utilización de un software especializado para el procesamiento de la misma. Es de anotar que las categorías fueron surgiendo mediante la agrupación realizada en cada pregunta de las entrevistas y las observaciones y evaluaciones de los talleres, generando una aglomeración de información que se integra y refina en categorías.


Resultados


Los hallazgos de los talleres y las entrevistas proporcionan información clave sobre los vacíos y desconocimientos que tiene la población sorda acerca de la música y el acceso a ella en el pensum académico que les brinda la Institución.


Sensibilización


Es claro que la población sorda tiene una gran afinidad con la música, pero el acercamiento al mundo de los sonidos para dicha población es limitado, debido a que no se les ha brindado la oportunidad de acceder a ella y mucho menos incluirla dentro del currículo. En la ejecución de los talleres, ellos manifiestan constantemente que sienten como “retumban las vibraciones en su piel”, además que se sienten muy acogidos, observando en los talleres una actividad que les genera placer y a lo cual pocos le prestan atención. Otros afirman que es la primera vez que tienen contacto con la música y más con la interpretación de un instrumento.


Es claro comprender que la sensibilidad es la facultad que tenemos los seres humanos de sentir y percibir estímulos internos y/o externos, a través de los órganos de los sentidos, que son la puerta de acceso al mundo exterior y a través de ellos podemos explorar nuestro entorno y así lograr obtener la información básica del medio.


La música


Respuestas como “la música nos hace sentir felices” y “es un ritmo que llevamos cuando tocamos un instrumento como el tambor” son satisfactorias en tanto que para otros es un tema desconocido, dejando en claro que es muy necesaria la creación de ambientes dinámicos, en los que se incluyan trabajos musicales que enseñen y rescaten potenciales que se encuentran inmóviles. La música es un arte que evoca sensaciones, emociones y estados de ánimo. Su sola presencia puede generar cambios en quien la escucha o en quien la percibe. Cualquiera que sea el propósito de la música, siempre se relaciona con experiencias propias del hombre, ya que “ha nacido de su mente, habla de sus emociones y expresa su gama perceptual” (Alvin, 1997). Hasta se ha dicho que la música penetra los senderos más profundos y secretos del alma y, ante esto, el hombre queda indefenso.


Al hablar de música en la comunidad sorda, esta expresión artística se ha quedado en el imaginario social por la creencia de que solo se da y se reconoce si se tiene el sentido del oído. Sin embargo, atendiendo a las estructuras corporales y la técnica de percusión corporal se abre otra posibilidad de expresión para esta población. Si bien es cierto que la sordera se puede dar especialmente de dos maneras: la hipoacusia y la sordera total, en este caso la música por medio de instrumentos de percusión y percusión corporal también se puede percibir en ellos de manera diferente. Los sordos con restos auditivos tienen la posibilidad de escuchar la música, seguir su ritmo y reproducirla de manera como lo hace cualquier oyente. Ahora, los sordos profundos tienen el sentido del tacto abierto para percibir la música, concebida desde sus frecuencias bajas y que, al combinarse con diferentes elementos (palos, placas metálicas, bombas de látex, tambora, bajo) sirven de puente para la percepción.


La música ha sido entendida como un fenómeno acústico, íntimamente relacionado con la estructura del sistema auditivo y sin la cual resulta impensable que se pueda percibir de otra forma. Dado esto, las experiencias musicales han sido concebidas para las personas oyentes y no para las personas sordas, quizá porque resulta desconcertante tan siquiera imaginar cómo una persona que no puede escuchar el sonido pueda vivenciarla de una forma diferente (Otero, 2016).


Lo que se pretende es sustentar que la música va más allá de la sensación que se percibe en el oído y que está definida como sonido. Razón por la que la sordera no se constituye en un impedimento para poder percibirla, pues, si bien es cierto, el sonido es una vibración originada por un cuerpo sonoro y difundida mediante ondas a otros cuerpos que la perciben. Desde lo anterior, no es desacertado pensar que una persona sorda pueda percibir, sentir y apreciar una pieza musical con todo su cuerpo, ya que el sonido al ser una vibración, tiene la capacidad de materializarse a través de la piel, lo que indica que trasciende mucho más que la sola sensación auditiva (Otero, 2016).


A pesar de las experiencias realizadas frente al desarrollo de aprendizajes en el área musical con personas en condiciones de discapacidad auditiva con resultados positivos, aún la comunidad sorda sigue siendo excluida y son aisladas de los procesos musicales puesto que se entiende que la música solo se percibe por vía auditiva. Esto desconoce que una persona con dificultades auditivas desarrolle con mayor agudeza los otros sentidos para poder expresar o comunicar una sensación o experiencia perceptiva. El tacto o el sentido háptico es uno de los más desarrollados en la población sorda y le permite al individuo entrar en contacto con otros mundos.


La música es la actividad humana más global, más armoniosa, aquella en la que el ser humano es al mismo tiempo, material y espiritual, dinámico, sensorial, afectivo, mental e idealista, aquella que está en armonía con las fuerzas vitales que animan los reinos de la naturaleza, así como con las normas armónicas del cosmos. (Willems, 1981)


Discapacidad auditiva


La población sorda de la institución educativa presenta diversidad en su tipología auditiva como son la hipoacusia neurosensorial, bilateral y sordera profunda, mencionados anteriormente. Para Lobera (2010) las discapacidades auditivas enfrentan a los niños y niñas a una dificultad para adquirir el lenguaje. El lenguaje es una forma de conceptualizar el mundo, entenderlo y explicarlo. Es también uno de los medios que nos permite adquirir conocimientos e información acerca de nuestras experiencias y de los demás. A un niño con pérdida auditiva que no logra desarrollar un lenguaje le será muy difícil adquirir conocimientos y comprender los eventos a su alrededor (pág. 16).


La pérdida auditiva es la incapacidad para recibir adecuadamente los estímulos auditivos del medio ambiente. Desde el punto de vista médico-fisiológico, la pérdida auditiva consiste en la disminución de la capacidad de oír. La persona afectada no sólo escucha menos, sino que percibe el sonido de forma irregular y distorsionada, lo que limita sus posibilidades para procesar debidamente la información auditiva de acuerdo con el tipo y grado de pérdida auditiva. Cada parte del oído cumple una función importante en la transmisión de la información del sonido al cerebro. La pérdida auditiva se produce como consecuencia del deterioro de una o varias partes del oído externo, medio o interno. Dicha ausencia auditiva debe ser diagnosticada por profesionales en audiología u otorrinolaringología, que, como expertos, realizarán distintas pruebas auditivas para determinar el tipo y el grado de severidad.


Estrategias pedagógicas


El estudio permite evidenciar la falta de preparación por parte de los docentes para asumir y orientar las clases de música en la población sorda de la institución educativa, imposibilitando así el acceso a la equidad. Autores, como Mialaret (1984), definen estrategias pedagógicas como “la ciencia o arte de combinar y coordinar las acciones con vistas a alcanzar una finalidad. Corresponde a una planificación para lograr un resultado con proposición de objetivos a alcanzar y medios considerados para lograrlo” (pág. 213). Por otra parte, Parra (2003) precisa que las estrategias pedagógicas “son formas específicas de crear espacios para la enseñanza y el aprendizaje, suministrados en momentos determinados de la práctica, donde las situaciones didácticas enfatizan acciones particulares al enfoque de cada asignatura” (pág. 10). Según Romero (2008), en pedagogía de la humanización, se comprende la estrategia pedagógica como un proceso planificado con un propósito educativo, un conjunto de acciones, la aplicación de unas herramientas y recursos que permiten acceder a un resultado significativo.


Una estrategia de aprendizaje es una regla que permite tomar las decisiones adecuadas en el momento oportuno en relación con el aprendizaje. Las estrategias tienen un carácter propositivo e intencional; implican, por tanto, y de forma inherente, un plan de acción frente a las técnicas que son marcadamente mecánicas y rutinarias. Forman un conjunto de operaciones mentales: selección, organización, transferencia y planificación, que realiza el alumno cuando se enfrenta a su tarea de aprendizaje con el propósito de optimizarlo. Las estrategias facilitan la adquisición, procesamiento, transformación y recuperación de la información. Tienen un carácter intencional y están sujetas a entrenamiento (Espasa, 2002).


En esencia, la pedagogía de la humanización propone por la madurez mental mediante la comprensión de una serie de teorías, resultados de investigaciones, la aplicación de metodologías, actividades, estrategias y técnicas centradas en el buen trato, en la interlocución y la concertación.


Métodos de educación musical


Específicamente en este trabajo de investigación encontramos metodologías de educación musical poco convenientes, puesto que la población sorda no tiene acceso a ella. Por lo tanto, se debe tener como propósito facilitar la formación y el aprendizaje con la utilización de técnicas didácticas pertinentes para construir con ellos conocimiento de una forma creativa y dinámica.


Los estudios muestran que Willems y Orff desarrollaron metodologías básicas para enseñar a los niños y a las niñas música. Sus metodologías se basan en el ritmo aplicado en los instrumentos de percusión, donde la experiencia se encuentra con los instrumentos que permiten conjugar lo rítmico con lo melódico. La música gratifica también a quien no oye porque paradójicamente esta condición “lo habilita” para verla y, la razón de ella, sentirla. La melodía entonces es percibida como movimiento y aprendida a través de la lengua de señas o de signos. Combinando el ritmo con la melodía se hace el montaje de las distintas piezas musicales (Tamayo y Urrea, 2005).


Percusión corporal


Palmas, chasquidos y pisadas son algunas de las técnicas de calentamiento utilizadas para la posterior interpretación de los instrumentos, ayudados por las notas musicales, que para varios resultaban ajenas. Con la ayuda del maestro de música y el intérprete poco a poco se adentran en un mundo que les genera muchas emociones. Es de saber que la percusión corporal es la técnica donde el cuerpo humano se utiliza para producir diferentes efectos sonoros, de tal manera que la tímbrica emitida por este puede viajar según sea la parte que se percute. Según Romero (2012):


El empleo de la percusión corporal, debe ser llevado a cabo de forma continuada por lo que se sugiere que sea en cada sesión (mínimo diez minutos). Es importante su aplicación en todas las sesiones no sólo porque conlleva un desarrollo psicomotor destacado, sino sobre todo por el desarrollo de las inteligencias múltiples que lleva implícito. (pág. 50)


Al utilizar los diferentes elementos musicales como son el ritmo, el acento y el pulso, se busca estructurar diferentes efectos para la exploración de la sonoridad. Entre otros efectos también se cuenta con la voz humana. Todo este conjunto de emisiones sonoras son el potencial para la estimulación del sentido del tacto en el ser humano.


Educación inclusiva


Aunque la institución educativa es líder en procesos de flexibilización curricular y contribuye a mejorar la calidad de vida de la población con limitación auditiva, le falta mucho para asumir un cambio de mentalidad tradicional por uno inclusivo, en el que se les garantice capacitación continua a docentes y que ellos se conviertan en multiplicadores a la hora de garantizar los derechos a todos sus estudiantes por igual. Claramente la inclusión es un proceso permanente que reconoce, valora y responde de manera pertinente a la diversidad de características, intereses, posibilidades y expectativas de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos. Su objetivo es promover el desarrollo, aprendizaje y participación, con pares de su misma edad, en un ambiente de aprendizaje común, sin discriminación o exclusión alguna y que garantiza en el marco de los derechos humanos, los apoyos y los ajustes razonables requeridos en su proceso educativo, a través de prácticas, políticas y culturas que eliminan las barreras existentes en el entorno educativo.


La música debe estar integrada dentro del sistema educativo por que conseguimos aumentar la motivación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, ya que incluimos un punto de interés propio en el aprendizaje. Esto favorece su colaboración y su implicación en tal proceso de forma activa, haciéndoles partícipes de su propia educación y fomentando que se sientan personas importantes, que tienen mucho que decir en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Así mismo, se tiene la concepción que la música ha estado ausente en la formación de la comunidad sorda porque se piensa que solo a través del sentido del oído se puede percibir. Para muchas personas sordas la música les genera emociones, llegando a participar de bailes sintiendo las vibraciones musicales. Otros tienen la oportunidad de tocar instrumen- tos de percusión y de percusión con afinación definida, brindando una coyuntura de participación y demostrando sus habilidades ante la comunidad que los ha excluido porque no creen en sus capacidades.


Discusión


La investigación ya relacionada y otra realizada por Gordon (2011) son una pequeña muestra de que los estudios que se realizan en torno a la música y a las personas sordas usualmente hacen comparaciones entre personas oyentes con audición “normal” y personas sordas, en las que obviamente se afirma que estas últimas no pueden percibir la música como lo hacen los oyentes. Lo que se objeta al respecto es ¿por qué se espera que las personas sordas escuchen igual que los oyentes?, ¿acaso sólo existe una manera de escuchar y sentir la música?, ¿por qué es necesario comparar la experiencia musical de una persona sorda con la de una persona oyente y querer normalizarla con diferentes tecnologías como el implante coclear?, ¿se puede decir que hay una manera buena o mala, normal o anormal, de experimentar la música? Una persona sorda puede disfrutar plenamente de la música desde sus capacidades, sin requerir de audífonos o implantes cocleares que pretendan encajar la música en una ideología normalizadora que la circunscribe.


Además, si se deconstruyeran estos paradigmas para crear posibilidades inverosímiles, como el hecho de que la música pueda ser escuchada sin necesidad de que el sonido sea percibido por el aparato auditivo, se comprendería gracias a las personas sordas que, en este arte, no existen barreras y que no hay maneras buenas o malas en las que la música pueda ser percibida, simplemente de manera diferente. Siendo coherente con el planteamiento anterior y partiendo de la premisa de que las personas sordas pueden vivenciar de manera diferente la música, no es posible que esta sea reducida a una combinación de elementos musicales, ejecuciones prodigiosas, composiciones perfectas, representantes memorables, géneros o modas.


El poder de la música radica en la fuerza que tiene para despertar el deseo de compartir sentimientos, prácticas, concepciones del mundo y significados que las personas construyen y los interpelan en la interacción. En otras palabras, la música posibilita la construcción de escenarios diversos que producen sentidos articulados con los ámbitos educativo, social, económico, político y cultural de cada sociedad, en la medida en que ofrece una experiencia con un profundo componente vivencial que involucra distintas dimensiones del ser (Carballo, 2006; Cabello, 2004; Díaz, 2009; Samper, 2010). Por lo tanto, la música, desde esta perspectiva, es mucho más que un fenómeno acústico: es un pasaje vivo-emocional-relacional a través del cual se pueden crear espacios en donde la sordera no sea un impedimento para que las personas puedan crear y recrear sentidos en la interacción. Además, no cabe la menor duda de que la música puede convertirse en el pretexto perfecto para la creación de escenarios que favorezcan la inclusión social y cultural de las personas sordas en entornos que tradicionalmente sólo han sido contemplados para las personas oyentes, desconociendo que, con adaptaciones pertinentes, la música es un arte que le pertenece a todos, sin ninguna excepción.


La inclusión en las aulas de clase para el acceso al sistema de educación formal en nuestro país es la posibilidad que ha permitido abrir nuevos horizontes de vida a estas personas cuyo prototipo de ser humano es muy diferente a los patrones culturales que se han estructurado. Queda claro que los educandos de las aulas de clase no son homogéneos. Hay una gran demanda diversificada de estudiantes con particularidades, que exigen del sistema de educación formal una contextualización de los aprendizajes como respuestas a las necesidades individuales derivadas de la diversidad. Esa es la tarea y en ella estamos involucrados todos.


Una sociedad inclusiva que incorpora a todos sus miembros resulta adecuada para dar respuesta a las necesidades individuales y colectivas. Una sociedad que valora la diversidad y que respeta el derecho a la vida exige de todos los integrantes compromiso y entrega para lograr objetivos y metas que surjan a diario, así como neutralizar los posibles aspectos destructivos y dificultades que se presentan en esta tarea algo compleja, como es la de educar. La educación inclusiva no cree en la segregación ni tampoco considera que haya que hacerles un lugar especial a las personas en situación de discapacidad. Hay un lugar llamado escuela que es para todos y hay un proceso social llamado educación que se vive en comunidad.


La inclusión en el campo educativo es un proceso que está comenzando a transformar maneras de pensar, actuar y sentir, frente a la discapacidad en el país y, en este sentido, debe ser asumida como un cambio social para la transformación educativa.


Conclusiones


La comunidad sorda es muy heterogénea y esto lleva a que existan personas con diferentes grados de pérdida auditiva. El hecho de que una persona tenga pérdida auditiva no está reñido con la música, es decir, en función de los restos auditivos utilizará una vía u otra para poder llegar a ella. Hay personas a las que su audición les permite acceder a la música sin ninguna adaptación, mientras que las personas sordas necesitan de un intérprete de lengua de señas.


Eso sí, una cosa es “escuchar” música, y otra muy distinta es tocarla o interpretarla. Puede que piense “pero una persona sorda no puede tocar un instrumento si no lo escucha o no escucha al resto de la banda”, y es cierto que no escuchan, pero les quedan cuatro sentidos con los que recibe la información. De hecho, una de las cosas que sucede con los sordos es que suelen desarrollar la sensibilidad frente a las vibraciones.


Si creemos que en el arte no hay barreras y que, sin duda, no existen formas mejores o peores de percibir la música, sino simplemente diferentes, igualmente válidas y dignas. Todo esto demuestra que la inclusión siempre ofrece riqueza, en la que dos comunidades diferentes comparten distintas maneras de ver el mundo. Por esto, la música sirve como herramienta facilitadora de la interculturalidad inclusiva e integradora que puede ser aprovechada como fuente de motivación que permite el acercamiento del estudiante a diferentes culturas, creando además en el aula un clima de respeto y valoración de las diferencias, idóneo para avanzar en el proceso de inclusión. La música es el arte más cercano a las lágrimas y a la memoria (Wilde, 1854 – 1900). La repercusión más fuerte de la perdida de la audición tiene que ver con la adquisición del lenguaje, pero el trastorno también afecta al aprendizaje en su conjunto y al desarrollo de aptitudes y actitudes sociales, incluida la autoestima.


La pérdida de audición no tratada a menudo se acompaña de un rendimiento académico deficiente que puede desembocar en un peor rendimiento profesional y más adelante a la disminución de las posibilidades de empleo. En un contexto más amplio, la pérdida de audición no tratada afecta al desarrollo social y económico de las comunidades y los países. La inclusión social expresa el adecuado acceso a bienes y servicios, procesos de elección colectiva, la garantía plena de los derechos de los ciudadanos y la eliminación de toda practica que conlleve a marginación y segregación de cualquier tipo. Este proceso permite acceder a todos los espacios sociales, culturales, políticos y económicos en igualdad de oportunidades.


Queda claro que no se trata de encajar a las personas sordas en el mundo de los oyentes, sino de comprender que no existe tal cosa. Es decir, el mundo de los oyentes y los sordos es el mismo y que ambos están inmersos en una cultura que los define y que son parte de la construcción de la misma. Además, no se trata de que las personas sordas experimenten la música de la misma manera que las personas oyentes, sino de develar que existen otras formas de percibir la música, igualmente válidas y dignificantes. Esto demuestra que los escenarios musicales y la educación musical deben contemplarse para las personas sordas, ya que, según Otero (2015), la participación en experiencias musicales es un derecho de los seres humanos.


El ejercicio de investigación elaborado se orienta hacia la necesidad de aceptar a la persona sorda como un individuo que se desarrolla de manera similar al oyente, solo que, por su diferencia lingüística, necesita de apoyos adicionales y especializados. Muchos docentes se muestran hostiles a la hora de atender esta población, en muchos casos sin una preparación o conocimiento previo, provocando que la calidad en la educación, acceso y permanencia, se vean seriamente afectados.


El trabajo presenta algunas estrategias para el diseño de una en señanza que facilitará su desarrollo dentro del aula, más directamente con la clase de música para la población sorda de la básica primaria, jornada de la tarde. Se espera que el proyecto de investigación sirva de herramienta a docentes y esté al alcance de los estudiantes sordos de la institución educativa, los cuales requieren de una atención diferencial e inclusiva, garantizando así la permanencia y promoción a lo largo de su trayecto escolar.


Referencias


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Portada revista Paideia Surcolombiana No. 1

Año: 1992

Fuente: Revista Paideia Surcolombiana