Revista Estudios Psicosociales Latinoamericanos

ISSN 2619 - 6077



Revista Estudios Psicosociales Latinoamericanos -RELP
repl@usco.edu.co

DOI: / Vol. 3, 2020 / pp. 63 - 86 / ISSN 2619-6077



Y la brisa se convirtió en terremoto. El aislamiento por el Covid-19 en la Matanza

And the breeze became an earthquake. Isolation by Covid-19 in La Matanza


Angélica De Sena. angelicadesena@gmail.com

CONICET-UNLAM.
Universidad de Buenos Aires.


Recibido: 23- Noviembre- 2020
Aceptado: 25- Marzo- 2021

“Hay que levantar la enjalma de la mula para ver las peladuras”
(Gloria Valencia, entrevista personal, 2020)


Resumen


En marzo del año 2020 llega el primer caso de Covid-19 a la Argentina, y a partir de ello y de modo temprano se declara el asilamiento de la población, al igual que en otros países, ello significo el cierre de múltiples actividades y solo era posible la realización de las consideradas esenciales. Esto trajo también cambios en el trabajo, la educación, la cotidianeidad, las interacciones sociales y la necesidad de incorporar nuevos hábitos, junto con la familiarización de cierto discurso médico se debía mantener distancia entre seres humanos por lo menos 1.80 metros, a lavarse las manos de modo permanente, al uso de alcohol, barbijos, y quedarse en sus respectivas viviendas. Esta forma de encierro llego a preguntarse por las condiciones efectivas de poder cumplirlas, dada las múltiples situaciones de vulnerabilidad pre-existente. En dicho contexto iniciamos una indagación en el partido de La Matanza (el más populoso del Gran Buenos Aires) efectos de comenzar a responder cómo se operacionaliza los nuevos preceptos: “quédate en casa”, “lávate las manos”, considerando la situación pre-pandemia. Para ello se realiza una descripción de dicho territorio, luego se revisan la posibilidad de cumplimiento de los autocuidados.

Palabras clave: Cuarentena, Vulnerabilidad social, Vulnerabilidad económica, La Matanza.


Abstract


In March 2020 the first case of Covid-19 arrives in Argentina, and from that and early on the population is declared isolated, as in other countries, This meant the closure of many activities and only those considered essential were possible. This also brought about changes in work, education, everyday life, social interactions and the need to incorporate new habits, along with the familiarization of a certain medical discourse should keep distance between human beings at least 1.80 meters, to wash hands permanently, to the use of alcohol, to chin, and to stay in their respective homes. This form of confinement came to wonder about the effective conditions to be able to fulfill them, given the multiple situations.

Keywords: Quarantine, Social vulnerability, Economic vulnerability, La Matanza.


Cómo citar este artículo: De Sena, A. (2020). Y la brisa se convirtió en terremoto. El aislamiento por el Covid-19 en la Matanza. Revista de Estudios Psicosociales Latinoamericanos, 3: 63-86.


1-La pandemia del COVID-19


Fines del año 2019 comenzamos a escuchar y a leer que en China se había identificado un nuevo virus causante de algún tipo de neumonía, ello esencialmente en la ciudad de Wuhan e iniciaban una cuarentena estricta. Ya en el año 2020, salió de las fronteras chinas y comenzamos a familiarizarnos con el termino Covid-19, no tardo mucho tiempo en pasar no solo al resto de países de Asia y también a Europa; sino al resto de los continentes y obviamente también a América Latina. Se observa el ingreso a Brasil, luego a Ecuador, Perú, y siguiendo su camino en Argentina el primer caso confirmado fue el 5 de marzo. El número de contagios aumenta rápidamente y finalmente el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de coronavirus como pandemia1 y para el 16 de marzo había 139 países afectados (OPS/OMS, 2020).


De este modo, la pandemia de COVID-19 se ha convertido en un evento que ha modificado el trabajo, la educación, la cotidianeidad de nuestras vidas y las prácticas sociales a escala planetaria. De pronto, las ciudades "cerraron", los aviones no volaron, los barcos de pasajeros trataron de regresar al puerto, las escuelas, los templos, los locales comerciales, las fábricas, los bancos y los lugares de entretenimiento fueron cerrados temporalmente hasta que pase, sin ningún conocimiento respecto al comportamiento del virus, se iniciaron múltiples investigaciones desde todas las disciplinas frente al desconcierto e incertidumbre. Una sola cosa aparecía con certeza el alto nivel de contagiosidad, y como único modo de prevención en todo el mundo se conocía el “aislamiento”, método nada novedoso ya utilizado en otras pandemias a lo largo de los años tal como en la gripe española del 1918.


De este modo, en el mundo apareció una enfermedad que llevo a más de 3.000.000.000 de personas a cumplir con varios regímenes de aislamiento social, a mantener distancia entre seres humanos por lo menos 1,80 metros, a lavarse las manos de modo permanente, al uso de alcohol, barbijos. Junto con ello, la prohibición de circular salvo los “esenciales”, así comienzan a circular las categorías de “esenciales” y “no esenciales” que determinaría nuestros comportamientos. En la Argentina no fue una excepción, con un aislamiento obligatorio desde que se conocieron los primeros casos de contagio en los primeros días de marzo -de modo similar en el resto de los países- el sistema de salud, las fuerzas de seguridad, medios de comunicación, los locales de venta de alimentos, medicamentos, artículos de limpieza y ferretería se consideraron “esenciales” y las únicas actividades que no se detuvieron que por otro lado, aumentaron su volumen de actividad, presencia y consideración social. El resto de las actividades y la población debían mantenerse cerradas y encerrada. Esta situación novedosa de formas de aislamiento en todo el planeta, llevaba primeramente a revisar los sistemas de salud y a considerar la performance de cada uno y junto con ellos la “disciplina” de los sujetos de atender a las nuevas normativas emanadas de los poderes nacionales y/o locales.


En este contexto y a efectos de no hacer colapsar el sistema sanitario el 20 de marzo las autoridades nacionales de Argentina establecen el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) en el decreto 297 del 20202 . Dicho decreto limita las posibilidades de movilidad y desplazamientos por rutas, vías y espacio público y solo pueden realizar tareas aquellas determinadas como esenciales.


ARTÍCULO 2º.- Durante la vigencia del “aislamiento social, preventivo y obligatorio”, las personas deberán permanecer en sus residencias habituales o en la residencia en que se encuentren a las 00:00 horas del día 20 de marzo de 2020, momento de inicio de la medida dispuesta. Deberán abstenerse de concurrir a sus lugares de trabajo y no podrán desplazarse por rutas, vías y espacios públicos, todo ello con el fin de prevenir la circulación y el contagio del virus COVID-19 y la consiguiente afectación a la salud pública y los demás derechos subjetivos derivados, tales como la vida y la integridad física de las personas. (Decreto N° 260 del 2020)


La población se encierra, las autoridades comienzan un control policial estricto, no se puede visitar a familiares ni amigos, no se puede utilizar transporte público salvo los considerados esenciales, no se puede ir de una ciudad a otra y menos de una provincia a otra, pasando los límites geográficos dentro de un país a ubicarse en “fronteras” inaccesibles. Cada provincia decide quién ingresa y los requisitos para ella, generándose diferentes situaciones de anomalía en donde todos debíamos quedarnos en el lugar y posición en donde nos encontró el 20 de marzo, como una imagen congelada.


Nos familiarizamos con discursos médicos: morbilidad pre-existente, formas de contagios, características epidemiológicas, respiradores, salas de terapias intensivas, tasas de letalidad, hisopados, casos confirmados por RT-PCR, y un largo etc.


El resto de las actividades no esenciales ingresan de modo compulsivo a la virtualidad. Si bien en cada provincia se dieron situaciones diferentes con relación a sus niveles de contagio y su capacidad sanitaria, la situación de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio conocido como “cuarentena” a se mantuvo –con algunas aperturas- hasta el 7 de noviembre del 2020 fecha en la que se anuncia el inicio de la etapa del “Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio” (DISPO) 3 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires (GBA), zona en la que se concentraron la mayor cantidad de casos y de mayor periodo de aislamiento. A ello debe agregarse que en el GBA es una de las zonas de Argentina con mayores situaciones de vulnerabilidad social y económica.


La llegada del Covid-19 significaron múltiples modificaciones en la vida de todos, se instalarán cuatro grandes preceptos: “lávate las manos”, “quédate en casa”, “el uso del alcohol en gel, en aerosol de modo continuo y luego el uso del barbijo.4


Lo dicho hasta aquí, nos obliga a discutir respecto un nuevo término que marca nuestra cotidianeidad, la noción de “esencial”5 , dejando espacio a múltiples interrogantes tales como:


¿hasta cuándo?, ¿cuáles son las capacidades que tiene Argentina para sostener la situación de aislamiento tanto sanitarias, económicas, sociales?


Con el objeto de conocer algunos comportamientos de la población frente a este fenómeno, comenzamos a realizar una investigación de tipo cuantitativa a través de una encuesta on-line realizada en cuatro momentos, la primera del 4 al 11 de abril, la segunda en mayo, la tercera en junio y la última a finales de septiembre y primeros días de octubre, a partir de una muestra no probabilística, sobre la base de un cuestionario semiestructurado y auto-administrado de 3291 casos. La distribución fue desde la técnica de “bola de nieve” a las personas mayores de 18 años que residen en el Partido de La Matanza como parte de la región del Gran Buenos Aires y el más grande en extensión y en cantidad de habitantes. El gran interrogante ya desde inicios de la cuarentena se posicionaba con relación a los hábitos de higiene y autocuidado que se debían incorporar a partir del Covid-19 y de la cuarentena como un nuevo modo de interacción social y la posibilidad concreta de cumplir con los preceptos de “quédate en casa”, “lávate las manos”, “desinfectar superficies”, “uso de alcohol”, tomando en cuenta las condiciones sociales y económicas de la población. Con el objeto de problematizar dichos aspectos, el presente artículo se centra en analizar la situación en el partido de La Matanza, para ello iniciamos el recorrido con una descripción de la situación social y económica, a partir de investigaciones realizadas dentro de la UNLaM previamente, con el objeto de “mapear” donde llega la cuarentena por el Covid19,en segundo término intentaremos revisar algunos hábitos incorporados y la posibilidad de atender a los cuidados prescriptos, considerando la situación económica y social, para ello tomamos algunos indicadores tales como la zona de residencia, los estudios alcanzados la calificación laboral y la recepción de programas de atención a la pobreza. Finalmente esbozamos unas breves reflexiones que reafirman la situación inicial: en la pobreza todo es peor.


2- ¿Dónde llego la cuarentena del Covid-19? Notas sobre la situación económica y social pre-pandemia en La Matanza


El gran Buenos Aires o también denominado conurbano bonaerense, es una zona que rodea a la Ciudad de Buenos Aires, conformada por 24 partidos6 ; que en su conjunto conforman una “mancha urbana”, dado que conforman el mayor conjunto urbano del país.


Según el censo del año 2010 (INDEC) la población total de Argentina asciende a 40.117.096, con una proyección para el año 2020 de 45.376.7637 , en tanto el Gran Buenos Aires concentraba 9.970.886 en el 2010 con una proyección al 2020 de 11.264.104, es decir el casi el 25% de los habitantes del país residen en esta área (ello sin considerar la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que asciende al 32%). Esta región no solo representa la mayor cantidad de población sino también es donde se concentra los mayores porcentajes de pobreza e indigencia, como se observa en la tabla 1.


La situación de la pobreza en Argentina, lamentablemente no es nueva, a lo largo de los últimos 50 años pasó del 3%, al 32% (Arakaki, 2011; De Sena, 2020), mostrando un promedio de alrededor de un 36% desde la recuperación de la democracia, siendo un 25% estructural e intergeneracional según fuentes oficiales8.


Tabla 1.
Pobreza en indigencia en el Gran Buenos Aires.


Partidos del Gran Buenos Aires Total País
Pobreza Indigencia Pobreza Indigencia
Hogares Personas Hogares Personas Hogares Personas Hogares Personas
Primer
semestre 2019
(Prepandemia)
30,3% 39,8% 7,0% 9,1% 25.4% 35.4% 5.5% 7.7%
Primer
semestre 2020 9
(Prepandemia)
37,5% 47,5% 11% 13,6% 30.4% 40.9% 8.1% 10.5%

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo, 2020.


Como parte del Gran Buenos Aires se encuentra La Matanza que, se caracteriza, no solo por ser el más poblado -tal como se muestra en la tabla 2 en el 2010 alcanzo 1.772.130 de personas en un total de 483.397 viviendas y extenso con 325,71 kilómetros cuadrados, del Gran Buenos Aires, sino por tener una profunda segmentación espacial que, en principio, puede subdividirse entre tres grandes zonas, regiones o cordones, muy diferenciadas en cuanto a sus características sociohabitacionales, económicas y culturales (Jefatura de Gabinete, 2009; De Sena, 2020). Dichas zonas se las denomina a) primer cordón: limítrofe con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los habitantes tienen más posibilidad de acceder a los servicios de agua potable y cloacas, cuenta con la mayoría de las calles asfaltadas. La presencia de villas y asentamientos está focalizada en sectores relativamente reducidos, ya que se encuentran en menor medida comparado con el segundo y tercer cordón, es la zona de mayor recaudación fiscal y de menores índices de pobreza e indigencia debido a que es la que mayor desarrollo obtenido a lo largo de los años; b) segundo cordón con una densidad poblacional intermedia, recién en los últimos se amplió la cobertura de agua potable y cloacas, sólo la mitad de las calles se encuentran asfaltadas y la recaudación impositiva es regular y/o mala; y c) el tercer cordón es la zona de mayor vulnerabilidad, es el territorio donde existen los mayores déficits infraestructurales y sociales, la posibilidad de accesibilidad a servicios, centros educativos y de salud disminuye respecto a las otras zonas, con mayor índice de pobreza (De Sena, 2019; 2020).


Tabla 2.
Partidos del Gran Buenos Aires y cantidad de habitantes según cencos 2010 y proyecciones al 2020 (INDEC).




2010 2020
Almirante Brown 557.025 597.969
Avellaneda 345.752 356.392
Berazategui 326.109 365.771
Esteban Echeverría 300.785 370.900
Ezeiza 163.287 219.031
Florencio Varela 426.738 517.082
General San Martín 418.017 425.265
Hurlingham 182.604 193.583
Ituzaingó 169.038 180.914
José C. Paz 267.275 307.443
La Matanza 1.777.530 2.281.194
Lanús 463.555 462.827
Lomas de Zamora 621.440 648.312
Malvinas Argentinas 324.358 359.953
Merlo 531.609 606.413
Moreno 454.416 541.691
Morón 324.279 318.632
Quilmes 586.462 664.783
San Fernando 164.452 174.883
San Isidro 295.894 292.224
San Miguel 278.019 304.122
Tigre 376.515 462.998
Tres de Febrero 343.338 344.067
Vicente López 272.389 267.655

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos,2020.


El índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) del partido de la Matanza es de un 12,0 % de un total de 484.909 hogares, 58.053 son los que tienen las necesidades básicas insatisfechas según datos del DINREP en base a los Censos Nacionales de Población, Hogares y Viviendas 2001 y 2010 Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).


En lo que refiere a empleo, el partido pasó de ser altamente industrializado en el pasado, a unos con altos índices de pobreza (INDEC, 2010) debido a la desindustrialización llevada adelante en los años 90. En el Censo del 2001, la tasa de desempleo llegaba al 69% de la Población Económica Activa (PEA), siendo en el 2011 de 7,9% según la Encuesta de Indicadores de Mercado de Trabajo del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires.


Las condiciones de precariedad socio-laboral en las condiciones de vida de los trabajadores y sus familias han afectado el tejido de las redes sociales. Esto tiene sus comienzos en la década del noventa y se ha extendido, con alteraciones, a la fecha, generando nuevas configuraciones en las redes sociales existentes. El partido se destaca por el desarrollo de organizaciones de base y movimientos sociales que surgen como estrategia para lograr procesos de ocupación y asentamientos populares (Manzano, 2007; Barna, 2014).


Siguiendo los resultados de nuestras investigaciones10 previo a la pandemia hemos identifica que el partido presenta una profunda segmentación y segregación espacial que lo divide en tres zonas o cordones11 diferenciadas en cuanto a sus características socio-habitacionales, económicas, ambientales y culturales donde a medida que se alejan de CABA se presentan mayores condiciones de vulnerabilidad (PELM, 2005; Gardenal, 2019; De Sena et al, 2020). Asimismo, la cantidad de asentamientos informales que presenta La Matanza asciende a 122 (TECHO, 2016)12.La presencia de villas, asentamientos y barrios populares se encuentra en mayor medida en el segundo y tercer cordón, estas diferencias respecto a las condiciones de hábitat se presentan en otros indicadores como la infraestructura del barrio y los servicios básicos relacionados directamente con la salud de la población: el acceso al agua potable en el primer cordón es de 96,8%, disminuye en el segundo a 93% y más aún en el tercero 90.7% (dentro de este último número el 5,9% compra bidones, con el correspondiente gasto económico que significa); el acceso a cloaca al interior de la vivienda en el primer cordón es de 94,2%, en el segundo de 58,8% y en el tercer cordón, solo un 3,1%; sobre los desagües pluviales en el primer cordón se halla un 91,2% que, en el segundo y tercer cordón el porcentaje se reduce a 40,6 y 42,2 respectivamente; la presencia de arroyos en el barrio, en el primer cordón es de un 10,2%, mientras que en el segundo cordón es de 52,3% y en el tercero un 48,4% (ligado a esto también aparecen las condiciones de los terrenos y calles del barrio), un 34,1% del primer cordón respondió que tienen calles que se inundan, un 52,7% del segundo cordón y un 53,4% del tercero). El acceso a conexión de red de gas natural es de 85,7% en el primer cordón, disminuye a 59,8% en el segundo cordón y a 54% en el tercero (De Sena y Bareiro Gardenal, 2019). Esta situación siempre es peor cuando se pasa de una región otra ( gráfico 1) siendo el cordón primero el más favorecido y el segundo y tercero los más desfavorecidos.


Gráfico 1.
Acceso a red sanitaria (cloaca).



Fuente:De Sena, 2020


Respecto a las precarias condiciones del territorio se advirtió también desde el abordaje cualitativo.


E: “eh… hasta acá no tenemos agua. Somos un barrio que no tenemos acceso a nada hasta ahora. Sólo la luz. Y ahora tenemos cable, porque antes, tampoco teníamos cable. [ …] No tenemos cloaca, [ …] . No tenemos cloaca, no tenemos agua potable, no tenemos colectivo ahora… así que, no tenemos nada”. .(Entrevista 7:35. Receptora de un programa social. Tercer cordón)


Por otro parte identificamos que el nivel de hacinamiento, en cuanto al tamaño de la vivienda, el 74% corresponde a tres ambientes o menos, se destaca que el 29.4% posee dos ambientes, y el 36.2 %, tres. Y, sólo el 2.9% más de 5. Al analizar esta información con la cantidad de integrantes, se destaca que el 8% de los hogares se encuentra en condiciones de hacinamiento crítico13. (De Sena, 2020)


En tanto identificamos el 45% del total de los hogares cuenta con al menos un niño o niña en edad escolar, y en mayor cantidad en la región con mayores dificultades de acceso a servicios (segundo y tercer cordón), siendo este un elemento para analizar respecto a la pobreza infantil, tal como se observa en el gráfico 2. Junto con ello advertimos que, entre los hogares que tienen niños y niñas en edad escolar, un 6% se encuentra en condiciones de hacinamiento


E: tres nenas, […] (respecto a donde vive), es en la casa de mi mamá, pero yo tengo mi pieza sola aparte con mis hijas. E: en el partido de La Matanza, ¿Cuáles son los problemas más urgentes que tienen? E: Yo diría que hay dos que van más o menos parejas, el problema del hábitat, desalojos, urbanización de villas y asentamientos y la violencia policial […] para el 40%, 50% de la población una vivienda es un lujo cuando es un derecho. (Entrevista personal, 22: 12, Receptora de un programa social de atención a la pobreza Segundo Cordón)


Para completar este escenario de las viviendas, hemos identificado que en el 26.2% de los hogares convive al menos una persona dentro del mismo que es receptora de un programa social de atención a la pobreza. Y, un 16% de los hogares carece de un ingreso mensual regular es decir subsiste por ingresos excepcionales o por endeudamiento.


Gráfico 2.
Hogares con niños y niñas en edad escolar



Fuente:De Sena, 2020.


Tabla 2.
Algunas condiciones del barrio según cordón en porcentajes


Cordón donde se ubica la vivienda

Fuente.
Elaboración propia en base a datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos,2020.

Servicios en la vivienda Total Primero Segundo Tercero
En la vivienda hay red eléctrica 99,6 99,8 99,6 99,4
En la vivienda hay red de gas natural 71,5 85,7 59,8 54
El agua que se usa para beber y cocina proviene de red de agua corriente 89,5 96,6 81,6 83,9
El agua que se usa para beber y cocina proviene de la compra bidones 5,9 1,9 9,8 9,9
La vivienda cuenta con baño o inodoro dentro 98,9 99,3 98,8 98,1
En el baño tiene botón, cadena, mochila de limpieza del inodoro 92,4 98,3 89,8 81,4
El desagüe del inodoro a cloaca 65,5 94,2 58,8 3,1

Fuente: De Sena, 2020.


Respecto a los estudios alcanzados por la población: 48 % son bajos (primaria completa o menos), el 40 % medios (hasta secundario completo) y sólo el 12% posee estudios universitarios o terciarios; dicha situación empeora en el segundo y tercer cordón en donde presentan características similares en cuento a que poseen un nivel educativo más bajo que el primer cordón. Esta diferencia se hace significativa a partir de la educación primaria (grafico 3) .


Gráfico 3.
Estudios alcanzados según zona en donde reside.



Fuente:De Sena, 2020


En el contexto de la estructura socio-demográfica de La Matanza a fin de comprender la situación pre-pandemia debe considerarse: a) la ocupación precaria del suelo con la alta deficiencia habitacional, de acceso a los servicios y ambientales; b) la cuestión laboral y su nivel de informalidad y baja calificación; c) el bajo nivel educativo de la población.


En términos de la condición laboral es interesante destacar que entre las personas que declaran trabajar actualmente el mayor porcentaje son “empleado o empleada” con el 51 % y “trabajador o trabajadora por cuenta propia” con el 29,2% y la casi inexistente mención de la condición “obrero” con solo el 0,6%. Por otro lado, el 6,5% declara ser patrón o empleador, solo el 4,8% hace changas, y el 4,8% trabaja como empleada doméstica (hemos corroborado que son mujeres). En cuanto a las ocupaciones el 21,7 % realiza tareas no calificadas; la mitad de la población que trabaja lo hace en actividades semi-calificadas, solo el 3,9% son profesionales de diversas áreas (con estudios universitarios) y un escaso 0,2% directores o gerentes. Es menester considerar que más allá de una gran dispersión a nivel general de actividades, cuando analizamos aquellas de mayor presencia es posible reparar que las ocupaciones prevalentes son de docentes, tareas semi-calificados y de baja calificación de acuerdo al código internacional de ocupaciones14. Respecto al tipo de ocupación según el género, si bien la mayoría de las ocupaciones refieren a actividades semi-calificadas y no calificadas es posible observa algunas diferencias por género. Por ejemplo, un tercio de las mujeres realiza tareas de limpieza, en cambio entre los hombres el 14,1%. Vendedor ambulante y peones. Esta relación es inversa al analizar la categoría ocupacional profesionales científicos e intelectuales entre éstos el 37% son varones y el 63% son las mujeres, relación que se mantiene entre los técnicos y profesionales de nivel medio -15,9% varón y 84,1% mujer- es menester considerar que esta categoría comprende a los docentes de nivel inicial y medio. Ello permite comprender mejor que el 50.2% de la población que trabaja lo hace en la informalidad, siendo esencialmente actividades de servicios a domicilio y de ventas, y el 48.6% con una antigüedad de 1 a 5 años, y el 24.3% de 6 a 12 años. (De Sena, 2019, p.4-5).


Gráfico 4.
Descuentos jubilatorios.



Fuente:De Sena, 2020


De acuerdo con la información recogida, el grado de informalidad que se vive en La Matanza es alto, pero ello deviene aún más crucial si se analizan los datos por cordón. De este modo se observan tres rasgos muy interesantes de la estructura social del Partido, que al 52,4 % de las personas que actualmente trabajan no se les realizan descuentos jubilatorios ni para obra social/prepaga; entre el 47,6 % a los cuales si se les realiza dicho descuento es observable que la casi el 60% son del primer cordón, casi un cuarto del segundo y el 16,9% del tercero. De este modo se constata un proceso de disminución de aportes jubilatorios y de obra social/prepaga desde el primero al tercer cordón.


Al analizar esta información según género se observa cierta paridad, presentando un porcentaje algo mayor entre los varones con descuentos jubilatorios y para obra social/prepaga. De tal modo que, tal como indica toda la información para América Latina y Argentina si a la situación de informalidad se la mira desde las diferencias de género comienza a aparecer en el partido cierta desigualdad, sin dejar de considerar la situación precaria para ambos (De Sena , 2019).


Lo dicho hasta aquí permite evidenciar que la situación del partido pre-pandemia era delicada y alta heterogeneidad territorial, con debido al vasto territorio sin acceso a los servicios e infraestructura, con condiciones laborales informales, con masividad de programas de atención a la pobreza, es decir ciertas precariedades en las condiciones de vida de la población. Por ello es que nos interrogamos respecto a cómo es vivir la cuarentena en con este telón de fondo. En el siguiente apartado analizaremos algunos datos cuantitativos a efectos de comenzar a esbozar alguna respuesta.


3. Cuarentena , Covid-19 y la cotidianeidad


En el primer punto se hizo mención a los cuatro preceptos que se instalan como modo de prevenir el contagio y como parte del protocolo a implementar. Entre ellos se mencionan: distancia social, lavado frecuente de manos, uso de alcohol en gel, desinfección de superficies con lavandina o alcohol, el uso del barbijo desde el mes de abril y la obligatoriedad de “quédate en casa”, convertido en un slogan de la pandemia en el orden mundial. Todos consejos posibles de cumplimentar para quienes tienen casa para quedarse, agua para lavarse las manos y para limpiar, dinero para la compra de los productos correspondientes. Es decir, se evidencia la necesaria disposición de medios materiales y no materiales para transitar por la denominada cuarentena.


En dicho contexto, el poder central se tomó en cuenta las dificultades económicas y sociales de cada región promoviendo la realización de comités de crisis social, incluyendo a los movimientos sociales y los representantes de las iglesias, el aumento exponencial de la entrega de alimentos y la implementación de un ingreso familiar de emergencia.


Por otro lado los barrios populares y en condiciones de hacinamiento, frente a la dificultad de cumplir el “quédate en casa” se recomendó “quédate en el barrio”, con todas las consecuencias que significan en términos de circulación del virus entre los más desfavorecidos y la construcción de sensibilidades atadas a esta situación.


En este sentido destacamos que efectivamente se incorporó el lavado frecuente de manos (91.4%) como método de autocuidado, y en segundo lugar salir menos de la casa con el 58.8% y luego el lavado de ropa/calzado más frecuentemente con el 50.3% (grafico 5) Esta primera información nos alerta respecto a que algo más del 40% de la población no sale menos y el solo el 40% no sale de su casa.


Gráfico 5.
Hábitos de higiene y autocuidado incorporados desde el inicio de la cuarentena.



Fuente:Elaboración propia.


Estos hábitos fueron incorporados en los tres cordones por igual, no hemos hallado grandes distinciones, si bien es menester considerar que mientras en abril el lavado de manos frecuente era del 93.1% en octubre baja al 88.4%, comienza a notarse modificaciones respecto al salir menos o no salgo. Algo similar ocurre con el lavado frecuente de ropa y calzado que en mayo alcanza el 55.5% en octubre baja al 36.4. En el caso del barbijo comprendemos que aumenta en mayo dada su obligatoriedad. Respecto a las salidas del hogar requiere una revisión atenta dado que mientras pasan los meses aumenta aquellos que menciona que salen menos y baja fuertemente desde junio aquellos que no salen, sin perder de vista que aún en el mes de abril –inicio de la cuarentena- solo el 53.2% dice no salir. De este modo se hace evidente que el permanecer en la vivienda es menos frecuente15.


Gráfico 6.
Hábitos de higiene y autocuidado incorporados según los meses de abril, mayo, junio,septiembre y octubre.



Fuente:Elaboración propia.


En el punto dos se hizo mención a las fuertes heterogeneidades entre las tres regiones en las que se subdivido el partido de La Matanza, al revisar estos hábitos en relación con el territorio en donde se reside, no se observaron diferencias importantes, salvo en respecto al lavado frecuente del calzado y vestimenta que en primer cordón el 46.6% menciona que si lo realiza bajando al 27.9% y 25.5% en el segundo y tercer cordón respectivamente. Agregamos a este dato que entre las preguntas abiertas no pocos referían a la dificultad económica que significaba la cuarentena –entre otros elementos- por el mayor uso de productos de limpieza y sus altos costos.


Por otro lado, a medida que la situación de aislamiento se fue alargando, no solo se incorporaron hábitos de autocuidado, sino que comenzaron a modificarse otros vinculados con las interacciones sociales, por ejemplo en el relevamiento realizado en septiembre y octubre más del 80% de la población evitaba las aglomeraciones o viajar en transporte público masivo16, el 67.3% dejo de visitar a familiares y amigos y el 47.2% comenzó a realizar compras vía internet. Respecto a este último punto existen disparidades de acuerdo al nivel de vulnerabilidad, tales como en relación con el territorio, la situación laboral y educativa. Entre las personas que comenzaron a realizar compras por internet el 6.9% posee estudios bajos, el 43% medio y el 50.1% alto. Respeto a la calificación laboral el 32.5% es alta y el 25.2% es baja. Estas personas se ubican el 59.3% en el primer cordón -que es aquel con mejores condiciones socioeconómicas- el 22.9% en el segundo y el 17.8% en el tercero que es el más desfavorecido, tal como se viene mencionando. En cuanto al género las mujeres son quienes han adoptado mayormente esta modalidad de compras con el 66.2%.


El decreto del ASPO(297-2020) establecía como prioridad las actividades –o esencialesrelacionadas con la alimentación, salud y cuidados, en este sentido se comprende que hemos observado que las salidas durante abril, mayo y junio (inicio del aislamiento) están netamente relacionadas con las compras de alimentos y artículos de limpieza en el 82.8%, seguidas por el ir a la farmacia con el 27.1% y en tercer lugar el traslado al banco el 20.6%17 y en el 18.1% su salida refiere al cuidado o atención de un familiar o amigo/a. (Gráfico 7)


Gráfico 7.
Principales actividades por las que debió salir de su casa en la última semana



Fuente:Elaboración propia.


La Argentina fue uno de los países de mayor tiempo de duración de la cuarentena, por ello revisaremos por un lado el potencial nivel de cumplimiento de uno de los grandes consejos de cuidado convertido en slogan en el orden mundial “quédate en casa” de acuerdo a la zona de residencia (primer cordón, segundo o tercero), estudios alcanzados y la cuestión laboral como indicadores proxy de la situación socioeconómica de la población. Para luego dirigir la mirada al barrio, frente a la recomendación “quédate en el barrio” para aquellos que viven en condiciones de hacinamiento tanto al inicio de la cuarentena y también ya en el mes de septiembre y octubre en tanto sexto mes de aislamiento.


La posibilidad de no salir de la vivienda es más probable para quienes poseen nivel de estudios medios o altos. El gráfico 8 indica que entre quienes responden no salir de sus casas el 9.5% posee nivel de estudios bajos, el 46.2 % medios y el 44.3% altos. Por otra parte la calificación laboral no parece ser un elemento discriminador respecto a las salidas, pero si nos permite hipotetizar que en torno a un 70 /75 % de la población que trabaja no cumple el “quédate en casa”. El tercer indicador proxy refiere al cordón en donde se reside, considerando las diferencias socioeconómicas de cada uno de ellos, haciendo evidente que en el segundo y tercer cordón solo alrededor de un cuarto de la población se queda en su casa, pero también corresponde mencionar que aun en el primer cordón algo más de la mitad de la población no logra permanecer en sus viviendas (gráfico 8)


Gráfico 8.
Nivel educativo según salida de la vivienda.



Fuente:Elaboración propia.


Gráfico 9.
Calificación laboral según salida de la vivienda.



Fuente:Elaboración propia.


Gráfico 10.
Cordón en donde reside según salida de la vivienda.



Fuente:Elaboración propia.


Estos tres indicadores proxy de la situación socioeconómica dejan en evidencia que la probabilidad de cumplir el consejo de “quédate en casa” queda reservada solo para algunos pocos.


El segundo tópico refiere al “quédate en el barrio” dada la imposibilidad dada las condiciones habitacionales precarias de gran parte de la población. Al inicio del aislamiento en los distintos barrios se observó el silencio de las calles y el cierre de los locales, pero ya el segundo mes comienza a respetarse menos la obligatoriedad de mantenerse en casa para bajar estrepitosamente al tercero (gráfico 11) .


Ya llegado el sexto y séptimo mes del ASPO, las calles de La Matanza tomaban su ritmo habitual en cuanto a la circulación de gente. Pero, se producían otras modificaciones en los barrios. Se intensifica la problemática de la seguridad urbana, como un cambio claro a consecuencia del asilamiento por la pandemia, el 63.8% de los encuestados refieren a ello. En este punto corresponde tomar en consideración que, pre-pandemia en nuestras investigaciones surgía que para el 49% de la población el mayor problema del barrio era la inseguridad. Es decir que la problemática de los hurtos, robos, inseguridad es un tema de larga data y extensión en todo el Gran Buenos Aires y en particular en La Matanza.


Gráfico 11.
En su barrio la gente está saliendo.



Fuente:Elaboración propia.


Asimismo si bien el aislamiento continuaba se evidencia que para la población comienza a retornar a su cotidianeidad pero con barbijo, más allá del uso incorrecto o poco frecuente, como una metáfora de tapar pero igual salir. El 56.9% considera que el barrio se encuentra “igual que antes salvo que ahora la gente usa el barbijo”. Pero no obstante, las huellas de la cuarentena por el COVI-19 reflejada en el aumento de la pobreza, se asomó con: más gente pidiendo ayuda en la calle, aumento de vendedores ambulantes, más locales y/o tiendas cerradas.


Gráfico 12.
Modificaciones en el barrio a partir del Covid-19 al sexto mes de aislamiento.



Fuente:Elaboración propia.


De este modo se observa que la posibilidad de quedarse en el barrio, también es de difícil cumplimiento a lo largo de los meses de aislamiento y el aumento de situaciones de vulnerabilidad social.


3.1 Entre receptores y no receptores de programas de atención a la pobreza


Las políticas sociales de atención a la pobreza en las últimas décadas han aumentado su difusión y análisis no solo en Argentina sino, en el orden global al menos por dos grandes motivos, uno dado el mayor peso dentro del PBI y junto con ello la mayor cantidad de personas receptoras de este tipo de intervención (Cena 2019, De Sena, 2018). Ello significa mayor cantidad de sujetos que requieren atención a través de los diferentes programas sociales. Al respecto hemos reflexionado – desde el GEPSE18 - en distintos sentidos, desde los atributos que han generado (De Sena, 2017), las continuidades (Dettano, 2020), feminizaciones (Cena, 2014 Chahbenderian y Cena, 2014, De Sena, 2014), su relación con el consumo (Dettano, 2017; Scribano y De Sena, 2014) de las intervenciones diseñadas desde los distintos gobiernos. Por ello es de interés considerar en el marco del aislamiento a raíz de la pandemia observar a los hábitos y posibilidades de atender a los consejos de auto-cuidado por parte de la población intervenida por este tipo de políticas y la que no población19, específicamente al que refiere a la permanencia en el hogar. Es necesario tomar en cuenta que la población destinataria de un programa de atención a la pobreza20 ,por un lado puede ser receptora de más de una intervención da la incompatibilidad de las prestaciones y por otro lado estas personas realizar actividades laborales de tipo informal.


En La Matanza el 37.2% de estas la población con un programa social trabaja, la mayor parte en tareas domésticas (especialmente las mujeres), como cuentapropista, o en la venta ambulante, siempre son actividades informales dado que de otro modo se finalizaría el programa (Dettano, 2020). Pero también corresponde mencionar que en este municipio la alta informalidad laboral también se encuentra entre la población que no es receptora de programas sociales. El ASPO fue un elemento sumamente perjudicial para esta población, dado que el cierre de las ciudades, el encierro de la gente, la imposibilidad de utilizar el transporte público y las prohibiciones de las actividades “no esenciales” , le impedían trabajar. Esto resulto un motivo crucial para limitar el cumplimiento de las normativas. El grafico 13 muestra que entre la población receptora desde el inicio la posibilidad de no salir de la vivienda fue solo para el 47.2% decayendo en los meses sucesivos en torno al 20%; en tanto para la población no receptora de programas sociales en el mes de abril el 54.1% cumplió con el “quédate en casa” y con el correr de los meses esa opción se fue abandonando.


Gráfico 13.
Salidas de la vivienda en cada mes del ASPO de receptores y no receptores de programas sociales.



Fuente:Elaboración propia.


Como último elemento analizar revisaremos la cuestión económica a partir del advenimiento del aislamiento, en relación con los indicadores que ya fueron expuestos (mes, zona, nivel de instrucción y calificación laboral) como modo de finalizar el presente puzle respecto a la irrupción del Covid-19 en territorios con vulnerabilidades sociales, económicas y ambientales.


Con el paso de los meses la situación económica de la población de La Matanza fue empeorando, pasando del 55% en abril al 66% en octubre, pero es menester considerar que a los pocos días de iniciarse el ASPO casi la mitad de la población refería a su peor condición económica (Gráfico 14).


Gráfico 14.
Situación económica en los meses de abril, mayo, junio, septiembre y octubre.



Fuente:Elaboración propia.


Como ya mencionamos anteriormente, La Matanza presente una alta heterogeneidad territorial, siendo la segunda y tercer las más desfavorecidas. La situación económica de todo el partido era débil previo a la llegada de la pandemia del Covid-19 y con la cuarentena se tradujo en deficiente, llegando el tercer cordón al 63.8% de la población con una económica peor (Gráfico 15).


Gráfico 15.
Situación económica según zona de residencia.



Fuente:Elaboración propia.


El nivel educativo ha demostrado ser otro indicador importante para analizar la desigualdad y en este caso la situación económica, si bien siempre es deficiente, a menores estudios alcanzados la posibilidad de empeoramiento económico es mayor. El 72% de las personas con estudios bajo experimentan una situación económica pero, con la llegada de la cuarentena, porcentaje que baja al 47.7% de los que acceden a estudios altos.(Gráfico 16)


Gráfico 16.
Situación económica según nivel educativo.



Fuente:Elaboración propia.



Por otra parte, la situación resulta de tal debilidad que es para todas las edades y tanto para varones como mujeres.


Siguiendo en la línea que se analizó anteriormente, se consideró la situación económica de acuerdo a la recepción o no de un programa social de atención a la pobreza. Una vez más se observa que en la pobreza todo es peor, y la con la llegada de la pandemia más aún, el 68.1% de las personas receptoras de un programa social están en peor situación económica que previa a la cuarentena y un 53.9% los no receptores, esta situación empeora si se considera que la situación pre-pandemia era delicada.


Gráfico 17.
Situación económica según recepción de programas sociales.



Fuente:Elaboración propia.


4. Algunas reflexiones finales


La situación de la pobreza en Argentina no solo no es nueva sino, que desde hace ya algunas décadas siempre aumenta, para algunos autores “hemos perdido la batalla contra la pobreza”, desde nuestras investigaciones venimos observando que “batalla” solo se trata con programas sociales que reafirman y reproducen dicha condición (Cena, 2019;Dettano, 2020;De Sena, 2014), y ese en ese contexto donde de pronto llego el Covid-19 y el único recurso para su tratamiento fue el encierro, un remedio con varios siglos de antigüedad.


En La Matanza en tanto territorio de gran heterogeneidad, como otros tantos dentro de América Latina, la cuarentena establecida por el Covid-19 se implementa sin tomar en cuenta las morbilidades pre-existente, es decir la precariedad de la vivienda, la falta de infraestructura básica (acceso a agua potable, a cloacas, terrenos inundables, fatal de recolección de residuos); la informalidad laboral; la alta presencia de personas con programas sociales. Es decir que la situación pre-pandemia refería a cierta de precariedad social, económica y laboral de la población que afectan el tejido social y económico. Dicha precarización habla de desigualdad en el hábitat de cada territorio, en donde si bien el primer cordón es el más favorecido hemos observado también una suerte de favelización21 con el correr de los años.


Por un lado, las deficiencias en las condiciones del hábitat, junto con la alta informalidad laboral marcaban un escenario complejo sin pandemia que ahora se enrarece con más gente pidiendo en la calla y más inseguridad por robos.


Los resultados obtenidos en este trabajo son absolutamente coincidentes con los estudios ya realizados, dado que más de la mitad de la población se encuentra en peores condiciones económicas que antes de la pandemia. Ello, es una posible explicación de la población de que siguen sigue “saliendo” de su hogar, que refiere a: la necesidad.


Las respuestas evidencian la endeble situación económica y social de la población. No cobrar una propina, un viático, tener que comprar más productos de limpieza, más jabón, trabajar a comisión, “sino trabajo no como”, son algunas de las respuestas que exponen los deteriorados hilos que construyen el tejido económico y social de estos tiempos, también gracias a los ya pesados y pasados meses de aislamiento y ahora los nuevos modos de seguir en pandemia del Covid-19.


“Estamos en tiempos difíciles, distintos y disruptivos (D+D+D)” (Scribano y Lisdero, 2020) en donde para algunos -como una lupa que agranda todo- o como una brisa que se convierte en terremoto, llegó la pandemia y nos mostró la endeblez de lo que ya estaba siendo.


Bibliografía


Boletín Oficial de la Republica de Argentina. (2020). Disponibles en https://www.boletinoficial.gob.ar/


Carballeda, A. (2008). Problemáticas sociales complejas y políticas públicas. CS, (1), 261-272 https://dx.doi.org/10.18046/recs.i1.409


Carballeda, A. (2002) La intervención en lo social. Ed. Paidós. Buenos Aires


Cena, R. (2019) (comp) Políticas sociales y cuestión social en la Argentina del siglo XXI ESEditora.Buenos Aires. Con referato. Disponible en http://estudiosociologicos.org/portal/politicas-socialesy-cuestion-social-en-la-argentina-del-siglo-xxi/


Cena R. (2014) Programas de transferencias condicionadas de ingresos y programas de empleo en Argentina: entre la responsabilización de los destinatarios y la individualización de la cuestión social. Boletín Científico Sapiens Research, 4(1), 3-8. [Documento www] Disponible en http://issuu.com/sapiens-research/docs/v4n1-2014_enero-junio_bcsr/17?e=2418709/6831311


Chahbenderian, F; y Cena, R. (2014) Políticas sociales y género. Programas de Transferencias Monetarias Condicionadas y Procesos de Estructuración Social: un análisis sobre el género femenino en el período 2004-2013 en Argentina I Congreso de la Asociación Argentina de Sociología / Pre Alas Chaco UNNE


De Sena, A. (2020) Hilando la trama de sensibilidades en los hogares receptores y no de programas sociales. En Dettano, A.(comp) Políticas sociales y emociones: (per)vivencias en torno a las intervenciones estatales (pp. 45-72) ESEditora Disponible en http://estudiosociologicos.org/portal/politicas-sociales-y-emociones-pervivencias-en-torno-a-lasintervenciones-estatales/


De Sena, A (dir) (2019) Principales rasgos de la “cuestión social” al comienzo del siglo XXI. La Matanza 2017-2019. PIDC 55 B206. Informe Final Universidad Nacional de La Matanza.


De Sena, A. (2020). Aproximaciones a la cuestión social en La Matanza: algunas dimensiones para su análisis. Colección Vincular CyT. VOL. 2, Sociedad. Secretaria de Ciencia y Tecnología. Universidad Nacional de La Matanza. 162 páginas. Disponible en Disponible en: http://repositoriocyt.unlam.edu.ar/handle/123456789/462


De Sena, A. (2014). Las mujeres ¿protagonistas de los programas sociales? Breves aportes a la discusión sobre la feminización de las políticas sociales. En De Sena, A. (editora). Las políticas hecha cuerpo y lo social devenido emoción: lecturas sociológicas de las políticas sociales (pp. 99-126) Estudios Sociológicos Editora/Universitas. Editorial Científica Universitaria. Argentina. Disponible en http://estudiosociologicos.org/portal/lecturas-sociologicas-de-las-politicas/


De Sena, A. (2017). Muchos, ocupados y beneficiarios para toda la vida: Políticas Sociales, Sociabilidades y Sensibilidades en Argentina. En Pastor Seller, E. (Ed.) Sistemas y Políticas Bienestar Social, una perspectiva internacional (pp. 131-145), Editorial Dykinson. Madrid.


De Sena, A. (2020). Pobreza y programas sociales en la Argentina de las últimas décadas. En De Sena,A (comp) Vulnerabilidad, pobreza y políticas sociales: abanico de sentidos América Latina,Europa y China (pp 101-144) Ed. CLACSO-CICCUS. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Disponible en http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20201217014006/Vulnerabilidadpobreza.pdf


De Sena, A. (2018). La intervención social en el inicio del siglo XXI : . La intervención social en el inicio del siglo XXI : transferencias condicionadas en el orden global. ESEditora. Buenos Aires. Disponible en http://estudiosociologicos.org/portal/la-intervencion-social-en-el-inicio-del-siglo-xxitransferencias-condicionadas-en-el-orden-global/


De Sena, A; y Bareiro, F. (2019). Sobre habitabilidad en La Matanza Boletín informativo Síntesis Clave e Nº145. Disponible en https://observatoriosocial.unlam.edu.ar/descargas/19_sintesis_145.pdf


Dettano, A. (2017). Prácticas de consumo y emociones de las destinatarias de programas de transferencias condicionadas de ingreso en la ciudad de Buenos Aires. Revista Novos Rumos Sociológicos. Vol. 5, nº 8. Ago/Dez/2017. Disponible en: https://periodicos.ufpel.edu.br/ojs2/index.php/NORUS/article/view/12590/8159


De Sena, A. (2020). Aproximaciones a la cuestión social en La Matanza: algunas dimensiones para su análisis. Colección Vincular CyT. VOL. 2, Sociedad. Secretaria de Ciencia y Tecnología. Universidad Nacional de La Matanza. Disponible en: http://repositoriocyt.unlam.edu.ar/handle/123456789/462


https://www.cippec.org/grafico/adn-urbano-en-los-partidos-del-gran-buenos-aires/#form-news


Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (2020) https://www.indec.gob.ar/


Jefatura de Gabinete de la Municipalidad de La Matanza y Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2009) Objetivos del Milenio en el Municipio de La Matanza. Disponible en https://www.cepal.org/MDG/noticias/paginas/5/44335/Objetivos_del_milenio_en_La_Matanza.pdf Consultado el 20/1/2020


Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud (2020) Disponible en https://www.paho.org/arg/index.php?option=com_content&view=article&id=10436:la-omscaracteriza-a-covid-19-como-una-pandemia&Itemid=226


Scribano, A. y De Sena, A. (2014) Consumo Compensatorio: ¿Una nueva forma de construir sensibilidades desde el Estado. Revista Latinoamérica de Estudios sobre Cuerpos, Emociones y Sociedad (ReLACES). 15 (6), 65-97. Disponible en http://www.relaces.com.ar/index.php/relaces/index


Scribano, A y Lisdero P (2020) Emociones y Pandemia en Latinoamérica: Otra mirada- MIMEO



Esta obra está bajo licencia internacional Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0




1 El director Tedros Adhanom Ghebreyesus lo anunció en Ginebra del 2020.


2 Presidencia de la Republica de Argentina. (2020, 19 de marzo). Decreto 297. Por el cual se adoptan medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio. Boletín oficial de la República https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/227042/20200320.


3 Presidencia de la Republica de Argentina. (2020, 11 de Julio). Decreto 875. Por el cual se adoptan medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio. Boletín oficial de la Republica https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/237062/20201107.


4 También denominado mascarilla


5 Es menester considerar al menos tres grandes instituciones –solo a modo de ejemplo- no ubicadas como esenciales: educación, justicia, congreso; deben realizar sus tareas de modo virtual y para ello cada una (¿cómo pudo?) organiza regímenes de funcionamiento y normativas. El caso de la educación resulta uno de los más delicados dado que casi la totalidad del ciclo lectivo se desarrollo virtualmente, con las consiguientes consecuencias para cada nivel y para aquellos con mala o nula señal de internet y falta de dispositivos (netbook, computadoras de escritorio).


6 ¿Qué es AMBA? (SF). El Área Metropolitana de Buenos Aires https://www.buenosaires.gob.ar/gobierno/unidades%20de%20proyectos%20especiales%20y%20puerto/que-es-amba


7 https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel3-Tema-2-24


8 Arroyo, D. (2020). Entrevista personal al Ministro de Desarrollo Social de la Nación. En Clarín Política https://www.clarin.com/politica/arroyo-argentina-puede-tener-niveles-pobrezaverguenza-_0_4GpdB5BF.html


9 Tal como se mencionó anteriormente, en Argentina el 20 de marzo del 2020 comienza el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), conocido como “cuarentena”, de modo estricto esencialmente en la Ciudad Autónoma de Buenos de Aires y en los partidos del Gran Buenos Aires dado el mayor nivel de personas infectadas ; de modo que dicha medición toma el primer trimestre sin aislamiento y el segundo con que se estima un porcentaje mayor de pobreza por la fuerte caída de la economía.


10 Refiere al proyecto “Principales rasgos de la cuestión social al comienzo del siglo XXI: La Matanza 2017-2018” Universidad Nacional de La Matanza, bajo la dirección de Angélica De Sena.


11 El primer cordón limita con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y llega hasta Camino de Cintura. El segundo cordón se extiende desde allí hasta la Av. Federico Pedro Russo. El tercer cordón, va desde la Av. Russo hasta el límite oeste del Partido. Se eligió esta división a efectos de identificar estas diferencias respecto a las características de cada zona tomas del Plan Estratégico de La Matanza (2005), más allá que puedan existir otras.


12 http://relevamiento.techo.org.ar/index.html


13 Hacinamiento crítico: corresponde a los hogares que presentan más de tres personas por cuarto. Para el cálculo aquí se tomó tres personas o más para determinar hacinamiento.


14 Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones 2008 (CIUO-08).


15 En las diversas actividades educativas realizadas en el marco de la universidad, entre los y las estudiantes y docentes hacían mención respecto al observar más gente en el barrio o directamente “en este barrio nunca se cumplió la cuarentena”.


16 Si bien el decreto establece que el transporte público es de uso exclusivo para trabajadores esenciales, desde los comentarios que dejaron en la encuesta los y las respondentes mencionan que al principio el control policial era estricto y se debilito con el paso de los días y por otro lado que el acceso a permisos falsos era habitual.


17 Es menester considerar que al inicio de la cuarentena los bancos también estaban cerrados y ello provoco una aglomeración de personas haciendo fila en las calles para acceder a los cajeros automáticos, esencialmente jubilados/as y pensionados/as. Ello como resultado de tres grandes elementos: a) las personas jubiladas y pensionadas y de bajos recursos económicos (entre ellos receptores de programas sociales) en general tienen escaso o nulo acceso a dinero electrónico, tarjetas de débito o crédito; b) en los barrios de periferia existen muy pocos bancos; y c) en dichos barrios los locales en general solo reciben dinero efectivo dado que se desarrollan en el mercado informal. Estos tres factores fueron determinantes para provocar una situación de desborde en las puertas de los bancos por la cantidad de personas, que generó un malestar político.


18 Grupo de Estudios sobre Políticas Sociales y Emociones, http://gepse-cies.blogspot.com/


19 En el presente texto no se desarrolla lo noción de intervención, sobre ello existe importante bibliografía desarrollada en Carballeda, 2002, 2008, De Sena , 2020, entre otras


20 En Argentina existen diversos programas del orden nacional, provincial y municipal que refieren mayoritariamente a la entrega de productos (se destacan los de alimentos y medicamentos), de transferencias monetarias, tarjetas precargadas para la compra de determinado tipo de productos.


21 Mencionamos solo dos ejemplos al respecto: a) para la realización de encuestas en nuestros trabajos hemos detectado una multitud de barrios a los que solo pude ingresarse con un referente dado que en algunos casos los micros no se detienen en sus paradas, b) frente a preguntas sobre la iluminación del barrio obtuvimos como respuesta: “sí luz hay pero no anda hace mucho”.