Revista Estudios Psicosociales Latinoamericanos

ISSN 2619 - 6077



Revista Estudios Psicosociales Latinoamericanos -REPL
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Ensayo, Vol. 1 (2018)


El cine foro como técnica de investigación cualitativa

Carlos Bolívar Bonilla Baquero

Educador y Psicólogo Social

Doctor en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud

Profesor titular, Programa de Psicología

(El autor orienta cátedras del área de investigación y una de Cine y Psicología)

Universidad Surcolombiana. 15-08-2016


En este ensayo propongo una aplicación poco común del Cine Foro (CF), dirigida a enriquecer el repertorio de las técnicas cualitativas de investigación. Basado en una experiencia investigativa sugiero elementos teóricos y prácticos para su uso con fines de consecución de información en un grupo de actores sociales, con el cual se desarrolla un proyecto específico. Recupero la rica tradición del Cineclub, en la que nace el CF, en su sentido básico de dinámica conversacional analítica en torno a una película, pero me alejo de sus clásicas pretensiones ilustrativas o de enseñanza acerca del Séptimo Arte.


El CF es un recurso técnico creado principalmente para la educación y el análisis cinematográficos, surgido con los primeros Cineclubes de comienzos del siglo XX, en Francia, con la iniciativa de promover el cine como una nueva expresión artística. Su tradición es fuerte en el análisis del contenido temático de las películas del cine no convencional, de autor, crítico e independiente, muchas veces prohibido (cine no comercial), así como de sus componentes estéticos y técnicos: actuaciones, banda sonora, vestuario, maquillaje, planos, fotografía, ritmos, guiones, ambientaciones, etc. O relativos a géneros (terror, western, comedia, drama, erótico) y aobras de directores de prestigio, por ejemplo: Woody Allen, Stanley Kubrick, Ingmar Bergman, Federico Fellini, François Truffaut y Pedro Almodóvar, entre otros. Por lo tanto, el CF está casi siempre dirigido a promover en un determinado público la apreciación y la crítica del cine (Ossa, 2004). En este sentido, en Colombia fue célebre el trabajo de Andrés Caicedo en los años 70, sistematizado por Ospina y Romero (1999) y, en la actualidad, el que se desarrolla en muchos cineclubes universitarios.


Conocemos también un uso pedagógico y didáctico del CF, orientado a favorecer o complementar procesos de aprendizaje en determinados temas curriculares. Relacionado con este uso Ogando (2011) posee una propuesta interesante sobre el cine como herramienta docente en bioética y tanatología. Este empleo del CF ocurre,por ejemplo, cuando se proyecta en cursos universitarios La vida de Adéle, de Kechiche (2013), para debatir los conceptos de la identidad y orientación de género. Joven y bonita, de Ozon (2013), para escudriñar lo inconsciente en la decisión de la prostitución con hombres mayores, por parte de una adolescente de clase media.


Es lo que ocurre con La caza, de Vinterberg (2013), para estudiar entre psicólogos el cuidado de atender el testimonio infantil sobre supuestos abusos sexuales. Con Momentos de una vida, de Linklater (2014), para analizar la incertidumbre del devenir humano, los vínculos familiares y los proyectos de vida, desde el interior de una familia norteamericana. Película que por ser filmada con los mismos actores durante 12 años, aunque en sólo 39 días de rodaje, puedo considerarla inaugural de una suerte de cine longitudinal, por su similitud con el tipo de investigaciones que lleva este nombre.


Existe una variante de este uso, de corte político, que pretende difundir ciertas denuncias, ideologías y militancias, con películas como Morir en Madrid, de Rossif (1963) sobre la guerra civil española o Che, de Soderbergh (2008) acerca de la vida del revolucionario argentino. Lo mismo sucede con el cine documental como La masacre de Columbine, de Moore (2002), que denuncia el comercio armamentista entre ciudadanos norteamericanos y la violencia asociada a él. Y Súper Engórdame, de Spurlock (2004) donde se denuncia la supremacía del interés económico perverso de los comerciantes de comida “chatarra”, sobre la salud de los consumidores. En especial se ataca a McDonald’s, pues el mismo director del film, como actor, se somete a exámenes médicos básicos que demuestran su buena salud, antes de comer un mes únicamente comida de este restaurante, y demostrar así cómo enferma. Igual sucede con En primera plana, de McCarthy (2015), ideal para mostrar el poder ético político del periodismo investigativo, ante la pederastia en la Iglesia Católica.


Pero su uso con fines investigativos de carácter cualitativo es poco conocido, como lo admiten también Rueda y Chicharro (2006) al proponer no el CF sino el cine como documento y medio de representación de fenómenos sociales, susceptibles de conversión en técnica para el estudio del análisis interpretativo socio histórico. Propuesta que ejemplifican con el apoyo de dos películas, Novecento, de Bertolucci (1976) e Historias del Kronen, de Armendáriz (1995).


Que no haya propuestas para usar el CF como técnica de investigación cualitativa no se puede confundir con la abundante realización de películas o documentales que son productos de investigaciones históricas o periodísticas, como El niño salvaje, de Truffaut (1970), que muestra el caso real de un niño que se crio hasta los doce años en estado salvaje, en 1790 y, luego de su descubrimiento, la lucha fallida por su educación. También cintas como Yo, Pierre Riviére, habiendo degollado a mi madre, mi hermana y mi hermano..., de Allio (1976), que se basa en un caso verídico ocurrido a comienzo del siglo XIX en Francia y objeto de estudio por parte de Foucault, en cuanto al análisis de las relaciones del saber y el poder entre los discursos populares, psiquiátricos y jurídicos de la época. O La verdad incómoda, de Guggenheim (2006), acerca del calentamiento global y la inminente destrucción del planeta.


Cuando hablo del escaso uso del CF con fines investigativos, me refiero a su poco empleo para obtener información requerida durante el desarrollo de un determinado proyecto y a su notable ausencia en los manuales especializados de investigación cualitativa, como los de Delgado y Gutiérrez (1999), Vasilachis (2006), Hernández y otros (2007), Flick (2007), Gordo y Serrano (2008), Martínez (2011) y Packer (2013). Es decir, a que no se le dedica la atención que sí se entrega a otras técnicas, como la entrevista en profundidad, la observación participante y los grupos de discusión. No obstante, el ejemplo comparativo, el CF posee unas características propias que el investigador no puede ignorar y que debe adaptar a sus necesidades investigativas. A ellas me dedicaré después de aclarar en forma breve el soporte epistemológico del CF en la investigación cualitativa.


En mi opinión, el CF puede considerarse una técnica proyectiva, como el dibujo infantil, las manchas de tinta tipo Rorschach y otras que describen y sustentan autores como Cohen y Swerdlik (2000) y Mirottiy Liendo (2009). Lo es porque propicia la exteriorización de la subjetividad humana (deseos, afectos, temores, prejuicios, sentimientos, valores) mediante el recurso indirecto de hablar en público de otros, los personajes de la película. Eso que de nuestra propia vida nos cuesta expresar, por motivos conscientes o inconscientes, se facilita con la excusa de hablar de personas “irreales” o diferentes a nosotros.


El CF acepta la hipótesis básica de las técnicas proyectivas, según la cual existe una tendencia fuerte en los seres humanos para asimilarlo extraño mediante su conversión en algo familiar, para entender lo desconocido si se asocia con algo conocido. Según esta hipótesis de trabajo es muy frecuente que ante estímulos diversos e inconexos, los sujetos tiendan a buscar y hallar una forma o estructura de sentido que permita organizarlos para lograr una explicación. Este proceso es sumamente subjetivo y pone en juego no sólo lo que el actor social sabe, sino también lo que ha vivido en el plano afectivo, en el de sus creencias y su moralidad.


Esta hipótesis se cumple pues toque una clave importante del cine arte consiste en mostrar con crudeza y realismo los problemas, virtudes y dificultades de gente como uno. Pero, por lo general, una buena obra cinematográfica no muestra los asuntos humanos de manera plenamente organi-zada, con causalidades lineales y simples, conducentes a una sola interpretación. Este tipo de cine no ofrece moralejas y suele dejar en manos del espectador las conclusiones sobre lo visto. De allí que las múltiples posturas de los asistentes a la película, sobre lo que ven, sus acuerdos, desacuerdos, críticas, aprobaciones, rechazos, gustos, disgustos y alternativas de acción, posean mucho de la subjetividad singular de cada hablante. Y esto último es lo que busca el investigador cualitativo.


Sin embargo, no recomiendo el CF comoúnica técnica en una investigación, sino como una más, hacia el mínimo deseado de la triangulación y la complementariedad con otras, en el marco de un diseño metodológico específico, como el etnográfico, el clínico piagetiano o los narrativos biográficos, tipo historia de vida. Aquí creo pertinente caracterizar y distinguir un poco mejor el CF como técnica cualitativa. Por eso paso a señalar algunas similitudes y diferencias con otras técnicas.


Al igual que la entrevista en profundidad, la observación participante y los grupos de discusión, entre otras, el CF como técnica cualitativa trabaja para obtener, en primera instancia, la materia prima de la investigación cualitativa: el habla, narraciones o relatos que pueden asumir la forma de respuestas ante preguntas (como en la entrevista), discusiones entre sujetos con posturas diferentes sobre un tópico (como en los grupos de discusión), registros de expresiones o explicaciones propias de la actuación natural del actor social en su vida cotidiana (como en la observación participante).


Hay similitud, entonces, entre el CF y otras técnicas cualitativas en cuanto a dar credibilidad al lenguaje humano y la comunicación como creaciones humanas mediante las cuales se recrea el mundo, se dota de sentidos y se constituyen los individuos como sujetos históricos sociales con determinadas concepciones de la vida. En consecuencia, existe semejanza entre todas las técnicas cualitativas al valorar la conversación y el diálogo como medios de investigación que posibilitan conocer el mundo subjetivo de los otros, que permite la intersubjetividad requerida para la interpretación y comprensión de los fenómenos humanos.


Además de similitudes con otras técnicas cualitativas el CF es diferente porque propicia, al mismo tiempo, observar y registrar lo observado durante la apreciación del filme, preguntar en el foro y, si ocurre de modo espontáneo, moderar la discusión entre los participantes. Otra diferencia es que la organización del C.F ofrece al sujeto asistente dos tiempos para pensar, que no le dan las otras técnicas. Uno, de reflexión durante la observación de la proyección y, otro, de intervención posterior. El CF es distinto también por la facilidad con que se pueden reunir grupos relativamente grandes, hasta de aproximadamente 30 personas, que no se aceptan en un grupo de discusión o una entrevista focal, con la ventaja de tener todos los espectadores un mismo estímulo audiovisual de referencia. Estímulo que puede manipularse técnicamente (detenerse, atrasarse, adelantarse) en beneficio de la participación de los sujetos y de la claridad y profundidad de la información para la investigación.


Formuladas algunas similitudes del CF con otras técnicas, lo mismo que algunas características distintivas, a continuación, voy a delimitar los pasos básicos del CF Pasos que suelen ser aceptados por los expertos y que también aconseja la Caja de Herramientas por el derecho de las mujeres a una vida sin violencia, editada recientemente por las Naciones Unidas.


Primero, una introducción. El CF exige un conocimiento de tal lado y previo por parte del investigador de la película que se va a proyectar. Es recomendable que él mismo haya visto varias veces la cinta y que haya tomado apuntes de las escenas o detalles más significativos (según su problema de investigación). Con base en lo cual preparará preguntas para los asistentes al CF. También puede preparar comentarios sugestivos destinados a promover la expresión de los participantes.


Este conocimiento anterior a la proyección de la película incluye datos relacionados con el director y su obra fílmica, si existe relación entre su vida y su trabajo, qué otras películas tienen, nacionalidad, contexto histórico de la película y un resumen genérico o temático, nunca un juicio de valor. Todos estos datos, excepto las preguntas y los comentarios del investigador, se entregan a los asistentes antes de la proyección. Además, el orientador del CF aclarará que la película se proyecta para alimentar o estimular la conversación alrededor del tema central de la investigación y lo que se espera de los asistentes: una participación franca, libre y abierta de sus más variadas opiniones.


En correspondencia, la cinta debe ser seleccionada no sólo por su directa relación con el problema de investigación, sino también por su concordancia con algunos aspectos psico-socio-culturales de los espectadores, como su nivel educativo, edad, clase, etnia, género y disponibilidad de tiempo. Por ejemplo, es necesario precisar si los asistentes saben leer o no para elegir una película con o sin subtítulos. Y, como sabemos, para una rica discusión no conviene un auditorio donde haya niños y jóvenes con viejos, al mismo tiempo, debido a las brechas generacionales; tampoco es conveniente, por ejemplo, que haya muchachos campesinos con universitarios, pues los primeros podrían sentirse inhibidos para hablar.


Segundo, se proyecta el filme. Es importante que la sala elegida cuente con las condiciones básicas para la comodidad y tranquilidad del público participante, así como para el disfrute de la banda sonora. El investigador tomará notas de expresiones y gestos de los espectadores, con el fin de indagar por esos aspectos más adelante. Incluso es posible, luego de proyectar toda la película, volver a observar ciertas escenas que ameriten aclaraciones o sobre las cuales se presenten dudas o contradicciones entre los participantes.


Tercero, se da inicio al foro. Conviene diferenciar aquí dos partes. En la primera, el investigador toma la palabra para motivar a los asistentes a que participen. Debe recordar que su interés se centra en obtener información relevante sobre el problema de investigación. Al principio, él no hace preguntas precisas ni interviene demasiado; su actuación apunta a que los colaboradores en el proyecto investigativo expresen sus opiniones sobre generalidades de lo visto: ¿cómo les pareció la película? ¿Qué personajes les llamaron la atención? ¿Qué habrían hecho en lugar de los personajes? ¿Qué críticas desean hacer? ¿Sobre qué partes de lo observado están de acuerdo y en desacuerdo? ¿Qué tanta relación ven entre la película y la realidad?


El coordinador del CF tomará notas o grabará lo dicho por los invitados y aprovechará para repreguntar o ganar profundidad en las expresiones de los asistentes. Aquí puede consultar a los foristas acerca de si están de acuerdo con él al momento de hacer contrastes, comparaciones, diferenciaciones o jerarquizaciones en torno a lo dicho por los espectadores. Como en toda investigación cualitativa, ante la tendencia de los sujetos participantes en estas experiencias a pedir al investigador explicaciones, causas o soluciones a los problemas planteados (en este caso por el filme), el responsable del CF debe recordar que no actúa como profesor ni terapeuta. No sólo evitará responder este tipo de inquietudes, sino que las aprovechará para promover la expresión de los invitados, al insistir en que ellos mismos poseen respuestas interesantes y valiosas que son el motivo central de la investigación.


En la segunda parte, luego de que los sujetos del estudio han participado de modo amplio, el investigador introduce sus comentarios y preguntas más precisas (preparados antes) relacionadas directamente con los objetivos del proyecto, a la espera de lograr nuevos argumentos, explicaciones o sentidos de los participantes sobre lo visto. Finalmente, el orientador agradece la participación y, si lo juzga necesario, hace una apreciación global de la película y lo dicho por los espectadores. Esto último a manera de resumen y nocomo polémica o postura “correcta y superior” a la de los asistentes. Con posterioridad, el investigador transcribe y procesa la información recogida.


Si las condiciones de tiempo e interés de los asistentes lo permiten, el responsable del CF podría añadir al término de la proyección algunas aclaraciones sobre las cualidades estéticas y técnicas de la película, como un valor agregado para los espectadores y un tributo al clásico cineclub.


Guía didáctica de aplicación del cine foro


Con base en lo planteado, sugiero cómo aplicar estas recomendaciones en la realización de un CF concreto. Primero con un caso hipotético y luego referenciando su uso en una experiencia investigativa desarrollada con niños y niñas. Supongamos que en una investigación sobre las representaciones sociales de la violencia de género, entre jóvenes universitarios, se desea recoger información acerca de lo que los participantes en el estudio piensan y sienten en torno a la convivencia con una pareja maltratadora, el amor, la dependencia y la autonomía entre los miembros de la pareja.


Primero, luego de observar varias películas afines con el tema problema, considero que una pertinente (recomendada además por Naciones Unidas) es Te doy mis ojos, española, dirigida por Bollaín (2006) que, entre otras distinciones, ganó siete premios Goya (también podría ser la colombiana Karen llora en un bus, de Rojas, 2011). Entrego al grupo de asistentes al CF un resumen de lo que van a ver. La directora plantea un caso de violencia de pareja, donde Antonio agrede con frecuencia a Pilar, pero la reconquista con promesas que luego incumple. En una de estas crisis Pilar lo abandona, con su hijo de ocho años, para buscar refugio donde su hermana, quien lleva una vida de entendimiento con su compañero. Todo acontece en la actualidad, en la ciudad de Toledo (España).


Contra la opinión de su hermana, hay una nueva reconciliación. Pilar continúa su capacitación como guía turística, mientras Antonio acepta psicoterapia. Pese a ello, las frecuentes salidas laborales de Pilar y su cada vez más amplio círculo de amigas constituyen motivos de celos para Antonio quien, en un nuevo episodio de agresión, la desnuda con violencia y la expone a la vergüenza pública. Pilar, apoyada por sus compañeras de trabajo, recoge sus cosas del apartamento y, ante la mirada desconcertada de su esposo, lo abandona.


Antes de la proyección he preparado varias preguntas, para la segunda parte del foro, como las siguientes: ¿qué concepción de amor pueden tener Pilar y Antonio? ¿Qué relación hay entre amor y respeto en esa pareja? ¿Qué es autonomía en esa pareja? ¿Cómo juzgar las actitudes de: Pilar, de Antonio, del hijo, de la hermana, de la madre y de las compañeras de Pilar? ¿Qué harían ustedes en un caso similar? ¿Cuál puede ser el origen de la violencia conyugal? ¿Por qué aguanta tanto una mujer, una vida así?


Aunque los invitados ya lo saben, les recuerdo que la película guarda directa relación con nuestra investigación y que lo que se espera, luego de verla, es una expresión abierta de opiniones o impresiones al respecto de lo visto.


Segundo, proyecto la película y estoy atento a registrar las manifestaciones verbales y gestuales de los asistentes.


Tercero, terminada la película, abro el foro invitando a los participantes a manifestar si les gustó o no la película y por qué. De qué personajes desean hablar. Qué críticas tienen. Por qué surge el problema de la pareja protagonista. Quiénes favorecen o atacan el problema. Insisto en la participación de todos los asistentes. Para lograrlo, puedo acudir a preguntar por los gestos que vi o las palabras que escuché durante la proyección. Grabo todas las intervenciones y empiezo a preguntar si las estoy entendiendo bien al compararlas, diferenciarlas, jerarquizarlas. Enfatizo en que expresen no sólo razones, sino también los sentimientos vividos.


En la segunda parte del foro, si mis interrogantes previos a la proyección (descritos en el paso uno) no fueron respondidos, los comienzo a formular. Cierro el foro cuando estas preguntas hayan sido, en lo posible, resueltas. Con un resumen de lo tratado me despido.


En una experiencia investigativa reciente (Bonilla, Vanegas y otros, 2013, publicada en forma de libro en 2015) aplicamos estos planteamientos durante el desarrollo de un proyecto dirigido a esclarecer las justificaciones morales de los niños y las niñas escolarizados, de 10 años, sobre las relaciones de género, en la ciudad de Neiva (Colombia). Por tratarse de niños y niñas optamos por un video foro (VF) breve. Elegimos un video peruano(http://www.youtube.com/watch?v=0qau78JKKDM) de 4.33”, titulado Equidad de Género y Relaciones de Poder, en el cual mediante dibujos animados se expone un noviazgo conflictivo, por el control autoritario ejercido por el chico sobre la chica.


Preparamos la aplicación del VF con grupos pequeños, primero de cuatro o cinco niños y, luego, de cuatro o cinco niñas, de cinco instituciones educativas públicas. Separamos los grupos con la intención de captar mejor la mirada de género sobre el tema de las justificaciones morales en torno a este tipo de noviazgo. A los escolares se les informó de manera descriptiva y resumida que verían un video sobre una pareja de novios y cómo tratan sus diferencias en esa relación de pareja. Los investigadores llevaron una guía de preguntas básicas para el momento del foro. Durante la proyección se registraron comentarios de niños y niñas acerca de su aprobación y rechazo de algunos comportamientos de los novios, sobre los cuales se les interrogó en el foro.


La técnica resultó exitosa por varios motivos. Primero, por la motivación y la atención que los participantes dedicaron a la proyección. Segundo, por la promoción rápida de las expresiones orales de los escolares, sus justificaciones morales acerca de lo visto. Tercero, por la interacción dinámica entre investigadores, chicos y chicas, en especial por las discusiones o desacuerdos que se presentaron entre los niños o entre las niñas. Por ejemplo, algunos niños sólo consideran como violencia en la relación de pareja la agresión física y desestiman la verbal. Peor aún, consideran la verbal(no permitir salir solas a las mujeres, prohibir el uso de ciertas prendas) como gestos de amor y cuidado del hombre hacia la mujer. Otros las juzgan ambas como iguales de violentas.


En esta riqueza de opiniones diversas promovidas por las imágenes del VF un dato considerado crítico por los investigadores consiste en constatar que algunos niños y niñas responsabilizan a las mujeres víctimas de agresión sexual, por el uso de prendas como las minifaldas o las blusas cortas y escotadas. Otros participantes reparten esa responsabilidad entre victimario y víctima, pero ninguno la atribuyó sólo al agresor. De esta manera, espero haber ofrecido una orientación básica para aprovechar el CFcomo técnica de investigación cualitativa. Recurso a la mano sobre el cual hay que profundizar en el futuro inmediato, puesto que el cine y todo lo audiovisual poseen múltiples ventajas de carácter lúdico, cognitivo y emocional para comprender la subjetividad de nuestros semejantes.


Referencias bibliográficas y cinematográficas


Bonilla, C. Vanegas, J. y Bonilla, V. (2015). Pedagogía Crítica y Equidad de Género. Bogotá. Gente Nueva.


Cohen, J y Werdlik, M. (2001). Pruebas y evaluación psicológicas. México: Mc Graw Hill.


Delgado, J y Gutiérrez J. (1999). Métodos y técnicas cualitativas de investigación en ciencias sociales. Madrid: Síntesis.


Flick, U. (2007). Introducción a la investigación cualitativa. Madrid: Morata.


Gordo, A. y Serrano, A. (2008). Estrategias y prácticas cualitativas de investigación social. Madrid: Prentice Hall.


Hernández, R. y otros. (2007). Metodología de la investigación. Bogotá: Mc Graw Hill.


Martínez, M. (2011). Ciencia y arte en la metodología cualitativa. México: Trillas.


Mirotti, M. y Liendo, P. (2009). Introducción al estudio y práctica de las técnicas proyectivas. Córdoba: Brujas.


Naciones Unidas –Caja de Herramientas por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. Guía práctica para la realización de Cine Foros (sin fecha).


Ogando, B. (2011). El cine como herramienta docente en bioética y tanatología (tesis doctoral). Madrid: Universidad Complutense de Madrid.


Ospina, L. y Romero, S. (1999). Andrés Caicedo. Ojo al cine. Bogotá: Norma.


Ossa, G. (2004). La crítica de cine en Colombia. Manizales: Editores S.A.


Packer, M. (2013). La ciencia de la investigación cualitativa. Bogotá. Uniandes.


Rueda, J. y Chicharro, M. (2006). La representación cinematográfica: una aproximación al análisis socio histórico. Madrid: Red Ámbitos.


Vasilachis, I.(2006). Estrategias de investigación cualitativa. Barcelona. Gedisa.


Referencias bibliográficas y cinematográficas


Che, Director Soderbergh, S. (2008).En primera plana. Director McCarthy, T. (2015).


El niño salvaje. Director Truffaut, F. (1970).


Historias del Kronen. Director Armendáriz, M. (1995).


Joven y Bonita. Director Ozon, F. (2013). Karen llora en un bus, de Rojas, G.(2011).


La caza. Director Vintenberg, T. (2013).La masacre de Columbine. Director Moore, M. (2002).


La verdad incómoda. Director Guggenheim, D. (2006)


La naranja mecánica. Director Kubrick, S. (1971).


La vida de Adele. Director Kechiche, A. (2013).


Larry Flynt: el nombre del escándalo. Director Forman, M. (1996).


Momentos de una vida. Director Linklater, R. (2014).


Morir en Madrid. Director Rossif, F. (1963). Novecento, Director Bertolucci, B. (1976). Super Engórdame. Director Spurlock, M. (2004).


Te doy mis ojos. Directora Bollaín, I.(2006)Yo, Pierre Riviére, habiendo degollado a mi madre, mi hermana y mi hermano..., Director Allio, R.(1976)


Video Equidad de Género y Relaciones de Poder, En: http://www.youtube.com/watch?v=0qau78JKKDM. Consultado el 10 de febrero de2012