Revista Estudios Psicosociales Latinoamericanos

ISSN 2619 - 6077



Revista Estudios Psicosociales Latinoamericanos -REPL
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Ensayo, Vol. 1 (2018)


¿La Revolución Gay está cambiando el Mundo?

Néstor Eliécer Moreno Rangel

Doutorado em Psicologia.

Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil)

Dirección electrónica: nestoremr@gmail.com



Reseña de: Martel, F. (2013).

Global Gay: Cómo la revolución gay está cambiando el mundo. México: Taurus.



El sociólogo francés Frédéric Martel presenta en su libro “Global Gay: cómo la revolución gay está cambiando el mundo”, un retrato actual de las luchas que en gran parte de las naciones se están librando en favor del reconocimiento social y legal igualitario para las y los millones de personas que contemporáneamente han sigo agrupados bajo la abreviatura LGBT. Martel visita cuarenta y cinco países durante cinco años para pesquisar la cotidianidad de este colectivo y elabora un texto ameno y extenso (330 páginas) de cara a analizar la situación vivida por dicha comunidad en diversas zonas del globo.


El investigador sostiene una perspectiva positiva sobre el asunto en cuestión, porque señala avances importantes y un escenario mundial cada vez más solidario y favorecedor frente a las realidades, derechos y oportunidades de estas personas. Hace un reconocimiento al liderazgo jugado por innúmeras figuras del movimiento LGBT, destacando el empeño y tenacidad precisado para conseguir virar viejos preconceptos y visibilizar todas las facetas de la discriminación por causa de la orientación sexual y de género. A partir de un balance con importantes conquistas legales y sociales, Martel afirma que se trata de toda una revolución y que es tal que también está cambiando el mundo.


Cierto optimismo inicial, un sentimiento que logró transmitirme el autor en Global Gay y que impregna toda la obra, finalmente se disipa del contraste entre la propuesta de Martel y el análisis crítico de dos eventos recientes.


Por una parte, la cruenta matanza de 49 personas el pasado 12 de junio de 2016 en un barde Orlando, Florida (EE. UU.), que además de ser un espantoso crimen de odio también fue un genocidio que visibilizó la vulnerabilidad de este colectivo y nos recordó toda la violencia que ha sido dirigida antes y ahora contra estas personas a nivel mundial.


De otro lado, recientes movilizaciones multitudinarias realizadas en varias ciudades colombianas y convocadas bajo la fachada de una cruzada por la moralidad en los manuales de convivencia de instituciones educativas del país, pusieron en evidencia la homofobia abierta, descarada y persistente que presenta Colombia y que aquel día se expresó sin pudor y violentamente contra la dignidad de una persona en razón a su orientación sexual (Ministra de Educación) y contra toda una minoría poblacional conformada por aproximadamente 4.5 millones de personas en este país. El mensaje que resonó contra la población LGBT fue claro: No nos parece que deban tener iguales derechos, ni la protección del Estado. Bajo argumentos pseudo-científicos y mezquindad religiosa, como la nota preponderante, se intenta encubrir y mantener aquella discriminación y sostener la “supremacía hetero-sexual”, jerarquía “natural” derivada de un mandato “divino”.


La tragedia en EE. UU. y las manifestaciones homofóbicas en Colombia invocaron aberrantes y numerosas respuestas de simpatizantes del odio contra personas en razón a su orientación sexual y de género, mostrando que no son pocos quienes alientan el odio, la barbarie y la discriminación en ambas latitudes.


Tal escenario desde ya impone una conclusión: el mundo aún no es un lugar seguro para quienes aman diferente, para quienes se atreven a vivir con libertad su vida, sus afectos, su sexualidad, su estética y su performatividad... ni siquiera el primer mundo en su empeño progresista y modernista es capaz de proteger todas las ciudadanías y nuevas leyes están lejos de contrarrestar tanto odio y violencia. La revolución gay aún no ha cambiado el mundo.


Pese a la anterior reflexión, Global Gay es un texto interesante porque señala algunos elementos culturales que devienen especialmente del primer mundo y que la comunidad LGBT consume y adopta globalmente con consecuencias identitarias. Perfila lo que sería el ideario político del movimiento hoy por hoy, consistente primero en visibilizar su representatividad dentro de la economía liberal que hace muchos años está en crisis y después presionar la política en cuanto sus representantes y a través de la participación activa de las organizaciones del colectivo en el desarrollo de marcos legales y sociales “gay friendly”. Muestra hibridaciones religiosas e ideológicas que concilian la vida gay en el seno de sectores recalcitrantemente tradicionalistas del planeta. Señala una tendencia mayoritaria de los estados del mundo en el reconocimiento y protección de los derechos humanos para la población LGBT.


Martel manifiesta que al término de su investigación lo dominan tres emociones: la cólera, la preocupación y el optimismo. Cólera frente a los ocho países que mantienen la pena de muerte para los homosexuales en su legislación (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Mauritania, Sudán del Norte y Yemen, a los que se debe añadir el norte de Nigeria y ciertas regiones de Somalia). Preocupación por las legislaciones de setenta y seis países que condenan la homosexualidad apenas de prisión y multas y por la proliferación de leyes anti-gays en África, Rusia y Europa del este. Sin embargo, para Martel prima el optimismo e incluso la esperanza.


Con Global Gay vemos que los derechos de la Comunidad LGBT han sido conquistados en los países de influencia occidental, los cuales los cuales mayoritariamente se encaminan hacia el reconocimiento y protección legal de estas personas. Se trata de estados donde la discriminación por orientación sexual y de género ha sido tipificada como delito y en donde también en muchos casos se ha reglamentado el matrimonio igualitario. Ejemplo de ello Colombia, donde mediante la sentencia SU-214/16 fue aprobado el matrimonio igualitario y desde 2011 existe una Ley Anti-Discriminación por razones de orientación sexual o de género (Ley 1482 de 2011).


Así mismo, actualmente las organizaciones LGBT son reconocidas por las instituciones políticas locales, regionales y globales, porque han conseguido que muchos líderes del mundo se alíen con esta causa, podría decirse que Barack Obama representa esa época de poderosas adhesiones políticas. Baste recordar que Obama puso fin a la regla Don’t ask / don't tell que prohibía a los soldados estadounidenses declarar públicamente su homosexualidad, suspendió la ley Defense of Marriage Act que limitaba el matrimonio a la unión de un hombre y una mujer y promovió la sentencia del caso Obergefell contra Hodges del Tribunal Supremo de EEUU, que declara que todos los estados de esa nación tienen la obligación de conceder licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo, sentencia del 26 de junio de 2015.


Martel muestra que el movimiento ha alcanzado muchos de sus objetivos articulándose a la política a través de lobby, la penetración en los mass media y el diálogo con las fuerzas de poder. Aun cuando ya se haya planteado que por ahora la revolución gay no ha llegado, la conquista universal de derechos humanos para personas gays, lesbianas, bisexuales y trans se trata de una lucha de largo aliento, que enfrenta innumerables situaciones amenazantes, estados hostiles, violencias cotidianas y confrontaciones ideológico-religiosas... sin embargo, siguiendo a Martel (2013) “las líneas se mueven, se producirán cambios de alianzas y el espíritu de la época hará evolucionar las posiciones. La batalla no ha hecho más que empezar” (p.226).


Referencias


Martel, F. (2013). Global Gay: Cómo la revolución gay está cambiando el mundo. México: Taurus.