letter to professors
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Apreciado profesor:
En este lento proceso de desnaturalización del hombre y de sus instituciones, es necesario detenerse un rato en el camino y reflexionar sobre nuestra Universidad, buscando su naturaleza original. El conocimiento debe ser el eje fundamental que regida las actividades universitarias. Conocimiento para ensanchar la conciencia del hombre. En fin de cuentas, este último proceso ha sido la base de toda la aventura humana.
En los recintos de la Universidad se imparte conocimiento: docencia; se crea nuevos conocimientos: investigación, y se comparte conocimientos: extensión. La docencia universitaria se levanta sobre el conocimiento más avanzado, factible de imprimir progreso al entorno social. Lo más avanzado en la ciencia, el arte, la tecnología, la filosofía, la religión... del mundo contemporáneo, sobre los rieles de metodologías igualmente avanzadas. La investigación universitaria desentraña los problemas acuciantes del entorno empleando los métodos investigativos más eficaces y más desarrollados, factibles de ser asimilados cieadoramente por la institución. La extensión universitaria es la socialización del conocimiento mediante el cual se combate todos los males de la comunidad buscando elevarla a un nivel más humano. Sólo así, la Universidad puede convertirse en una real alternativa de desarrollo material y espiritual de la sociedad que la generó.